Sacrificio

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Shang Qinghua maldijo. No hacía mucho que había logrado escapar de Wen Xu y sus perros, había tenido la suerte de encontrar ayuda en miembros del clan Lan, pero no tenía la suficiente fuerza como para que los Wen regresaran por él después de que sus heridas se hubieran curado.

Miró con impotencia su brazo roto y siguió corriendo, si se hubiera curado más rápido pudo haber volado lejos de esos malnacidos y vuelto al lado de Mobei-jun ¿cómo es que su suerte era tan mala?

Pensándolo bien, quizás no era tan mala, por lo menos él había podido escapar por un tiempo, al contrario que Shen Qingqiu. Negó con la cabeza, no era algo de lo cual alegrarse pero necesitaba verle el lado positivo a esto, el problema ¡es que no había ninguno!

Tropezó con la raíz de un árbol y estuvo a punto de caer pero se estabilizó con rapidez. No podía perder ni un solo segundo, esos perros lo alcanzarían en cualquier momento. Lloró internamente un momento más mientras seguía corriendo. Era tan injusto que lo persiguieran de esa manera solo por quien era su pareja ¡era tan malditamente injusto!

"Mobei-jun ¡date prisa y sálvame!" lloró internamente.

Tropezó de nuevo y esta vez cayó. Rodó colina abajo pero no se lastimó, sin embargo, no pudo levantarse por un buen rato debido a las heridas que ya tenía y ese fue el tiempo que les tomó a los Wen alcanzarlo.

-Parece que el ave ha caído- Wen Xu se acercó sonriendo como el gato que se comió al canario, casi literalmente -quizás esta vez deba de romperte una pierna, así ni siquiera podrás correr-

Al escuchar el tono malicioso en esas palabras el gorrión se estremeció. Se arrastró un poco hacía atrás y tomó una piedra, arrojándola a la cabeza de Wen Xu. El perro la esquivó y se rió.

-Tan patético- se burló.

Sin embargo, no esperó que otra roca lo golpeara de un costado.

-¡¿Pero qué...?!- sus palabras fueron cortadas cuando una bomba de gas estalló.

Al instante el hijo del líder Wen y sus hombres empezaron a toser. Ese momento fue aprovechado por Wei Wuxian para tomar a Shang Qinghua y alejarse corriendo una vez más.

-Gracias- gritó el gorrión mientras corrían -¿no pudiste traer un arma contigo?-

Wei Wuxian no se molestó en voltear mientras contestaba -tuve suerte de encontrar la bomba de humo, no pidas más- además, en su estado, no era como si pudiera cargar con todo un arsenal.

Shang Qinghua lo sabía y no discutió, el jaguar ya se estaba arriesgando bastante por él.

-¡NO LOS DEJEN ESCAPAR!- Wen Xu gritó con furia y los perros se lanzaron en su persecución.

Wei Wuxian no pudo evitar sentir escalofríos, odiaba a los perros, los lobos estaban bien, había vivido casi toda su vida en el clan Jiang después de todo, pero los perros... se estremeció y siguió corriendo sin mirar atrás.

Lamentablemente, su estado no le permitía exigirse mucho por lo que pronto su velocidad comenzó a disminuir. Negó con la cabeza, si los Wen los atrapaban bien podían estar todos muertos, no debía rendirse, no en ese momento. Sintió una punzada en su vientre e hizo una mueca de dolor.

-¡A-Xian!-

En ese momento la sangre en su cuerpo se enfrió, su hermana ¿qué en el infierno estaba haciendo ahí? Jiang Yanli corría hacía ellos por un costado, vio a los perros que los perseguían y su rostro se llenó de preocupación, sobretodo por el estado avanzado de embarazo de su hermano menor.

-¡A-Xian, corre!- tan solo le tomó un instante llegar a una conclusión y empezar a correr hacia los perros Wen.

-¡Shijie!- Wei Wuxian gritó y estuvo a punto de detenerse cuando vio a su hermana cambiar mientras corría.

Take me homeWhere stories live. Discover now