CAPÍTULO 11

825 85 190
                                    

Había llegado el día de la inauguración de la tienda de ropa de Camille y como lo había prometido, Edmond salió temprano del trabajo para ir a apoyar a su novia. Había mucha gente en la inauguración, pues durante sus años en Francia, Camille se volvió una diseñadora reconocida.

-Va a regalárselo a alguien? –le preguntó una de las empleadas del lugar cuando Edmond estaba viendo la ropa.

-Sí, puede ayudarme?

-Con mucho gusto, sabe usted las medidas de ella?

-Sus medidas –vio a Camille acercarse- pues nada de pecho, piernas cortas, una gran cintura y muy mal carácter –se burló- Tiene algo para ese tipo de mujeres?

-Ay que pena, pero en mi tienda no tenemos nada para ella –se acercó a él y lo abrazó- gracias, te esperaba.

-Te felicito –la besó.

Cuando terminó la inauguración, cerraron la tienda y fueron a un bar a tomar una copa para celebrar que la inauguración de la tienda había sido todo un éxito.

Edmond le daba un masaje en los hombros a Camille.

-Gracias, estoy muy cansada; estos días pasé más tiempo en la tienda que trabajando en mis diseños. Nunca imaginé que resultaría tan difícil.

-Tan difícil? Por qué? A mi me encantaría vestir a las mujeres –la molestó con una sonrisa pícara.

-Pues entonces hazte cargo tú de la tienda –respondió fingiendo molestarse.

-Con mucho gusto –sonrió- hay una persona nueva en la empresa que trabajará conmigo, adivina quién es.

-No lo sé, es muy bonita? –asumió que era una mujer.

-Y acaso eso te preocupa?

-Preocuparme? No –le dijo sin importancia.

-Aunque tal vez si deberías preocuparte; es una persona muy capaz y se podría decir que atractiva –respondió pensando en Louis- No quieres saber quién es?

-Para qué? Ya te lo dije, eso no me interesa.

-No te interesa –repitió y se burló- de acuerdo, entonces desde ahora no te contaré nada.

-Mira, lo que realmente me interesa es cuando te vas a organizar bien? hace ya bastante tiempo estás aquí y sigues viviendo en un hotel.

-Oye, es muy cómodo. No tengo que limpiar ni tengo que cocinar.

-Tampoco tendrías que hacerlo si tuvieras una casa –le dijo dándole una indirecta.

-Mi casa la construiré yo.

-Y qué clase de mansión vas a construir?

-Dime, cuál es la casa más sólida y hermosa de todas?

-No sé.

-La que construyes en el corazón de quien amas.

-Entonces, puedes construirla ahora mismo –se acercó a él para besarlo.

-No, aún no –respondió sonriendo, Camille se alejó al darse cuenta de que no se refería a ella.

- Entonces no quieres saber con quién trabajaré?

-No quiero –le dijo cortante- Y mañana debo levantarme temprano –se puso de pie para irse.

-Estás enojada? –rió por la reacción de su novia.

-No estoy enojada, nos vemos –se despidió.

Edmond se quedó en el bar un rato más. Él no tomaba como algo serio a la relación que tenía con Camille; él siempre estaba en relaciones amorosas pasajeras, incluso, cuando estaba en la universidad había tenido dos novios; pero hasta el momento nada serio, nunca había llevado a alguien a casa para presentar a sus padres.

Sonata De Invierno [Larry Stylinson] - TERMINADA [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora