El canto del cisne.

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24 de Junio,  1995. Tercer y última prueba.

Harry miró al Tom delante de él, que le devolvía la mirada con frialdad. Ese era su hermano, Harry estaba seguro, pero... a la vez no.

Este Tom tenía los ojos rojos, el rostro más duro y un aura visiblemente más oscura que la del Tom que Harry conocía. Su cabello estaba mucho más largo, y el traje negro que estaba usando definitivamente es algo por lo que Lucius pagaría miles de galeones para que lo hicieran a medida, y solamente lo sabe porque es algo que Lucius definitivamente hizo.

—¿Sabes qué sería algo inteligente de hacer?— preguntó Tom, rompiendo el silencio. Harry parpadeó ante la voz siseante de Tom. Negó con la cabeza—. Rendirte, niño.

—¿Que me rinda?— su voz sonaba muy baja, y se dio cuenta con confusión que no podía hablar aunque lo quisiera, no mientras este Tom tuviera algo que decir.

—Entiendo que eres estúpido, Potter, pero estoy seguro que hasta tú sabes cuándo mostrar la bandera blanca.

La crueldad en su voz era tanta que Harry ignoró el hecho de que fue llamado Potter como si fuera un insulto o como si fuera algo que le molestara. Miró a su alrededor y era claro que estaba en un sueño, si el vacío negro que los rodeaba podía ser una clara indicación, con ellos dos iluminados por una luz sobre sus cabezas. Tuvo sueños antes, extraños por sí solos, o unos muy pocos donde veía cosas que, estaba seguro, eran cosas que Voldemort estaba viendo en ese momento. Esto, sin embargo, era distinto.

Tom se acercó a él y lo atrajo en un abrazo, rodeando su cuello con un brazo hasta el punto de que su mano estaba al nivel de su nuez de Adán. Estaba seguro que no podía morir en un sueño, pero cuanto más se apretaban el brazo y la mano de Tom a su alrededor y menos aire lograba entrar en sus pulmones, más dudaba de sus creencias.

—Has las cosas de la manera fácil, Harry— Tom siseó en su oído, provocándole un escalofrío desagradable. Trató de soltarse, pero la mano en su cuello se apretó aún más—. No pelees más. Huye con tus padres, si así lo quieres, o mejor, huye tú solo. Menos problemas. Deja que ellos se arreglen. Sabes que tus padres se salvarían mucho más fácilmente si no te tienen bajo su ala. Severus morirá en el momento en que Voldemort se entere que ha sido traicionado. Lucius también lo hará, y Merlín sabe que Draco ama a su padre, ¿no es así?— Harry comenzaba a tener la vista nublada y las palabras de este Tom falso teñidas de burla y crueldad estaban comenzando a desvanecerse cuando el chico lo soltó repentinamente, haciéndolo caer y jadear por aire—. Es un amigable consejo, Harry. Somos hermanos después de todo, ¿no es así? No quisiera verte sufrir mientras todos a tu alrededor comienzan a morir y a odiarte.

Harry levantó la vista y vio la amable sonrisa de Tom, algo que no le quedaba para nada bien con su apariencia, antes de que todo se desvanezca.

Parpadeando, Harry se sentó en su cama, mirando la habitación a su alrededor. Ron, Neville, Dean y Seamus estaban en sus camas, durmiendo tranquilamente, y lo único que interrumpía el silencio en la noche tranquila eran los ronquidos de Ron y Neville. El sueño le había dejado una sensación extraña,  y tragó saliva cuando volvía a acostarse. Sin embargo, su garganta dolía con el movimiento.

Cuando llegó al baño y vio su reflejo, la marca roja de dedos estaba comenzando a desaparecer de su cuello gracias a su magia, pero aún estaba allí.

x . x . x

Era muy claro que quedaba muy poco tiempo para que la última prueba se lleve a cabo, y la gente no podía simplemente callarse sobre eso. A Tom definitivamente le estaba dando migraña, y estaba agradecido de que Severus se diera cuenta de eso antes de sacarlo del Gran Comedor y hubiese organizado el almuerzo entre ellos, sumando a Remus y a Sirius.

Una Historia Diferente [Severitus]Where stories live. Discover now