Octavo Rugido

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El anochecer llegó bastante rápido.

Apuré el paso hacia el centro médico Strange; el cual los medios seguían advirtiendo que estaba bajo el ataque de un monstruo. Al principio, creí que no era más que una exageración del noticiero; tal vez solo un tipo muy grande que peleaba como un monstruo o alguien feo como un monstruo. Pero la imagen que mostraron en pantalla, aunque estaba distorsionada y no era más que una silueta,  era más que suficiente prueba para demostrar que iban en serio: una figura de al menos 3 metros, de contextura esquelética y con cuatro brazos puntiagudos como navajas y algo que parecía ser una cola. Y por lo que aparecía en los metrajes de la policía (que tampoco consiguieron una imagen limpia de la criatura), sólo se dedicaba a gritar y destruir todo lo que se le pusiera en frente.

- Perfecto... ¿Y ahora qué? - Dije mientras miraba a través de las noticias en la pantalla que tenía en mi lanza.

Esta vez estaba perdido. No tenía ni idea de qué haría contra algo así. Hasta entonces había enfrentado sólo humanos con armas y aún así, sólo gané por ser más rápido o más fuerte que el resto, ya que mis habilidades para pelear son pésimas hasta el día de hoy.

Si hace 3 semanas me hubieran dicho que me enfrentaría a una criatura monstruosa enfundado en un traje rojo y con una lanza en mano, me habría muerto de risa. Pero ahora aquí estaba; seguro de haberme ganado la madre de todos los castigos y, como si de un cómic se tratara, seguro de haberme puesto frente a un aberrante ser salido de las más feas pesadillas.

- Bueno, si tengo mis poderes es por algo... ¡Hay que intentar! - Dije en voz alta mientras cerraba la pantalla y corría a toda velocidad por los techos.

De la nada; una silueta me alcanzó y empezó a andar a mi lado. Al mirar con detalle de quién se trataba, no pude evitar sonreír aliviado.

- ¡Ymir!

- ¡Es Gevir, K.Lion! No soy tan alta... (*) - Dijo la corpulenta heroína mientras se reía y extendía su puño en señal de saludo, al cual respondí de inmediato. - Te estuve buscando desde la noche de la bodega, ¿Tus papás no te daban permiso para salir a jugar?

- Podría decirse. - Dije entre risas. - ¡Me alegra que hayas mantenido limpio el lugar mientras no estuve!

- Bueno, la golpeadora de villanos #1 de Midgard debe mantener el título. - Dijo mi compañera nórdica, tronando sus dedos.

- ¿Crees que tendremos apoyo? Esa cosa parece ser bastante peligrosa. - Dije algo nervioso.

- Lo dudo, Leoncito... La bestia esa ha ahuyentado a toda la fuerza policial. Incluso el equipo S.W.A.T. se ha visto reducido. Según transmisiones de radio de las fuerzas de ataque que se metieron al centro médico a pelear contra eso, ha resistido balazos y hasta disparos de lanzagranadas, sin contar que ningún policía o agente que haya entrado ha salido hasta ahora. El ejercito dijo que llegaría en una hora, y hasta entonces sólo se ha optado por dejar a la gente en ese lugar a su suerte. Lo que sea que es eso, nadie lo ha podido detener.

De pronto, noté la mano de Gevir temblar levemente.

- ¿E-estas asustada? - Dije, preocupado por la respuesta.

Ambos paramos en seco. Gevir se quedó mirando al vacío con una sonrisa, aunque incapaz de cubrir sus nervios.

- Yo soy descendiente de Vikingos, K.Lion. Para nosotros el miedo esta prohibido. Quien quiera entrar al Valhalla, el reino de los dioses, debía pelear hasta morir sin temor y con toda la brutalidad que pueda. ¡De eso depende nuestro orgullo al morir! Mi temblor no es por miedo... Es por emoción. Si morimos este día, moriremos de una forma orgullosa, ¡Y llevándonos esa cosa con nosotros!

Miraculous Chronicles - A Lion's TaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora