El resto del día Louis se quedó encerrado en su oficina, en cuanto volvió del resturante comenzó a trabajar para mantenerse distraído y así no pensar en Edmond ni en lo que le había pedido Camille. Pero terminó todo rápido, así que tenía mucho tiempo libre y no podía dejar de pensar en todo lo que estaba pasando en su vida.

Al final tomó una decisión pensando en lo mejor para Edmond; pues ya que él iba a casarse, Edmond también debía cambiar de capítulo en su vida y avanzar. Miró el reloj y ya era su horario de salida, pero antes de irse, tomó su celular.

Lo que iba a hacer le dolía demasiado, tomó entre sus dedos la estrella de su collar y respiró profundamente mientras esperaba que conteste.

-Louis?

-Hola –sonrió al escuchar su voz.

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-Ella tú me dijiste que no tienes con quién ir, dame las entradas.

-Te equivocas, podría conseguir a alguien –Ella había ganado dos entradas a un concierto, que sortearon entre los empleados de la emisora.

-Dará inicio en dos horas, si dices que podrás conseguir a alguien…

-Ele, te diré qué haré con ellas… -sacó las entradas de su bolso- ten… tómalas –se las entregó.

-En serio?

-Eleanor tómalas antes de que me arrepienta –bromeó.

-Muchas gracias Ella! –dijo emocionada y tomó las entradas.

-Me contarás cómo estuvo el concierto –sonrió.

-Ya es tarde, me voy Ella, nuevamente muchas gracias! –fue rápido a su auto, quería sorprender a Louis antes que salga de su oficina para invitarlo al evento.

Condujo rápidamente hasta Polaris, pero cuando llegó antes de poder estacionar el auto, vio a Louis saliendo rápidamente de allí y se subió a un taxi. Eleanor lo siguió para ver a dónde estaba yendo.

Al principio pensó que iba camino a su departamento, pero el taxi estacionó en una cafetería y Louis bajó de éste. Eleanor lo observaba a cierta distancia para que él no pueda verla, se acercó un poco más al café cuando Louis estuvo dentro.

Justo en una mesa junto a la ventana estaba Edmond, Louis se acercó a él y Eleanor ya no soportó ver más, piso el acelerador y se fue del lugar.

Por primera vez en muchos días Louis sonreía honestamente por la felicidad de estar junto a Edmond, pero en cuanto recordó el motivo por el que se había encontrado con él su sonrisa desapareció. Edmond pidió chocolate caliente para ambos.

Louis solamente lo observaba, quería guardar en su mente cada detalle de su rostro. Edmond también lo hacía, no podía dejar de sonreír por la felicidad de tener a Louis junto a él de nuevo, pero notó que Louis había estado llorando, tenía los ojos un poco hinchados y por debajo de las pestañas, su piel estaba enrojecida.

-Todo está bien Louis?

-Sí –intentó sonreír- hoy te llamé porque quería…

-Espera –interrumpió- antes de que continúes, yo quisiera mirarte solamente para recordar cosas bellas –Louis sintió un nudo en la garganta- quisiera pensar que hoy me llamaste porque me echas de menos y que no pudiste dejar pasar un solo día más sin verme, puede ser ese el motivo de tu llamada?

Louis no respondió, sintió nuevamente ganas de llorar; inclinó la cabeza hacia adelante y respiró profundamente.

-Te llamé porque… -levantó la mirada y metió la mano en el bolsillo, sacó de ahí el collar que él le había regalado y lo puso sobre la mesa frente a Edmond- es tuyo… me pareció que tenía que devolvértelo, creo que ya no me pertenece; lo siento mucho.

Sonata De Invierno [Larry Stylinson] - TERMINADA [En Edición]Where stories live. Discover now