Capítulo 26 2/2

393 34 2
                                    

ÁLEX

—Ya sabes lo que dicen, ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón.

Astaryam agarró mi mano al estar ya lejos del auto, sin mirar apuntó al carro negro y lo cerró con un botón.

Presumido.

—¿Qué veré aquí?

—¿Recuerdas los cuentos de terror para niños?

Asentí un poco, aunque estaba segura de que yo misma los había leído. No creo que alguien lo hubiese hecho para mí, no tenía una figura paterna presente.

—Sí, los conozco.

—Bueno, todo los monstruos de los que los humanos hablan son reales. Existen. Y hay algunos en esta cueva.

—¿Fantasmas?-pregunté.

Él asintió con normalidad.
—No te preocupes, eres más imponente de lo que crees. Además se cagan los pantalones cuando me ven, estás a salvo.

—¿Tu concepto de cita es traerme a un lugar donde hay fantasmas, demonios y dios sabe qué más?

Astaryam chupó su labio inferior al llegar a la reja del local. Se veía bastante pequeño, casi como una cabaña de verano. No sabía porqué vestiamos tan elegantes.

—Sí, quiero mostrarte de dónde vienes ¿eso te asusta?

Bajé la cabeza y miré mi anillo color rojo. Mis manos blancas se veían pequeñas al tener semejante piedra en los dedos.

—¿Cómo entramos?

Me agarró la mano firme y dejó un beso en el costado de mi cabeza. Solo dimos un paso adentro y sentí como si hubiese pasado por una cortina plástica. La sensación era extraña, como si estuviese en otro lugar.

Se veía igual pero ahora podía ver a la gente que estaba parada afuera. Justo en la puerta.

Ése pequeño paso me sacó la venda de los ojos.

—¿Qué hago si alguien me saluda como si lo conociera de toda la vida? Eso me pasa seguido.

Astaryam pasó por entre la gente, me tapó el cuerpo para que nadie me mirara de más. Habían hombres muy extraños.

—¿Recuerdas lo que leíste en tu diario? Pues sé así. Solo dejate llevar y nota bien...estás entre gente mala, álexi.. Nadie de los que están aquí merecen tu simpatía.

Una manera sutil de decirme que fuera una hija de perra con todos, me gustaba.

—¿No hay ángeles aquí?

—Solo he visto uno.

Caminamos al interior de la cabaña, él era como un hielo duro y estremecedor a mi lado. Solo sé movía para mirarme a mí.

—¿A quién?

—A ti.-contestó.—Pero siempre hay hermanastros tuyos por aquí.

Miré hacia los lados. Esto lucia gigante, me recordaba a uno de los hechizos de hermione en harry potter. Construyó una carpa que a penas se veía en el bosque, pero al entrar, parecía una casa de dos pisos con muchos metros de largo.

Esto se veía igual.

Vi un hombre con corte moicano. Era tan blanco como un vaso de leche y vestía de negro, tenía botas con puntas y cadenas en sus brazos.

Se veía como si te fuera a moler de un golpe.

Chicas con el cabello corto y pantalones de cuero negro. Otras con vestidos cortos que solo tapaban un pequeño porciento de su trasero.

ASTARYAM. [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora