Capítulo 35

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Los Ángeles En El Zoroastrianismo.

Las primeras menciones históricas de seres alados se encuentran en el zoroastrianismo, una antigua religión monoteísta que se piensa dio origen al concepto de un solo dios bondadoso. El zoroastrianismo menciona siete seres buenos que ejercen la misma función que los ángeles, y siete seres malos que coinciden con el concepto judío de los ángeles caídos. En el zoroastrianismo también existe el concepto de 20 emanaciones del Espíritu que con el tiempo se reflejan en la literatura zoroástrica como arcángeles de Dios.

Los Ángeles En La Religión Sumeria.

La religión sumeria no tuvo un concepto de los ángeles, pero incluía la idea de que cada ser humano tenía un espíritu. Este espíritu se representaba como un humano con alas, comparable al ángel de la guarda. Se piensa que la idea de los espíritus acompañantes de las almas en la religión sumeria influyó en el desarrollo del concepto de los ángeles en la religión judía.

Los ángeles en la religión egipcia.

La religión egipcia tampoco tenía ángeles como se conocen hoy, pero tenía diosas aladas. Las diosas Nut e Isis aparecen en los antiguos relieves, pinturas y otras expresiones artísticas egipcias como seres alados.

Nut se podría comparar al Ángel de la Muerte. A ella se le invocaba para que protegiera a la persona muerta y la llevara al cielo.
Isis, con sus alas, devolvió la vida al dios Osiris.

Los Ángeles En El Hinduismo

El hinduísmo tiene unos 3,000 años de existencia. En su panteón contiene a los gandharvas y los devas, que son seres muy similares a los ángeles. Los gandharvas son representados con alas y son seres musicales como los ángeles de los coros celestiales en el cristianismo. Los devas son seres luminosos que ayudan a los humanos en sus búsquedas espirituales.

ÁLEXI

Pasé las manos repetidas veces por mi cara. Había leído la mayoría de libros que "aparecían" en mi habitación. Desde que pasó lo del ángel en el bosque que cada día aparecía un libro nuevo en los pies de mi cama, por un momento sospeché que podía ser Astaryam. Pero él dormía a mi lado, yo podría sentirlo o verlo si es que lo hacía.

Además cada vez que despertábamos y veía un libro diferente me miraba a los ojos para preguntar:
"—¿Y este libro?"

Yo cada vez que esto sucedía le respondía:
"—Traigo algunas cosas del despacho del que era mi padre para leer."

Nada más.

Sabía que era alguien del cielo porque sólo eran libros que hablaban de nosotros. Y nadie más en esta jodida casa alimentaría mis ganas por ir a ver un ángel.

O era Rafael o mí padre, Miguel.

Que a pesar de no venir a buscarme o dar una señal tan clara yo lo sentía conmigo. Y estaba segura de que ése hombre en el bosque era él.

Lo más que quería ahora era ver su rostro, para preguntarle el porqué de su ausencia.

Y el porqué de mi memoria débil.

Ansiaba respuestas.

Por ahora sólo tenía a alguien cercano a él.

ASTARYAM. [EDITANDO]Where stories live. Discover now