✧c.-022

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N/A: Sé que van a matarme, pero llevo mucho tiempo sin dormir y realmente tenía que acabarlo ahí xD

Cap dedicado a jeonyalty  ♡♡

Hoy os recomiendo 'Trouble' de Xiao y Jacob de VAV, es muuuy buena.

[...]

Yeontan estaba especialmente feliz de verlo cuando a las ocho en punto, Maggie entró por la puerta, quitándole el arnés para que pudiera correr libremente. TaeHyung iba saliendo del baño con su, usualmente enorme, albornoz blanco y la sonrisa en su rostro se hizo enorme cuando vio la bola peluda, que era su mascota, correr alegremente en su dirección.

"¡Pero mira quién llegó a casa!" aclamó el castaño, agachándose para recibir al pequeño monstruito de cuatro patas. Yeontan meneó la cola cuando oyó sus palabras, elevándose en sus dos patas traseras para llamar aún más la atención de TaeHyung, quién rió con gracia y ternura al mismo tiempo. "Mi niño guapo, ¿Ha ido bien el paseo?" Kim sostuvo en sus brazos al animal, acunándolo con un brazo y acariciando su panza con el otro.

"Yeontan se ha portado muy bien, como siempre." Maggie le dijo, sonriente por la escena. TaeHyung miró a la chica, devolviéndole la sonrisa y asintiendo. "¿Mañana quieres que venga o...?"

"No te preocupes, muchas gracias, Maggie. Mañana me encargo yo"

"De acuerdo, pues... Yo me marcho ya, Marie me ha dicho que hoy tienes una cena con el suegro de Yeontan" ella bromeó, relamiéndose los labios cuando vio a TaeHyung rodando los ojos.

"¡Margareth, no sabes guardar un secreto!" Marie dijo, sacando la cabeza por el marco de la cocina y fulminándola con sus ojos pequeños. "Eres una bocachanclas"

"Lo siento, Marie" se disculpó entre risas, siendo acompañada por el castaño. "Espero que te vaya bien, Tae."

"Oh... No es realmente una cita, sólo se lo debo por... Cosas." Se encogió de hombros, apretando los labios en una mueca que trataba de verse como una sonrisa.

"De igual forma, espero que vaya bien"

"Sí, yo también" rió entre dientes, soltando a Yeontan que luchaba por su libertad y dejándolo en el suelo. "Bueno, iré a prepararme antes de que llegue, no quiero que me pille en este conjunto tan casual y eso le dé más motivos para molestarme" suspiró, dando un paso hacia atrás y viendo a Yeontan correteando por todo el salón hasta la cocina. "Adiós, Maggie, hasta el lunes"

"Adiós, Tae, mucha suerte" la chica le lanzó un beso. "Marietta, te veo el lunes"

"Conduce con cuidado" la mujer le dijo de vuelta, y TaeHyung tomó eso como su momento idóneo para marcharse.

Tampoco tenía pensado ponerse un traje de gala, con una camisa adecuada y unos pantalones vaqueros estaba de más, para su gusto, ya era costumbre vestirse de traje para el trabajo, no era necesario que ahora llevase uno.

Suspirando, el castaño entró en su amplio vestidor, cerrando la puerta a sus espaldas y yendo hacia el apartado de ropa interior. Tomó unos boxers negros cortos de Ralph Lauren, los cuales habían sido un regalo de Marietta por las primeras navidades que pasó en Washington. Adorable. Aquello, lo había convertido instantáneamente en su prenda de ropa interior más preciada y favorita, sólo porque sabía lo que le había costado a la mujer conseguirlos.

Dejó caer el albornoz a sus pies, que se deslizó con gracia por sus hombros hasta caer al suelo, y saliendo de ellos, se dirigió a la parte más 'importante': El atuendo. Mordiéndose el dedo inferior, dio una larga mirada a todo aquello que lo rodeaba, pantalones cortos, de deporte, vaqueros, largos de chándal, jeans, skinny jeans —esos que eran jodidamente apretados, y que tanto amaba Callie como se veían en él—, más holgados, de pinza, apretados por encima y cayendo en lo más parecido a una forma acampanada... TaeHyung no tenía ni idea de cuál de todos era el más idóneo para la situación.

