Capítulo 10

656 47 4
                                    

                                           ÁLEX

Si alguien me hubiese dicho que estaría frente a un hombre semi desnudo, me reiría en su cara. No imaginé que algo así me pasaría a mí, eran cuentos, sólo novelas muy fantasiosas.

El tener a Astaryam allí, me borró cada pensamiento coherente de la mente.

Mi pulso se aceleró como nunca antes.

Él no sonrió, tampoco se burló, quizás lo que había hablado con Axael le había afectado.

Me metí a la cama, miré el techo. Por primera vez me fijé que habían unos extraños símbolos pintados allí, con un rojo brillante.

¿Qué significaba eso?

Él se acostó a mi lado, el silencio me ponía más nerviosa de lo que ya estaba.

Optó por la misma posición mía.
—¿Qué es lo que tanto miras?

Podría haberle gritado, pero no fue así. Sentía frío. Las frazadas no eran suficientes, se suponía que debía hacer calor como la vez anterior.

Me giré dándole la espalda, oculté toda mi piel bajo las sábanas de seda ¿Acaso tenía la maldita ventana abierta?

Su brazo caliente rodeó mi cintura, acunó mi cuerpo entre sus brazos tibios.

Me relajé tanto que tuve que morder mi boca para no soltar un suspiro.

—¿Estás bien?

—¿Por qué no lo estaría?-dijo.

Me tensé. Él lo notó.
—¿Qué tienes con Axael? Eso de tratarlo tan bien es...sospechoso.

—Lo es más el hecho de que estés abrazándome.

Me tiró de las caderas para que pudiera mirarlo. Bajé mi vista a su pecho, el collar azul relucía. Brillaba.

—Soy tu esposo, he hecho más que sólo abrazarte. Para mí no es nada extraño ¿tus hormonas están revoloteando verdad?

Me sonrojé brutalmente, los nervios me dejaron en silencio. No sabía cómo responderle eso.

Pero alguna grosería servía:
—Tú no eres mi maldito esposo.

Normalmente se reiría, pero solo contestó:
—Soy más que eso, ángelito, soy el amor de tu vida. Tremenda sorpresa ¿verdad?–dijo ironizando la última parte.

—¿El qué?-le respondí con fiereza.

¿Por qué siempre tenía respuesta para todo? ¿Por qué siempre debía dejarme en silencio tan solo con una frase?

—El que tú corazón sea el dominante por sobre tu cabeza.

—Hélix dij...no menciones a ese chupa culos.-me interrumpió.
—Es pura mierda celestial.

—Creí que podríamos conversar esta noche, me equivoqué. Sigues desparramando estupidez.

Él bostezó de manera burlona, su aliento envolviendo mi rostro.
—Siempre estoy abierto a atender a mis clientes, nenita.

Achiné los ojos.
—No soy un cliente.-le recordé.
—Soy tu esposa ¿no?

Decir eso con aires de arrogancia fue lo mejor que había hecho. El copiar su tono de voz y sonrisita burlesca se me hacía más fácil de lo que creía.

—Muy cierto señora, si eres mi esposa deberías complacer a tu marido ¿no?

Hijo de perra machista.

Abrí mi boca para insultarlo pero sonrió.

—Sólo estoy jugando, aunque no lo creas, en el infierno no somos machistas.

ASTARYAM. [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora