✧c.-015

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N/A: Ahora es momento de que Jungkook le devuelva el pequeño golpecito xD

Cap dedicado a cute_machine ♡♡

El tiempo donde vivo es completamente cambiante, Dios. O hace un calor del demonio o un mini frío infernal. No entiendo nada...

[...]

"No entiendo cómo has podido hacer esto, Kim" bramó Jungkook en el coche de camino al aeropuerto.

El almuerzo con el asistente de Yang Dongsun, Taeyang, había finalizado apenas unos minutos en los que ambos habían estado esperando al coche con sus maletas que Gelbero había mandado especialmente para el último día.

Sin embargo, el azabache tuvo que conformarse con el silencio por parte de su jefe, quién se mantuvo observando por el ventanal todo aquello por donde pasaban. Jungkook bufó, al sentirse ignorado completamente.

"¿Vas a quedarte ahí callado, como si nada?"

El coche aparcó junto al aeropuerto, y Kevin, el conductor, se giró hacia ellos. "Señores, ya hemos llegado."

"Gracias, Kevin" TaeHyung le sonrió a modo de agradecimiento, saliendo del automóvil y yendo hacia el maletero que ya había sido abierto, para sacar su maleta. Jungkook le copió, siguiéndole de cerca.

"TaeHyung" volvió a gruñir.

Y por consecuente, el mencionado rodó los ojos, hastiado. "Aish, Jeon, déjame en paz de una maldita vez."

"No, no te dejo en paz. Estoy jodidamente harto"

Una sonrisa burlesca jaló de los labios rosados del castaño. "¿Y se puede saber por o de qué?"

"Primero me usas para que un imbécil te deje en paz, luego te lo follas. Te beso, me correspondes y cuando hay que hablar de eso, dices que es un error y que hay que olvidarse. Pero cuando vuelvo a hacerlo, y vuelves a corresponderme, sales corriendo y luego me ignoras y huyes de mí todo el tiempo."

Rápidamente, TaeHyung se giró, poniendo una mano frente a su cuerpo, señalando a Jungkook con su dedo índice. "Cállate de una vez, Jungkook" dijo entre dientes, antes de mirar hacia los lados para ver si alguien del equipo técnico de Gelbero los estaba observando. De vuelta a casa, viajarían en el jet privado del gran jefe. Ambos eran un par de privilegiados. "Esto no es algo que debamos hablar en un lugar público"

"Ni en un lugar público ni en privado, si es que no paras de evitarme, joder"

"Es porque eres un maldito pesado, Jeon." Resopló, relamiendo sus labios resecos y dirigiéndose nuevamente hacia el avión. Jungkook caminó junto a él, mirándolo con la mandíbula apretada, recibiendo una mirada fugaz por parte del castaño, quién soltó un suspiro, continuando con su charla. "Insistes en algo que tiene mayor explicación"

"Y una mierda que no, Kim." Escupió, dejando su maleta junto a la de TaeHyung en el control. "Has sentido lo mismo que yo, y lo sabes. No trates de ocultarlo."

TaeHyung rodó los ojos, siendo el primero en subir al avión. No había dormido en todo el maldito viaje, y su cabeza era un jodido caos en este preciso momento.

"Yo no oculto nada, no sé de qué narices hablas"

Una vez ambos subieron al avión, Jungkook abordó al castaño contra la pared, presionando la espalda contra la puerta abierta. "Hablo del beso, o bueno, de los besos. Sentiste lo mismo que yo, TaeHyung. Te conozco por muchos años que hayan pasado, sigues temblando del mismo modo cada vez que te beso y eso no hay nada ni nadie que pueda cambiarlo"

TaeHyung lo empujó, fuera de su espacio personal, mirándolo con el ceño fruncido. "Estás montando un espectáculo innecesario, idiota" habló entre dientes. "Y sí que hay algo que ha cambiado, y es que esa vez yo estaba enamorado de ti, pero ahora... Ahora no siento una mierda."

Los ojos del azabache se volvieron más oscuros, viendo a TaeHyung dirigirse al ala business para internarse en su habitación. Con la mandíbula apretada lo siguió, poniendo el pie antes de que pudiera cerrarse la puerta, internándose en ella. Kim se giró, extrañado al oír pasos de más, topándose con Jungkook mirándolo.

Su rostro se convirtió en una mueca de cansancio. "¿Y ahora qué?" murmuró, dejando caer la chaqueta de su traje sobre el diván que estaba al pie de la cama.

