Pidiendo por mamá.

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27 de Septiembre, 1982, 22:46 pm.

Severus suspiró fuertemente mientras su pluma con tinta roja marcaba una gran equis sobre un pergamino, preguntándose nuevamente por qué aceptó ser profesor y si, durante el tiempo que siga enseñando, va a seguir viendo tanta basura escrita en un mismo pergamino. Luego de dejar una agradable nota al final del pergamino, baja su pluma y se levanta de su silla, satisfecho por haber terminado las correcciones. Mientras camina hacia sus aposentos privados, se pregunta si Mansión Prince sigue en pie o debería de buscar otro lugar donde vivir con el niño y Lupin.

Frunce el ceño, pensando en que de ahora en adelante el lobo vivirá con ellos, tanto por su escasa economía como por Harry, y también su maldita condición (y por chantajes de Albus). Severus no se encontraba precisamente feliz, pero aunque sea está seguro (y tiene un seguimiento) de que Lupin nunca estará cerca de Harry (ni de él) cuando empiece a sentir los cambios de la luna llena.

Cuando se encuentra en su habitación, dejando su túnica a un lado y quedando solamente con su camisa blanca y pantalones negros, Albus lo llama desde el flú. Su rostro es serio, y Severus se acerca rápidamente. Por su mente pasaban una y mil posibilidades, y mil terminaban con Harry en problemas.

—Harry no ha dejado de llorar desde la mañana.— Fue lo primero que le dijo Albus cuando entró en su campo de visión.

—¿Y me lo dices ahora?— Ladró incrédulo y molesto.—Iré inmediatamente.

Apenas Albus desapareció de las llamas, Severus se adentró en la chimenea y gritó la dirección, apareciendo rápidamente en el salón público de su casa. Lo único que lo recibió fueron los gritos de su protegido, y las protecciones lo guiaron hacia la nueva habitación del lobo.

Remus se encontraba caminando de un lado a otro de la habitación con ojos llorosos y rostro preocupado mientras cargaba a Harry, cuyo llanto lastimaba seriamente los oídos de Severus.

—Lupin.

Remus dirigió sobresaltado su vista hacia Severus, y suspiró en alivio, soltando algunas lágrimas; casi corrió hacia él, y rápidamente le pasó al niño, quien lo abrazó por el cuello fuertemente, sin dejar de llorar. Severus siseó suavemente, palmeando suavemente la espalda del niño y mirando interrogante al lloroso hombre.

—Pide por Lily.— Remus explicó pobremente. Se pasó las manos por la cara en un movimiento ansioso antes de continuar.— Ha... Ha estado pidiendo por ella desde que se levantó y sólo llora y llora y Severus, no sé qué hacer.

Severus asintió, decidiendo que primero lidiaría con el niño gritando en su oído y luego con el niño que parece estar por desmayarse. Se dirige a la habitación de Harry, dos puertas a la derecha de la del lobo y una a la izquierda de la suya propia, y al llegar va directamente hacia la silla mecedora que colocó específicamente para calmar al pequeño revoltoso. Cuando se sentó, acomodó a Harry para que quedara sobre su regazo, aunque el niño enterró su rostro en su camisa, sin dejar de llorar.

—Tranquilo, Harry.— Severus mira hacia la puerta, cerciorándose de que se encontraba a solas. Colocó una mano en el cabello del niño, acariciando suavemente, a la par de su otra mano en la espalda del mismo.—Tranquilo, niño, Sev está aquí. Sh.

Severus logró tranquilizar al niño luego de media hora, y en ese momento se encontraba dormido sobre el torso del hombre, con su rostro con lágrimas secas sobre su hombro y uno de sus brazos rodeando el cuello. Se levantó con cuidado, dejando al niño en su cuna y verificando que las protecciones y hechizos de la habitación se encontraban en su lugar, y salió suavemente de la habitación. Convocó una poción calmante y buscó en sus protecciones al lobo, encontrándolo en la cocina; a paso tranquilo se dirigió hacia allí, encontrando a Lupin en la barra de desayuno con un té ya frío entre sus manos y una mirada perdida.

Se sentó frente a él, con una mirada tranquila y colocando la poción frente al lobo. Remus sonrió levemente, y tomó la poción alzando la cabeza levemente. Luego de un suspiro, agradeció a Severus, y ambos quedaron en silencio unos minutos.

—No me habías dicho que Harry lloraba por L-Lily.

Severus negó con la cabeza, sin importarle el tono reprochador del lobo.

—Él no pide por Lily, Lupin.— Severus dejó su mirada en blanco.— Pide por mí.

—Pe-pero, él dice "mami"...— Remus abrió grande los ojos al comprender, y sonrió un poco más feliz.—Nunca lo escucho decirte "mami", Severus. Creo que me han estafado.

—Y nunca lo escucharás, lobo; pierde las esperanzas.— Severus levantó una ceja, satisfecho consigo mismo por no sonrojarse.— El mocoso los primeros días la llamaba, por supuesto, pero con el paso del tiempo se callaba cuando yo aparecía luego del primer "mami", por lo que técnicamente cuando dice eso, me busca a mí. O algo así.

—Eso es muy tierno, Severus.

—La próxima vez, trata de no entrar en pánico y simplemente llámame, si la situación vuelve a repetirse.

Remus asintió, perdiendo la sonrisa y volviendo la vista a su té frío. Severus quiere decirle algo más en consolación, entendiendo los nervios del lobo ante la situación de cuidar a un niño que no deja de llorar y buscando a su madre muerta, pero simplemente se levanta y se dirige a su habitación, decidiendo volver por la mañana a Hogwarts.

Mientras entra en la inconsciencia, ignora el hecho de que Harry, cuando no lo encuentra, realmente lo considera su madre.

Una Historia Diferente [Severitus]Where stories live. Discover now