What I believe

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-¡SHIZUN!- Luo Binghe gritó mientras veía la columna de fuego que rodeaba a su pareja, nunca lo había visto tan enojado.

Wen Ruohan restrocedió -¡traigan a Mobei Jun!- ordenó a sus subordinados.

Varios perros Wen corrieron a hacer eso mientras Luo Binghe se retorcía internamente, estaba muy herido pero aún así debía de hacer algo para ayudar a su pareja o si no consumiría toda su vida con esas flamas del infierno.

El chillido de un fénix resonó por todo el lugar y la columna se hizo más gruesa mientras que el calor infernal aumentaba.

-¡Retrocedan todos!- varios perros Wen gritaron desde el exterior pues la columna había atravesado el techo y continuaba consumiendo todo a su alrededor mientras aumentaba su tamaño.

-Vamos- Mobei Jun apareció y ayudó a Luo Binghe a apartarse, salieron del edificio que no tardó en ser consumido.

-Debemos de hacer algo- el rey demonio de la guerra miró a su hermano -¿puedes?-

Mobei Jun miró a su alrededor, el fuego estaba alcanzando los edificios aledaños, a ese paso el complejo Wen no tardaría en arder por completo, sin embargo, aunque quisiera que los perros ardieran en el infierno, lo cierto es que desconocía la ubicación de su pareja, no podía dejar que se viera envuelto en todo ese caos y tampoco podía dejar morir a la pareja de su hermano.

Miró a Luo Binghe -no habrá una oportunidad para nosotros ¿verdad?-

El rey demonio de la guerra entendió lo que quiso decir y asintió -pero por lo menos podremos seguir con vida y algún día tendremos nuestra retribución-

Mobei Jun asintió y se dirigió a la columna de fuego, levantó sus manos e invocó su poder.

-¿Qué está haciendo?- preguntó Wen Ruohan -si hace algo fuera de línea su pareja lo pagará- amenazó.

Luo Binghe gruñó, no merecían que su hermano salvara sus patéticas vidas a riesgo de la suya. Sin embargo, por lo menos aquel jaguar ahora estaba a salvo de esos malditos perros.

Los ojos de Mobei Jun brillaron de color azul intenso y a su alrededor empezaron a formarse pequeños cristales de hielo, suspendidos en el aire, luego la tierra comenzó a temblar y por un momento todo lo que se escuchó fue el estremecimiento de la tierra y el rugido del fuego consumiéndolo todo... un momento después todo se detuvo de golpe.

La energía alrededor de Mobei Jun se expandió y la columna de fuego fue reemplazada de golpe por una enorme estructura de hielo. Enormes picos de hielo habían emergido de la nada, producto de la condensación del agua en el aire y de la extraída de la tierra.

Pequeñas chispas flotaban en el aire creando un espectáculo para la vista antes de que, de un momento a otro, se escuchara un gran "crack". Una fisura había aparecido en uno de los cristales y rápidamente comenzó a extenderse hasta que la estructura de hielo se derrumbó.

Los Wen empezaron a gritar y a correr por su vida pues los cristales continuaron cayendo dañando todo a su paso. Wen Ruohan gruñó, su clan estaba devastado y no era culpa de nadie más que de esos demonios. Volteó a tiempo para ver a Mobei Jun derrumbarse en el suelo y a Luo Binghe yendo a auxiliarlo.

-Apenas está con vida- murmuró el demonio de la guerra con cierto alivio para luego ponerse de pie -¡shizun!- y correr a buscar a su pareja.

-¡Padre!- Wen Xu y Wen Chao no tardaron en aparecer.

-Padre, tienes que hacer algo, Wei Wuxian ha desaparecido- se quejó su segundo hijo.

-¡Cállate!- ordenó Wen Ruohan, tomando en cuenta lo que había sucedido no tenía tiempo para enfocarse en un jaguar que había sido traído por capricho de su segundo hijo. Miró a Wen Xu -hazte cargo de arreglar todo este desastre- ordenó.

Take me homeWhere stories live. Discover now