Extra

119K 12.1K 5K
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—¿Qué estamos haciendo aquí? —cuestiona mientras inspecciona la cafetería.

La escuela no ha cambiado mucho, tal vez hay más mesas y más gente a comparación de la que había cuando estudiábamos aquí, pero sigue igual a como la recuerdo. La barra de alimentos en uno de los costados, los grandes ventanales que te permiten ver los jardines, donde hay más alumnos deambulando y, más allá, las canchas, solo alcanzo a ver siluetas moviéndose de un lado a otro.

Estamos sentados en uno de los rincones, alejados de los ojos curiosos de los estudiantes.

Estoy sudando, no sabía si era buena idea hacer esto, pero ya estoy aquí y no me voy a echar para atrás. Natalie Drop no es una cobarde, señoras y señores.

—¿Recuerdas cómo me conociste? —pregunto.

Su cabeza gira muy rápido, tengo que morderme el labio inferior para controlar la sonrisa. Se ladea para acercarse y una de sus cejas sube con coquetería.

—Me arrojaste un caldo.

—Te traje aquí porque... —Hago una pausa y tomo una respiración profunda, los nervios comienzan a invadirme. Creo que él lo nota porque su brazo me rodea y coloca su mano en mi espalda baja.

—¿Estás bien, preciosa?

La preocupación en su voz me calma un poco, lo miro desde debajo de mis pestañas y le sonrío. Asiento.

No debo tener miedo, se trata de Shawn Price

Hace unos meses me llevó a la feria, compramos algodón de azúcar, nos subimos a la montaña rusa y jugamos en los puestos, yo fallé todos los tiros, Shawn reventó un globo y se ganó un premio. Estábamos bromeando porque le pidió al encargado dos sortijas de juguete, ya que no le alcanzaba para otra cosa, pero la diversión me abandonó cuando me di cuenta de que una de las sortijas era un anillo de compromiso, uno real. Y entonces él se puso serio y yo entré en pánico, así que salí corriendo.

¡No supe cómo reaccionar! ¡Me puse histérica!

Me metí al baño para calmarme y Shawn me esperó afuera. Lo hablamos y le dije que no estaba lista. Él no se molestó, no me reclamó, al contrario, me dijo que esperaría.

El momento habría sido increíble y romántico si yo hubiera estado preparada, ese día me encerré en mi habitación y comencé a llorar. ¡Qué demonios estaba mal conmigo! Había rechazado al hombre que amaba porque sentía que seguía siendo una niña inmadura, y me aterraba que él se diera cuenta de ello.

Entonces hice una lista:

1. Tengo un trabajo estable y muchas metas

2. Tomo mis propias decisiones

3. Soy responsable

4. Sé quién soy y lo que quiero

5. Analizo antes de actuar (excepto ese día en la feria... por obvias razones)

Miradas azucaradas © ✔️ (AA #1) [EN LIBRERÍAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora