¡¿Yo en The Maze Runner?!

Capitulo 57- "Desesperación y recuerdos"

–¿Qué habrá pasado?–preguntó Thomas, más para si mismo que para todos.

Suspiré, obteniendo la atención de todos.

–No lo sé, pero algo me dice que tiene que ver con las chicas.

Nadie me contradijo.

Amy:

Tras la repentina declaración de Arlet la habitación se hundió en un silencio incomodo. Definitivamente no me esperaba esa respuesta. Además, no era buena para estas cosas, al instante me bloqueaba y solo me quedaba rezar para que no saliera ninguna burrada de mi boca en un intento de dar animo.

La pelirroja sonrio tristemente.

–No te lo esperabas ¿no?

–No, la verdad... Y ahora mismo no sé muy bien que decir.

–Tranquila–puso una mano en mi hombro– Te lo he contado simplemente porque la conversación llegó hasta este punto pero no para incomodarte, lo siento.

–No, no–la detuve–No es eso, es solo que soy mala para este tipo de cosas. ¿Cuánto tiempo estuviste en el área?

–No sabría decirte, supongo que un año y varios meses.

–wow, es bastante.

–Sinceramente–su sonrisa fue decayendo un poco, dirigiendo su mirada al suelo, como si empezase a recordar algo–no lo noté. A pesar de todo esto de Cruel y así no sentí que estuviera mal, ¿Habían problemas? Muchos, pero nos apoyábamos entre todos y con Angely todo era muy diferente.

–Te entiendo–por un momento pensé en Newt–Y... ¿Cómo era ella?

Sus ojos obtuvieron un brillo diferente, llenos de cariño.

-Era genial...-sonrió posando su mirada en algún punto del suelo- Al principio, como ya dije, las cosas no fueron muy agradables, apenas llegué empecé a preguntar por los chicos y todos me trataron como loca. Ella no.

Su sonrisa decayó un poco, perdiendo la emoción del principio.

-Me trató como una más desde el primer día, incluso me ayudó a acostumbrarme a todo y me defendió. Era alegre y divertida, y cuando la necesitaba estaba ahí para escucharme, fue imposible que no me gustase...

-¿Ella...?
-Si, al parecer también le gusté, cosa del destino o no, pasó- sonrió- estabamos super nerviosas la primera vez que nos lo dijimos, y luego, bueno empezamos a salir.

-Tuvieron una historia muy bonita.
-Sí, la tuvimos.
-Y cuando supiste que...
-¿Que me gustaban las chicas?- toda la tristeza pareció desaparecer de un momento a otro, dando paso a su típica sonrisa divertida- Supongo que siempre lo supe, aunque no quise aceptarlo hasta los quince años.

-¿Siempre lo supiste?
-Sí. Nunca me interesó ningún niño de mi clase, sino que algunas niñas. Al principio no le di mucha importancia porque bueno, supongo que al ser una niña no me daba cuenta de nada. Cuando vi que mis amigas empezaron a salir con chicos y siempre me preguntaban que porque no salía con alguien fue cuando empecé a pensar en la situación.

La seguí mirando, esperando a que continuara.

- Cuando cumplí los trece años me empezó a gustar una chica de mi instituto. Ella era dos años mayor que yo. Todavía seguía en el closet a esa edad, nunca le llegué a contar a nadie si me gustaba alguien y bueno... un día vi a esa chica besándose con el que al parecer era su novio. Supongo que ahí me di cuenta.

-¿Y como lo tomaste?
-Mal-rio- era una pre adolescente que acababa de ver a la única chica que en verdad le había gustado, besandose con un chico.
Volví a casa llorando y mi madre se preocupó mucho. Pesó que me hacían bullying o algo por el estilo.
Me preguntaba que pasaba y me inventé una excusa-sonrió recordando- dije que un examen no me había salido bien.