Capítulo 27

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—No deberías descartar lo que te dije— insistió Amelie.

—No es eso Lie. — susurré— Nos vemos luego— me despedí y salí de la cocina rumbo a mi habitación. No quería seguir con ese tema.

Había pasado una semana y un día desde que Damián se fué a Seattle. Habíamos hablado todos los días por mensajes, y por las noches hacíamos llamadas de video hasta que uno de los dos se quedaba dormido. Su último mensaje fué ayer a las seis de la tarde, el mensaje de texto decía que estaba a punto de abordar el avión. Por ello no habíamos vuelto a hablar.

Si mis cálculos eran correctos, faltaba un par de horas más o menos para que llegara a Mykonos. Lo había extrañado demasiado durante estós días, estaba ansiosa por verlo de nuevo, por besarlo, por qué me hiciera suya nuevamente.

Abrí la habitación y lo primero que llamó mi atención fue el oso blanco de felpa que él me había obsequiado por mi cumpleaños. El oso estaba sobre la cama, había sido mi acompañante todas estás noches en las que el rubio estuvo ausente. Con una sonrisa de labios cerrados fuí hasta la cama y lo abracé.

Mi mente enseguida me llevó a dónde no quería ir, sabía que talvez, solo talvez, Amalie tenía razón. Pero me negaba a acéptalo, además habían cosas que no concordaban. No quería volver a ese tema, así que busqué el celular en la primera gaveta de mi mesita de noche y retome lo que hace mucho quería y no podía hacer.

Busqué la aplicación de instagram, seleccioné la cuenta que había creado hace poco con el nombre de Carmen. Quería mirar el perfil de Camerón, pero no lo había hecho sólo porque me daba miedo, no sé porqué exactamente, pero ese miedo me impedía continuar, y siempre terminaba escondiendo el celular en la mesita de noche y saliendo de la habitación.

Pero sí no ocupaba mi mente en algo, las palabras de Amelie invadían mi mente, y justo ahora ese era el tema que más me perturbaba y del cual no quería saber nada.

Cuando dejé de pensar y mi completa atenció cayó sobre la pantalla del celular, me di cuenta que ya había buscado el nombre de Camerón y ahora sólo tenía que darle click al perfil correcto. Reconocí su foto en el primer perfil que mostraba la pantalla, y con el corazón empezando a aletear con fuerzas, seleccioné el perfil.

Inmediatamente sus fotos cargaron, Cam no era muy aficionado a las redes sociales, por lo qué su perfil estaba exactamente igual a la última que lo revisé hace más de tres meses. La última foto que posteó fue hace casi cinco meses, salíamos los dos sonriendo alegremente a la cámara, en una salida que hicimos con Melissa y otros chicos de la universidad.

Sentí como mi corazón se apretaba, y las lágrimas se acumularon en mis ojos, pero las mantuve allí, no dejé que salieran. En el instagram de Camerón no iba a encontrar nada nuevo, pero ya estaba decidida a saber algo de él por muy mínimo que fuera, así que busqué entre sus seguidores a Melissa.

Melissa, una chica dulce, de piel morena y ojos negros, Cam conoció a Melissa hace casi cinco años cuando salió del orfanato, ella iba a la misma universidad. A él le gusto ella desde que la miró por primera vez, pero no fué hasta hace poco que formalizaron la relación que tenían y se hicieron oficialmente novios. Melissa a diferencia de Cam, le gustaba mucho las redes sociales, gracias a ello pude saber algo de mi mejor amigo.

Su post más reciente fué hace dos días, una foto de ambos sonrientes, y dónde ella afirmaba estar cumpliendo un mes de relación con Camerón, sonreí al ver a mi amigo. No se veía triste y eso me daba algo de consuelo, sabía que él quería mucho a Melissa y que sí ella estaba junto a él, mi ausencia le sería bastante llevadera.

No Puedes Escapar De Mí.©Where stories live. Discover now