Arrugando la nariz, pasó las manos por los más accesibles: los skinny jeans. Si a Callie le gustaban tanto, es porque le quedaban bien, ¿no? No podría tratarse más que de un acierto. Agarró los que más le convencían y se movió hasta quedar frente al inmensamente enorme espejo de cuerpo completo, colocándose el pantalón por encima para ver cómo le quedaba. Hasta la cintura. Perfecto. Su plano estómago se contrajo cuando terminó inclinándose para ponerse los pantalones, subiéndolos y abrochándoselos con un poco de dificultad por sus dedos aún humedecidos, luego de la larga ducha.

Una vez estuvo vestido de cintura para abajo, sus ojos viajaron hasta la sección de camisas, donde tenía una gran colección también, pero cuando se topó con aquella a la que más uso le daba, sus labios se curvaron en una pequeña sonrisa culposa.

Quince minutos después, cuando ya terminó de arreglarse por completo, vestido de los pies a la cabeza y perfumado, TaeHyung bajó a la primera planta, siendo recibido una vez más por Yeontan, que se lanzó sobre él cuando tomó asiento en el gran sofá. Mirando el reloj de pared, descubrió que no quedaban más de diez minutos para que Jungkook y Astra llegasen. TaeHyung resopló.

"Cielo, ya he preparado la cena, ¿Quieres probarla?" Marie salió de la cocina, paseándose por el pequeño pasillo hasta llegar frente a él. "He hecho Gimbap, esas cosas que tanto te gustan que llevan tarta de pescado, y... ¿Bulgogi?" trató de pronunciar con algo de dificultad, haciendo sonreír a TaeHyung, debido a la ternura que la mujer producía en él.

"No es necesario, Marie, seguro que está tan buena como todo lo que haces, muchísimas gracias."

"He preparado algo de ensalada de col, ya sabes... Para sentirme un poco mejor si lo demás me salía horrible"

La risa del castaño fue algo más estridente, dejando de acariciar atrás de las orejitas de Yeontan y levantándose para ir con ella. "Estoy muy seguro de que será la mejor comida coreana en tierras extranjeras que he probado" le dio un suave beso en la frente. "Es tarde, Marie, deberías irte a casa"

"Oh, pero debo de terminar con la limpieza en la cocina, no sabes cómo pringa la salsa de soja"

"Tranquila, cielo, yo puedo limpiarlo"

"Pero tú debes de estar muy cansado de trabajar durante todo el día"

TaeHyung adoraba a la mujer, sentía que ella lo cuidaba como su madre solía hacerlo antes de que se marchara. Además, era tan cabezona como ella. "Trabajas incluso más que yo, Marie. Toma un taxi y vuelve a casa, Diego y Thiago seguro que deben de echarte mucho de menos" cuando ella se resignó, TaeHyung se movió a la pequeña mesa frente al sofá, agarrando su cartera que estaba sobre ella y sacando un billete de veinte dólares. "Toma, para el taxi"

"TaeHyung, cariño, puedo ir caminando, no está tan lejos..."

"Desde luego que no, hace un frío horrible y puedes enfermarte con toda la humedad. Coge el dinero"

"Pero-"

"Marietta, por favor..." la miró con ojos brillantes, suplicantes por una aceptación. "Hazlo por mí"

Suspirando, Marie negó con la cabeza y agarró el dinero, justo cuando el timbre sonó, y Yeontan ladró.

"Te salvas porque tu cita ya llegó, y porque sabes que haría cualquier cosa por ti"

Sonriendo enormemente, TaeHyung la abrazó con fuerza. "Te amo, eres la mejor del mundo. Aunque... Él no es mi cita"

Marie lo miró como si al castaño le hubieran crecido repentinamente doce cabezas más, no viéndose convencida en lo más mínimo por sus palabras.

"Iré a abrirle, te veo el lunes, cariño. Adiós Yeontan" Marie les lanzó un beso a ambos, oyendo los ladridos de Yeontan a modo de despedida y desapareciendo por el pasillo.

TaeHyung se mordió el labio cuando escuchó la puerta abrirse, y otro ladrido más agudo, pero no demasiado estridente, sonó. Ahí estaba el rey y el causante de sus peores pesadillas.

Poséeme ✧ KookV.Onde as histórias ganham vida. Descobre agora