Capítulo 58

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                                  HAYDEN

Sentí una puntada fuerte en el pecho, como si se reventara algo dentro de mi corazón. A penas entré a la casa me resultó frío, como si todo el ambiente hubiese sido nieve. Veía ajeno cada pequeño centímetro de la casa.

Saludé a Fewke con un beso en su cabecita, él me mostraba su juguete color rojo. Corría de esquina a esquina, me preocupé por Isis quien estaba en la escalera sentada.

Ella jamás se acercaba ahí porque estaba cerca de Astaryam y eso la repelía.

¿Por qué ahora estaba durmiendo allí? A no ser de que...él no estuviera ahí.

Solté todas las malditas bolsas que tenía en mis manos, subí corriendo al ático. Eisah le gritó a Axael que algo pasaba pues todo era silencio, no se escuchaban las ruedas de la silla en el techo.

La casa estaba en silencio puro.

Cuando estuve parada finalmente en la habitación color negro, confirmé de que no había nadie. No había rastro de Astaryam...supe que él se había marchado de alguna extraña forma porque la silla que le había regalado hace no más de tres días estaba allí, junto a su cama.

Todo estaba en perfecto órden.

Un parapléjico no podía esconderse. No podía estar en el baño, no podría haberse curado de la columna.

Él se marchó. Me abandonó.

Lo sabía.

Nos mandó a todos al carajo.

Sentí que todo el mundo se me vino abajo. Las lágrimas bajaron por mis mejillas.

Pensé en mi padre, quizás vendría a terminar su trabajo. Pero recapacité...si no lo mató hace siglos ¿por qué lo haría ahora? Nada tenía sentido.

Di un paso atrás, perdí un poco el equilibrio pero Ax me sujetó.
—¿Hayden?

Negué con mi cabeza.
—Se fue. Tu hermano se largó y estoy segura de que nadie lo secuestró para irse. Él salió de aquí a voluntad propia.

Axael tomó aire. Estaba más sorprendido que yo, él conocía a su hermano...pero yo conocía a mí esposo.

Eran lados opuestos de la moneda.

—No llores, vamos a saber llevar esto.

—Es... sólo agua.–solté, sentí que los clicks de mis sentimientos iban bajando. Se apagaron uno a uno sin necesidad de que yo me destruyera.

—Yo estaré contigo. Eisah y yo vamos a cuidarte siempre... sólo, carajo, no soy bueno consolando a gente que ni siquiera llora ¡Hayden reacciona!

Me agarró de las mejillas y acunó mi rostro en sus manos.

—Se fue, ya está. Es su decisión. No puedo ir a buscarlo a donde se fue.

Me miró extraño, sentí que me observaba como si yo fuese una loca. En realidad sí lo estaba pero él no lo sabía aún.

—No. Rómpete, quiero oírte sacar todo lo que sientes ahora mismo. No voy a dejarte apagar tus sentimientos, vivelos.

—Déjame, Ax. Por una vez en tu vida vete.

—Se fue.–repitió.—No sabemos cuándo volverá o si es que lo hará algún día, nunca te había dejado antes. Esta es su primera vez y no sabes si es porque te dejó de querer o por otra cosa. Te abandonó ¿cómo se siente eso?

Pateé el mueble de madera que estaba a mi lado. Sollocé fuerte, sentí mi garganta rasgarse.
—¿Sabes lo que se siente ser traicionada por el amor de tu vida? No, no lo sabes. Así que al menos déjame sobrevivir a esto como yo quiera. Fue a mí a quien le mintió en la puta cara, esto es mío y yo voy a manejarlo. Vete Ax.

ASTARYAM. [EDITANDO]Where stories live. Discover now