Capítulo 36

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ÁLEXI

—¿Y entonces qué sucedió con tus dientes? Me he perdido en la conversación.

—¡Dios mío, Eisah!-le dije antes de echarme a reír. Tal vez sólo era nerviosismo o pánico, pero llevaba riéndome bastante.

O puede ser que estaba feliz.

—Es que no puede ser así, no existe una cura para el vampirismo. No es algo de lo que te libres fácilmente, es una maldición del diablo...o sea tu papá, déjame decirte que lo conozco bien y sé que no te la quitaría jamás. Gracias a eso te tiene pagando por negarte al infierno. No me cae en la cabeza.

Ax se paseó por el living, reconocí esa cara. Diría algo estúpido en cualquier momento.

—¿Qué tal si en vez de buscarle la maldita quinta pata al gato vamos a celebrar? ¡algo bueno que nos suceda! ¡sólo falta que Hayden se convierta en un completo ángel para acabar nuestro martirio!

Achiné mis ojos en su dirección. Yo ya era uno, que no me comportara como la que todos conocían no significaba que no fuera ángel.

—Saca la cabeza de tu trasero, Ax. No podemos correr peligro fuera de esa manera, presiento que se nos viene algo grande. Debemos estar preparados.

Eisah y Ax gimieron a la vez.

—Astaryam creo que los chicos necesitan tomar un respiro.

Él me miró de inmediato.
—No los apoyes en esto nena, es una tontería. No podemos salir de aquí así sin más, estamos en el ojo del huracán.

—¡Ay por favor! Es paranoia. Yo creo en la teoría de que el hippie te curó con su espada de amor y paz. Si te hubiese querido matar haría tronar sus dedos y ya, te revienta como una hormiga.

"El hippie" realmente luché conmigo misma para no darle un puñetazo en el rostro, me contuve.

—Su nombre es Rafael, llámalo así. Aunque tu padre es una mierda yo lo llamo por su nombre, trata de manejar tu boca.

Ax se apoyó en el sillón con sus brazos y me sonrió de manera burlona. Sabía porqué lo defendía y eso me bastaba para querer ahorcarlo.

Axael heist no podía saber tu secreto...te manipularía por él a su beneficio.

Eisah y Astaryam se dieron una mirada cómplice.
—¿Estás bien? Eso fue verbalmente agresivo.

—¿Sólo puedo hacerlo físicamente? Creí que las groserías no le pertenecían a los hombres.

Ax dio un suspiro.
—Que le dé un beso dice, así se le baja el odio.

Se acercó a mí. Iba a besarme maldita sea. La mano de Astaryam cortó su trayectoria.
—Morir es una buena forma de celebrar ¿no es así hermano?

Ax hizo un sonido con la boca que me irritó a no más poder.
—Aguafiestas. Deberíamos salir a mover esos botes y darle a nuestros pulmones un poco de la linda planta creada por tu papi, Hayden.

—¿De qué cosa?

—Marihuana.-dijimos al unísono.

—No fumaré eso. Oh no, me dan terribles dolores de cabeza luego.

Era mentira, pero no quería bajar la guardia con Ax al lado. Había algo en él que me ponía nerviosa, era acogedor y todo pero aveces lo sentía muy...coqueto hacia mi.

Sólo quería estar equivocada.

—No. Vayan ustedes, Álexi y yo nos quedamos a tener sexo.

Hayden. Él debía llamarme así, ése era mi nombre y aún no podía acostumbrarse. Era como si sólo lo escupiera cuando estaba encabronado o a punto de perderme.

ASTARYAM. [EDITANDO]Where stories live. Discover now