ASTARYAM. [EDITANDO]

Capítulo 55

                           HAYDEN

—Feliz cumpleaños.

Astaryam siguió dibujando y no me miró. Pasó sus dedos por la hoja difuminando el color del lápiz.

Habían pasado tres días desde la conversación con Axael. Día y noche lo pensé, cada mala mirada ya no me hería...ahora me hacía enojar.

Me hervía la sangre.

Caminé hacia él.

Estaba con el pelo húmedo por la reciente ducha que había tomado con la ayuda de Ax. Él logró convencerlo de peinarse pero no afeitarse, así que lo inmovilizó para quitarle la barba a la fuerza.

No importaba realmente, él lucia muy bien con todo.

Cuando intenté acercarme a su mejilla la punta de su lápiz se rompió. Todo su cuerpo se tensó de forma horrible, como si estuviese al lado de algo asqueroso y desagradable. Entonces con suavidad pronunció:
—No me toques, porfavor.

Mi paciencia no era mucha.
Yo explotaba rápido también.
Y él lo había olvidado.

Agarré su cuaderno y se lo quité de las manos, con toda mi rabia retenida lo lancé al otro lado de la habitación. Hizo un gran estruendo y todas las hojas sueltas cayeron en sus piernas, otras se esparcieron en el suelo.

Astaryam me agarró del brazo y me jaló con fuerza.
—Vuelve a hacerlo y juro que te vas arrepentir.

—¿Ah sí? ¿Vas a pegarme imbécil? ¿Harás feliz a tu papi?

Alzó su mano y la colocó en mi cuello. Dió un ligero apretón, no era tan suave como para dejarme libre pero no fuerte como para quitarme la respiración.

A esto le decíamos advertencia.

—No te quiero cerca.

Agarré las hojas sueltas con mi mano izquierda, haciéndolas pelota, con agilidad le lancé una al rostro.

Jamás nos golpearíamos enserio.

Cuando lo hacíamos era porque uno de los dos estaba cegado por su naturaleza, nunca lo haríamos con todos nuestros sentidos a nuestra disposición.

No nos faltábamos el respeto de esa forma.

—Maldita sea.–rugió.

—Estoy harta de tu puto humor de mierda y la forma en que me tratas. Nunca fuiste así conmigo, siempre me protegiste de todo hasta de ti mismo ¿qué te pasa ahora? ¿olvidaste quién soy? ¿acaso ya no me quieres, Astaryam?

Se tensó. Se acercó mucho, hace tanto tiempo que no lo tenia tan cerca. Sus ojos grises me volvieron un pequeño ciervo cegado otra vez, él era tan lindo.

—Alejate de mí. No quiero tenerte cerca, me repugna.

Mentira.

Dejé que corriese su mirada. Entonces pude contar los segundos al recordar lo que hace no tanto me había dicho.

"Si no te miro en menos de diez segundos es porque ya no te quiero"

10
9
8
Me miró.

Agarré su rostro y lo besé. No fue algo dulce con cariño, demandé lo que quería. Metí mi lengua a su boca a la fuerza porque trataba de separarse de mí, moví mis labios sobre los suyos rápidamente.