Take me home

Far Away

Su mano tembló, no quería hacerlo pero si fallaba ¿qué sucedería con A-Ning?

Wen Qing miró a su alrededor y su mirada cayó sobre un pequeño bebé durmiendo tranquilamente en su cuna. Se acercó y luego miró a su alrededor, si Wen Chao encontraba a este niño...

Abrió y cerró las manos con ansiedad, no podía permitirlo. Miró al jaguar, quizás era muy tarde para él pero esta criatura... era inocente, al igual que su propio hermano. Rápidamente se apresuró a tomar al bebé y se dirigió al armario.

-Portate bien ¿ok? no vayas a despertar por favor- susurró mientras colocaba al pequeño dentro y lo cubría con las mantas, así por lo menos no tendría frío.

-Wen Qing ¿qué te está tomando tanto tiempo?- Wen Chao se quejó asomándose a la habitación, para ese momento la mujer ya se había colocado al lado del jaguar y tenía una jeringa en su mano y en la otra sostenía un acceso a la IV de Wei Wuxian.

-Ya está- contestó mientras inyectaba la solución en la jeringa.

Wen Chao sonrió y se acercó al jaguar, sin embargo, su sonrisa se desvaneció cuando alcanzó a ver un poco del pecho descubierto del jaguar, con que ahí estaba la marca de Lan Wangji. Una mueca desagradable apareció en su rostro.

-No pasará mucho tiempo para que haga efecto, tenemos que irnos- murmuró Wen Qing solo para darse la vuelta y encontrar a Wen Chao con un bisturí en su mano -¿qué estás haciendo?- se alarmó pero no pudo detener al hombre antes de que este usara el objeto afilado para cortar la marca con todo y tela en el camino.

Esto, por supuesto, sacó al jaguar de su sueño, el cual reaccionó gritando de dolor, sintiendo como su vínculo con Lan Wangji era atacado.

Wen Qing se sobresaltó y detuvo el siguiente movimiento de Wen Chao, si seguía de esa manera serían descubiertos.

-¿Qué creen que están haciendo?- unos fríos ojos rojizos se materializaron en una esquina y no pasó mucho tiempo para que la figura de Luo Binghe emergiera de las sombras.

-Ustedes...- Wei Ying no sabía lo que estaba pasando pero pronto eso dejó de importar pues una nueva ola de dolor asaltó su pecho y no pudo evitar gritar, esta vez no había sido un objeto punzocortante sino el líquido que Wen Qing le había administrado sin saberlo.

-Duerme- fue lo que dijo Luo Binghe levantando su mano, la cual emanaba una energía oscura, hacia el jaguar.

En ese momento Wei Wuxian sintió como si un cuchillo afilado cortara su vínculo con Lan Wangji, el dolor fue demasiado, a tal extremo que por un momento estuvo seguro de que había muerto y después de ese momento... ya no pudo sentir nada más.

Luo Binghe se acercó y tomó en brazos a Wei Wuxian, acomodándolo en la cama y presionando la herida en su pecho, descontento.

-Tenemos que irnos- dijo Wen Qing una vez que escuchó los sonidos de personas corriendo hacia la habitación.

-Sácanos de aquí- ordenó Wen Chao a Luo Binghe, aún era demasiado pronto para poder cumplir sus ambiciones pero esperaría, después de eso, Wei Ying sería todo suyo.

Luo Binghe, de mala gana, tomó a los dos presentes y los llevó a las sombras, desapareciendo de ese lugar tan solo un segundo antes de que las enfermeras irrumpieran en la habitación llevando la máquina de monitoreo de ritmo cardiaco.

Ese día Wei Wuxian fue declarado muerto.

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El funeral del jaguar se realizó en un día nublado, por la tarde. El féretro descendió y lentamente fue cubierto con tierra. Lan Wangji permaneció mucho tiempo de pie, contemplando el que sería el lugar de eterno descanso de su pareja. Incluso cuando el bebé en sus brazos se despertó y comenzó a llorar suavemente no abandonó su lugar.