Sin mencionar palabra alguna, Jungkook dio dos pasos certeros en su dirección, las manos escondidas en los bolsillos del pantalón de su traje negro, sacándolas cuando se posicionó frente a él. TaeHyung miró al azabache con confusión, sin entender qué estaba mal con él ahora.

"¿Jung-" Y sus palabras murieron en el aire al momento en que sintió como era empujado brutalmente hacia atrás. Cuando parpadeó, sin comprender lo que ocurría, se topó al azabache posicionándose sobre él en la cama, al igual que la noche anterior en el hotel. "Pero, ¿Qué narices haces?"

"Demostrarte que te engañas a ti mismo, e intentas hacer lo mismo conmigo" puso una mano sobre el estómago del castaño, fijándolo en su lugar. "Pero no lo estás consiguiendo"

"Jungkook, estás viviendo tu propia paranoia." Logró decir, antes de ser cruelmente atacado por la boca experta del azabache, la cual se adueñó de ella como si tuviera el permiso suficiente para hacerlo.

Sus labios chocaron con fuerza, tratando de demostrarle al jefe que sus palabras eran una completa mentira que no lograban atrapar a nadie más que a él mismo, chupando con avidez y lamiendo gruesas y finas líneas en el inferior, hambriento, sediento de poder y de excitación por todo el cuerpo tembloroso de TaeHyung bajo suyo. La decisión y seguridad con la que paseaba sus manos deseosas de tocar, por todo el cuerpo del castaño, explorando al mismo tiempo que jalaba del labio inferior, causando un gemido por parte de TaeHyung, el cual entreabrió la boca y permitió la entrada de la lengua ajena en su boca.

TaeHyung se estremeció ante el húmedo contacto, instantáneamente, nada más sentir como la lengua de Jungkook chocaba contra la suya propia y se entrelazaba, danzando en un baile ardiente y que causaban millones de llamas por todo su cuerpo débil y excitado. Porque el pobre Kim TaeHyung era un pringado que trataba de verse inmune ante la persuasión y los encantos de Jeon Jungkook. Pero la única realidad era que estaba muy lejos de serlo. Y siempre terminaba cayendo por él, muy a su pesar, y al de su pequeño orgullo lo suficientemente herido.

Las manos temblorosas de TaeHyung se dirigieron a la nuca de Jungkook, jalando de los pequeños cabellos allí, oyéndole gruñir contra sus labios y sintiendo todo su cuerpo hormiguear por la excitación. Dios, sentía su miembro comenzar a despertar en la horrible y tortuosa tela, humedeciéndola y elevándose por la erección. Jungkook presionaba en él botones que creía desactivados, tocaba cuerdas que pensaba en ellas como defectuosas y acariciaba partes en las que ya ni siquiera recordaba tener sensibilidad.

Jungkook lo volvía loco, lo sacaba de su límite de cordura y lo llevaba por un camino de rosas espinosas. TaeHyung sentía que se ahogaba en su propia metáfora, con la lengua hábil del azabache adueñándose completamente de cada recóndito lugar de su boca, y las manos grandes y fuertes acariciando por todas partes sobre la ropa.

"Jung-Jungkook..." logró balbucear, tragando saliva una vez el azabache se separó para comenzar a besuquear su mandíbula, bajando por su cuello y rasgando suavemente con los dientes en la piel sensible y rojiza. La juguetona mano de Jungkook bajó hasta su entrepierna, apretándola por encima de su pantalón. "¡Joder!" gritó, debilitándose aún más debajo suya.

Sin embargo, Jungkook se separó, dejándole completamente desconcertado al respecto.

"¿Q-Qué?" emitió, con los labios húmedos e hinchados, sus ojos brillantes por la lujuria y algo desconcertados.

"Claramente quieres que te folle" señaló, echándose hacia atrás y poniéndose de pie. Volvió a esconder las manos en los bolsillos, y TaeHyung pudo divisar su creciente erección, también. Al menos no era el único. "Y yo quiero follarte" admitió, haciendo una mueca y añadiendo poco después de que los ojos de TaeHyung se tornaran algo oscuros: "Pero el siguiente paso tienes que darlo tú."

Acto seguido, Jeon se dirigió a la puerta, abriéndola y saliendo de la habitación como si no hubiese ocurrido nada en absoluto. 

Poséeme ✧ KookV.Where stories live. Discover now