{Semana 1}

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¿Qué es un amor tóxico? Ella lo definiría como asfixiante, doloroso, degenerativo.

Tantos libros leídos le habían hecho entrar en razón.

Ella y Astaryam no eran tóxicos, los habían hecho creer eso...pero era una vil mentira.

Él mentía para salvar su vida.

Él escondía cosas para no romper su corazón.

Él era la única persona que ponía una barrera cada vez que pasaba de los limites.

La protegía de su propia destrucción.

¿Es eso tóxico? Creer que el blanco y el negro no pueden estar juntos, es perdida de tiempo.

Existe el maldito gris, cubre el cielo y las nubes cuando la lluvia está acechando. Eran fuerza, determinación.

Por eso nadie los quería juntos.

¿Quién querría a un gigante con ansias de justicia? ¿quién en su sano juicio aguantaría a un animal con una sola debilidad, el amor?

Tal vez ellos no lo veían pero no eran tan diferentes. Presumían de ser héroes y los otros villanos, pero ambos eran padres.

Y ser papá cumple con un papel en especifico, proteger del mal.

Polos opuestos.

Cielo e infierno.

Agua y sequía.

Pero unidos, sólo por una sola causa...separarlos.

Alejarlos el uno del otro y cosechar la desconfianza.

Por primera vez en mucho tiempo ella estaba segura de algo, no debía separarse de Astaryam.

Él ahora estaba acostado, quería tenerlo en su cama porque allí se sentiría más cómodo. No despertaba. Parecía dormido.

Realmente estaba inconsciente.

Se quedó a su lado, debió tomarlo por imprevisto el ser atacado. Por la forma en la que derribó a Rafael supo que no era alguien débil al que podían herir fácilmente.

Se había desconcentrado por su culpa.

Como siempre, ella.

—¿Cuánto tiempo estará así?

Eisah suspiró.
—No estoy segura, probablemente unos días. Explotaron sus órganos, no tiene riñones, ni hígado, nada. Respira sólo porque es inmortal pero eso no quiere decir que su cuerpo sea especial. Ha estado mucho tiempo en la tierra, se ha adaptado.

—¿Su cuerpo está regenerando sus órganos?

Eisah asintió sin dejar de verlo.

—Puede estar así por días, todo depende. Ésa espada lo quemó por dentro como si fuese un pollo asado.

La miró, ya se había contagiado por Ax. Quien a propósito estaba en el living, ocupado con la botella de whiskey. El hermano menor se sentía en deuda, no debió bajar la guardia. Él sentía que tuvo que estar allí cuidando su espalda.

Tuvo que oír a su esposa, aunque ella no tenía memoria de lo peligroso que era estar separados. Seguía con eso, ése pequeño instinto de protección.

Le daba pena verla, Axael era consciente de lo mal que estaba. Pero ver que aún teniendo poco conocimiento de lo que habían pasado...le temblaran las manos, fue desastroso.

Ella recordaba que todos le decían que la belleza era poder. Podíamos manipular a cualquiera, ser la envidia de todos.

Había algo que sí tenia presente.

No era tan bonita, era más bien exótica.

¿Y qué significa eso? Ser linda de un modo salvaje y extraño, llamar la atención por lo rara que podía ser. Tener rasgos grotescos pero agradables.

Era exótica porque no era de aquí. Eso es porque no pertenecía a los ángeles completamente pero tampoco a los humanos.

Exótico significa raro.

Y ella, se conformaba con eso.

—Quiero pedirte algo.-le dijo, aún mirando el rostro de Astaryam.

—¿Sí? Dime.

Su vista se fue a sus ojos.
—Quiero protegerme a mi misma. Es hora de ser independiente ¿puedes ayudarme con eso?

Ella negó con su cabeza.
—Un poco. El que puede ayudarte es Axael, él es de lo que debes protegerte. Si te enseña a propinarle daño...estarás a salvo.

—Eisah, yo...¿no puedo comunicarme con él? Ya sabes, se supone que un ángel puede hacer cosas con la mente y ese tipo de mierda.

Mantuvo sus ojos a medio abrir, quizás no entendía lo que hablaba.
—¿Hablas de hablar telepáticamente?

Pestañó un poco, si lo decía así sonaba extraño.

—Eh, algo así. Yo creo.-aclaró su garganta.

—Puedes hacerlo siempre y cuando desarrolles completamente tus dones, pero dime algo ¿tanto deseas hablar con él?

Ella, la chica de ojos agatados mintió negando con su cabeza.

—Sólo aprovecharé esto para valerme por mi misma. Quiero sobrevivir sin que Astaryam esté en mis sombras.

—Eres rebelde.-le dijo la bruja con una sonrisa ladeada.—Ya casi floreces.

—Prefiero ser rebelde a dejarme esclavizar por el cielo.

ASTARYAM. [EDITANDO]Where stories live. Discover now