Between [XiCheng] [Mo Dao Zu Shi Fanfic]

Capítulo 20: Y si no estoy loco, ¿qué está pasando aquí?

O quizá se estaba haciendo el tonto a propósito solo para dificultarse un poco más las cosas por querer negarse a ver lo evidente. ¡Anda! Justo como el propio Lan XiChen hizo en su día.

-Lo que me estás contando no coincide con ninguna patología que conozca, eres muy joven como para estar sufriendo demencia y los intervalos son demasiado exactos. ¿Bebes?

Lan Huan negó con la cabeza.

-Casi nunca, no me gusta el alcohol.

-Vale. ¿Tomas algún medicamento de forma continuada o has empezado a medicarte recientemente?

-Antihistamínicos en primavera, pero nada más. Soy alérgico al polen.

-¿Durante cuánto tiempo los has estado tomando?

-Desde hace unos siete años, más o menos. Nunca me habían causado ningún síntoma extraño antes.

-Entonces queda descartado. De todas formas, siete años es mucho tiempo, deberías volver al alergólogo, puede que te renueve la medicación. Veamos... la tensión o la ansiedad crónicas también pueden ocasionar pérdidas de memoria a corto plazo. ¿Sufres alguna de estas?

-No que yo sepa. Estuve muy estresado hace una semana por la entrega de mi manuscrito -Wen Qing asintió con una pequeña chispa en los ojos. Como Wei Ying, ella también era una de sus lectoras más fieles, pero no iba a decírselo en voz alta en mitad de una consulta-, pero nada que se salga de lo normal, creo.

-En inicio, eso no te corresponde a ti juzgarlo, sino a mí y a un especialista. Aunque los síntomas que me cuentas me resultan bastante peculiares. Podría derivarte a un psiquiatra para que examine tu caso en mayor profundidad.

Lan Huan asintió. La idea no le resultaba lo que se dice alentadora pero, al final era como ser tratado por cualquier otro médico. Su novio había estado yendo al psicólogo durante años, y le ayudó más que cualquier otra cosa, lo sabía. Si había recurrido a Wen Qing era en inicio por la familiaridad que tenía con ella. También por la confianza que le transmitía su historial impecable de aciertos. Era una médica sobresaliente, una de las mejores de la ciudad y del país casi seguro, y confiaba en ella a ciegas. Aun así no podía evitar sentirse atacado de los nervios, como si estuviera perdiendo el control de su vida sin saber por qué. Eso es capaz de alterar a cualquiera, y él no iba a ser una excepción a esta regla en concreto.

-Lan Huan -llamó la doctora, de nuevo con el gesto torcido-, ¿qué te inquieta?

-No es nada en concreto. La idea de ir a un psiquiatra me pone un poco nervioso, nada más.

-Es un médico como cualquier otro, no los estigmatices. -Le riñó

-Sabes que no es eso. Simplemente no esperaba que fuese tan grave.

-Me estás hablando de pérdidas de memoria, no de los síntomas de un catarro. -Lan Huan desvió la mirada. A veces tanta sinceridad no ayudaba-. Tampoco creo que sea para tanto, según la resonancia todo está bien en esa cabeza tuya, pero siempre es mejor prevenir.

-Ya...

-Hagamos esto. Si vuelve a ocurrir, me llamas y te concierto una cita, ¿qué te parece?

Viendo que esa era la mejor opción que tenía, (y guiado por cierta conducta evitativa que le había copiado a su novio para cuando no quería afrontar los problemas) Lan Huan asintió. Tomó la receta que Wen Qing le tendía para por si le dolía la cabeza —porque, al parecer, lo que sí que tenía era un feo moratón en un lateral del cráneo, cerca de la frente— y abandonó la consulta y el hospital a paso ligero.

Al cabo de diez minutos, Lan Huan se encontró a sí mismo en el metro, volviendo a su casa con una bolsita de una farmacia en la mano. Había comprado las pastillas recetadas por su médica y aprovechado para llevarse también una caja de condones, porque le rondaba por la cabeza que se les estaban acabando en el piso de Jiang Cheng y estaba seguro de que en el suyo propio ya no tenían provisiones. Y aunque les quedasen, nunca estaba de más tener un excedente, por si las moscas. Mejor prevenir que curar, ¿o no era eso lo que le acababa de decir Wen Qing? Qué irónico que no le diese por tener esa misma visión en otros aspectos de su vida. Suspiró. Prefería no pensar en ello.