Take me home

Codicia II

La puerta se cerró con fuerza y Xiao XingChen se encontró entre la pared y un cuerpo fuerte e inamovible. Un fuerte aroma masculino lo envolvió y, aunque el movimiento había sido sorpresivo, la realidad era que nunca antes se había sentido más a salvo.

-Song Lan- murmuró, levantando la vista hacia la hermosa cara del hombre que, por cierto, continuaba desnudo.

-Lo siento- fue lo primero que el león dijo mientras parecía recuperar el control -el que alguien más te tocara... yo...- le era difícil encontrar las palabras y, cada vez que ese momento volvía a su mente, aquel donde ese hombre tocaba de esa manera a su querido Xiao XingChen, no podía evitar volver a enfurecerse.

-Está bien, lo entiendo- aseguró el jaguar colocando sus manos el fuerte pecho del león -la verdad es que, estaba un poco sorprendido- explicó -pero... no quiero ser tocado de ESA manera... por nadie más que por ti- admitió al final mientras sentía su rostro enrojecerse.

Esas palabras tardaron tan solo un poco en llegar a la mente del león, el cual parpadeó, completamente en shock, su ira se evaporó en un instante mientras se apartaba un poco del jaguar.

-XingChen... tú- 

Contempló entonces ese bello rostro del hombre que amaba, totalmente sonrojado mientras evitaba su mirada de una manera tan adorablemente tímida. Tragó fuerte antes de colocar sus manos suavemente en los hombros del jaguar, instándolo a que lo mirara.

-XingChen... ¿me amas?- dudó tan solo un poco antes de preguntar, esa era la pregunta que lo definiría todo, ya sea el inicio o el fin de todo en su relación.

El jaguar se mordió el labio, tan avergonzado, sin embargo, al final asintió antes de enfrentar al león.

-Te amo Song Lan- declaró fuerte y claro.

Esas palabras hicieron que el mencionado sonriera mientras su interior se llenaba de dicha -yo también te amo- admitió mientras llevaba su mano a la mejilla del jaguar, acariciándolo suavemente -te he amado desde hacia tiempo- agregó.

Xiao XingChen sonrió -entonces bésame- sabía que se había escuchado sumamente atrevido, sin embargo, mientras veía al león acercarse a él para luego posar los labios sobre los suyos, no estaba en lo más mínimo arrepentido por ello. 

Ese había sido su primer beso.

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-¡¿QUE?!- el líder de los leones se puso de pie de golpe golpeando su escritorio tan fuerte que los objetos temblaron y algunos cayeron al suelo, rompiéndose -repítelo- ordenó al centinela que había ido a hablar con él.

-Es tal como lo dije señor- el centinela enderezó su posición mientras informaba -uno de nuestros hombres ha sido asesinado- repitió -las marcas del cuerpo y las huellas en la escena indican que se trata de un jaguar-

Al escuchar eso el león gruñó, golpeando el escritorio. Se suponía que había una tregua de paz mientras Song Lan y Xiao XingChen se conocían entre si, el matrimonio y, por lo tanto, la alianza estaban seguros, entonces ¿porqué es que uno de sus hombres había sido asesinado? ¿acaso había sido solo una trampa de los jaguares para que bajara la guardia? ese solo pensamiento lo enfureció.

-¡REFUERCEN LA FRONTERA DE INMEDIATO, NO SE PERMITE LA ENTRADA A NINGÚN JAGUAR AL TERRITORIO!- ordenó.

El centinela se sorprendió -pero señor, el joven XingChen...-

-¡SÁCALO DEL TERRITORIO!- ordenó sin un miramiento, a su hijo no iba a gustarle pero no le importaba, tenía que proteger a los suyos sin importar que.

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Así, la conmoción se extendió en ambos territorios, el hijo del líder jaguar había sido expulsado del territorio de los leones el cual había sido cerrado bajo la orden de que cualquier intruso sería aniquilado sin juicio previo.