Trigésimo Cuarto Rugido

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- ¡Lionna Rouge!

- Mmmnnoooo... Cinco minutos más...

- ¡Lionna Rouge, despierta!

- Petit lion, ya te dije. No tiene gracia levantarse temprano en vacaciones. ¡Te daré todo el cereal que quieras, pero, por amor de Dios, déjame dormir en paz!

- ¡Lionna Rouge, por favor, abre tus ojos!

- ¡No me digas así aquí o te van a oír, solo dime Al...!

*DOING!*

- OUCH!

Alya despertó del golpe en su nariz, sentándose sobre el suelo, pero entrecerrando sus ojos a causa de la gran cantidad de luz a su alrededor. ¿Aún era de día?

- Por las barbas de Odín... ¡De verdad funcionó! - Dijo una voz femenina.

- ¿Siempre reaccionas así de sorprendía ante esto? – Replicó otra voz femenina más relajada.

Y mientras las oía discutir, Alya reaccionó recordando lo que había ocurrido.

La morena se sentó sobre el suelo, esperando ver las marcas de golpes y raspones que tenía su cuerpo a causa de la pelea contra William Furaha.

Pero no había ninguna.

- No es posible...

Todos los moretones que había sufrido se habían desvanecido. Las raspaduras se habían borrado. Incluso el golpe en su nariz que le dio Daniel había dejado de doler.

- ¿Da... K.Lion? - Preguntó Alya muy sorprendida, mirando finalmente al muchacho sentado a su lado, debatiéndose entre la sorpresa y la alegría.

- Hola, Lionna Rouge... – Empezó a decir el aludido. - Me alegra tanto saber que estás bien...

Alya miraba sorprendida cómo es que, al igual que su cuerpo, el de K.Lion también estaba recuperándose lentamente, luciendo ya casi tan saludables como estaban al comienzo de la pelea. De pronto, desde detrás de ellos saludó una chica que hablaba en un tono alegre y calmado.

- Mucho gusto, Lionna Rouge. soy Sioux.

- Yo soy Gevir. – Dijo otra chica a su lado.

- Y yo soy...

- ¿The Swan? – Preguntó Alya sorprendida, cortando la presentación de la enmascarada.

- En serio, empiezo a pensar que no tuve nada de sutileza al moverme por la ciudad. ¿Cómo todos saben quién soy aun cuando jamás los he visto antes? – Protestó la heroína de blanco, haciendo reír a todos excepto a Alya, quien apenas y entendía lo que pasaba.

No fue hasta entonces que la reportera reparó en que las tres heroínas estaban hablando con ella a través de una pared brillante y traslucida, mientras que K.Lion permanecía sentado en el suelo a su lado. Entonces la mujer percibió que ambos estaban encerrados en una especie de domo de energía que, curiosamente, tenía una forma similar a la cabeza de un lobo.

- ¿D-donde...?

- Es mi poder. - Empezó a decir Sioux. – Puedo curar al menos a tres personas antes de destransformarme.

Alya se quedó mirando atónita a los héroes a su alrededor, y de pronto su mente aun aturdida cayó en cuenta de algo.

- ¡Ah! ¡Mi rostro... Ustedes conocen mi rostro!

- ¡T-tranquila! – Exclamó Gevir. - ¡N-no te conocemos!

- Exacto. – Añadió Sioux. – Eres una de nosotros, así que tu identidad está a salvo. Además... Si K.Lion no me hubiera dicho que eras tú, no habría accedido a curarte. No puedo arriesgarme a curar a todos los civiles, o podría quedarme sin poderes.

Miraculous Chronicles - A Lion's TaleNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