ASTARYAM. [EDITANDO]

N°8

                                                                                HAYDEN

Se cree que el nombre de Metatrón significa » El que comparte el trono y que se sienta como flotando detrás de Dios», otros dicen que es uno de los Arcángeles más poderosos y por eso lo llaman «pequeño Yaveh».

En una de las ramas del cristianismo que trata de este Arcángel; dice la Biblia, en el nuevo testamento, en el texto que hace referencia al profeta Enoc ( bisabuelo de Noé), cuenta que Metatrón transformado en Ángel, intercede ante Dios a favor de los ángeles caídos. Enoc también viaja al árbol de la sabiduría y se transforma en Metatrón, también conocido como el «pequeño Yahvé». Según la mitología hebrea, el texto del Zohar (hebreo), que es la fuente de la Kabala, dice que Metratón fue el Ángel que guió al pueblo de Israel a través de su éxodo de Egipto hacia la tierra prometida. Metratón cumplió un papel importante en la tradición rabínica y las escrituras cabalísticas. El libro de Enoc describe a este ángel como el ser primordial más alto de todo el reino celestial de la creación. Transmite las órdenes a los ángeles y arcángeles.

En el Judaísmo existe la creencia que Metatrón es el ángel iluminador que dirige la ascensión del cuerpo de luz del ser humano, guardián de los registros akásicos, jefe de los ángeles de la muerte y patrón de los niños.

Físicamente se define como un ser de fuego divino, con 36 pares de alas y 365 mil ojos, los cabalistas lo ponderan como el más poderoso de los serafines, que en general sólo cuentan con 3 pares de alas. Metatrón, en cambio, tiene este número, multiplicado por 12 (que son las tribus de Israel).

Asi que básicamente le había dicho idiota al serafín más cercano a dios.

Bien hecho, me llenaba de orgullo mi deseo por el suicidio.

Estaba sentada bajo el árbol con manzanas, querían burlarse de mí. Dos pecados juntos aislados.

—Lo peor es que los humanos realmente creen que Dios condenó a Adán y Eva por una manzana.

—Ah y según tú ¿cuál es la verdad?

Miré sus manos y sonreí al verlo con mi espada.

—Condenados porque tuvieron sexo sin consentimiento de él. Se comportaron como humanos y aún así los echaron del paraíso.

Hélix se sentó a mi lado aún cuando le prohibieron acercarse a mí y al jodido árbol.

—Dios sólo les puso una regla y fallaron.

—Sí. Y tú te cogiste a tu media hermana pero aquí estás, caminando por los valles sagrados.

Hélix se levantó horrorizado, se sonrojó mucho. Hace tiempo que no pasaba eso.

—No es cierto, no somos nada. No compartimos sangre...¡Te dije que dejaras de hacer eso!

—Por supuesto que no. Tú y yo lo único que compartimos es el odio al infierno. Pero casi te cagas, lo olí.

Rodó sus ojos con una sonrisa divertida, volvió a sentarse y me pasó la espada tallada con mis iniciales. La toqué, tenía tantas vibraciones, se medía por las vidas tomadas en nombre de dios y vaya que había luchado por él.

Quizás por eso me tenía tanta paciencia, a comparación de los demás mis decisiones eran tomadas porque las sentía, no sólo por obedecer a ciegas. Eso le gustaba.

—Hay una misión para ti. En un pueblo de Estados Unidos hay una familia entera de licántropos y con eso hay mujeres híbridas, vampiros y demonios...hasta brujas. Un nido de serpientes.