Conflicto

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-¿Cómo es que la muerte de mi hijo puede tratarse como un accidente? Ese jaguar loco lo mató-

-¡Es un asesino!-

-¡Justicia! ¡Justicia! ¡Justicia!-

*****

-Es increíble, el clan Lan protegiendo a un asesino-

-¿No has escuchado? ese jaguar no solo enloqueció sino que desprendía un aura verdaderamente maligna-

-¿No es un jaguar negro? ¡debe ser un demonio!-

-El demonio asesinó a Jin Zixuan-

-Deberían asesinarlo ahora mismo, no vaya a ser que el pequeño engendro sea un demonio igual que él-

-¡MUERTE AL ASESINO! ¡MUERTE AL DEMONIO Y SU HIJO!-

*****

-Wangji...-

-Yo... no les permitiré tocarlo... aún si me cuesta la vida-

*****

-¡A-XIAN!-

+++++

-¡SHIJIE!- Wei Wuxian despertó, sobresaltado. Permaneció mirando el techo, intentando calmar su respiración, todo su cuerpo temblaba y estaba empapado en sudor.

Las imágenes en su mente eran confusas, no pudo asimilarlas de inmediato y, mientras más tiempo pasaba, más lentamente se desvanecían ¿por qué? ¿no eran esos sus recuerdos? sin embargo, no tuvo mucho tiempo para pensar en ello cuando escuchó unos pasos rápidos acercándose.

No pasó mucho antes de que Lan Wangji apareciera en la habitación, en sus manos llevaba una bandeja con un cuenco con agua fresca y paños limpios.

-Wei Ying- el tigre se acercó rápidamente, dejó la bandeja en la mesa de noche y se sentó en el borde de la cama -despertaste-

El jaguar lo miró por un momento, sin saber que hacer o qué decir. Sintió una de las manos del tigre acariciando su mejilla y solo entonces se dio cuenta de que había estado llorando.

-Wei Ying- Lan Zhan se veía terriblemente preocupado -¿cómo te sientes?-

Wei Wuxian no pudo contestar, una repentinas ganas de llorar cerraron su garganta y solo pudo extender sus brazos para abrazarse al tigre. Lan Wangji correspondió el abrazo mientras escuchaba a su pareja, murmurando contra su hombro.

-Lo siento Lan Zhan, lo siento mucho-

Ante esas palabras el mencionado se tensó un poco, pero se tranquilizó casi de inmediato para preguntar -¿qué es lo que sientes?-

Wei Wuxian negó -no lo sé- sollozó -solo sé que... pasaron cosas horribles- se abrazó con un poco más de fuerza -solo... solo déjame sostenerte ¿está bien?-

Lan Wangji asintió, su pareja necesitaba confort y era algo que nunca iba a negarle. El tiempo transcurrió despacio mientras permanecían unidos, disfrutando de la calidez contraria, sin embargo, no podían permanecer así por siempre. Algo renuente el jaguar se separó y miró al tigre.

-¿Qué sucedió?- parecía que sus recuerdos estaban mucho más perdidos de lo que pensaba.

Lan Wangji no contestó de inmediato, extendió su mano y tomó uno de los paños de la bandeja, lo humedeció en el agua del cuenco para luego frotarlo suavemente en el rostro de Wei Wuxian, limpiándolo.

-Perdiste el control-

Wei Wuxian no esperaba una gran explicación por lo que obedientemente dejó que Lan Wangji lo limpiara, no esperó, sin embargo, tan pocas palabras.

Take me homeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora