Capítulo 42

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                                   HAYDEN

—Tengo que verlo, tiene que saber que recuperé mi memoria. Eisah, soy la única que puede traerlo de vuelta.

—Te partiste el cráneo en dos partes hace no más de siete horas. No puedo dejarte ir, tienes que regenerarte.

Me coloqué las zapatillas de todas formas, si no me decía dónde podía encontrarlo yo iba a rastrearlo. Seguiría su hedor a sangre.

Al carajo, no iba a quedarme de manos cruzadas mientras que mi esposo vampiro-demonio, quien era mi responsabilidad mataba gente.

Podía tenerle miedo a cualquiera pero no a Astaryam.

—Ambas sabemos que Astaryam puede matar a Ax si no lo detengo. Él se irá al infierno y lucifer se dará cuenta de que él lo traicionó ¿estás dispuesta a perderlo?

Eisah era una de las personas más emocionales que había conocido en mi vida, su corazón no la dejaba hacer daño a otros.

Ella parecía más ángel que yo.

Me dió la espalda, siempre lo hacía cuando no quería mostrarme sus sentimientos. Era muy expresiva.

—Eis.-le dije dando un suspiro.
—Soy inmortal, no pasará nada.

Ella maldijo en voz alta unas cuantas veces hasta que al fin habló:
—En el árbol rojo, está atado. Ax lo cuida. No puedo interrumpir en esto así que más vale que te cuides porque no podré salvarte si algo pasa.

—Gracias. No mires por la ventana.–le aconsejé antes de mover mi hombro para estirarme.

Sentía que mis huesos estaban alineándose.

Salí corriendo hecha un rayo hacia afuera. La cabeza me zumbaba pero nada más, era algo con lo que podía lidiar.

Había sufrido más que eso.

Me llamó la atención el hecho de que llevara mi argolla de matrimonio aún en el bolsillo, cuando mi orgullo hablaba por si sólo actuaba como una estúpida.

Logré ver el cabello rubio de Axael, estaba con las manos en los bolsillos viendo hacia adelante.

Le llamábamos árbol rojo porque ése nos retenía cuando había ira en nuestros cuerpos. Funcionaba de forma mágica, era como una especie de guardia.

Nos pegaba como un imán a sus raíces y tronco cuando se percibían altos niveles de destrucción.

Nos protegía a todos los que vivíamos en casa.

Fue mi mejor idea.

—Axael ¿cómo está Astaryam?

Él se giró rápidamente.
—Debes haber perdido una gran parte de tu cerebro, porque no hay explicación para que seas tan idiota.

Le di una patada en los tobillos. Gritó ante el dolor.

—Toc toc.–le dije.

Él gruñó con fuerza.
—No diré eso.

—Vas a tener que hacerlo si quieres saber qué sucede.

—Hija de perra.–murmuró enfadado.
—¿Quién carajo es?

Sonreí un poco, me sentía de vuelta de vacaciones.
—Hayden. Apuesto a que quieres saltar de la emoción.–solté de forma sarcástica.
—Estuviste abusando de mi nobleza e ingenuidad por mucho tiempo Axael Heist, soporté tus cochinadas bastante.

Él se echó a reír un poco, apuntó con su cabeza a Astaryam que estaba amarrado con una cuerda. Sus manos completamente manchadas de sangre, su boca se veía negra por el constante líquido succionado y creo que tenía la mitad de la cara echa basura.

ASTARYAM. [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora