Capítulo 53

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Cecile y yo nos miramos de reojo sin poder comprender la actitud de mis padres, se encoge de hombros y vuelve a concentrarse en Nicholas, quien camina de un lado a otro como si fuera un león enojado y hambriento. Mi mamá está sentada en uno de los sillones que nos enfrentan, mira a papá, sus ojos parecen dos pelotas rebotando. Frank está a mi lado moviendo su pierna con nerviosismo, me dan ganas de agarrar su rodilla porque empieza a ponerme ansiosa, suficiente tengo con todo este misterio.

—Su madre y yo queremos darles una noticia, no sabíamos cómo decirles, pero después del accidente creemos que es justo que sepan lo que está sucediendo. Esto marcará una nueva etapa en nuestra familia, esperamos que comprendan y escuchen antes de sacar conclusiones precipitadas, responderemos todas sus preguntas, ¿de acuerdo? —Él me lanza una mirada intensa, levanta las cejas cuestionándome en silencio. Asiento con el ceño fruncido, está bien que sea una loca impulsiva, pero no es para tanto.

—¿Cuántos meses? —Mi cabeza gira con brusquedad, la de mi hermana se ladea, tiene una expresión extraña en su rostro. Ella y mis padres se miran, tanto que creo que están hablando en sus mentes, solo que eso no es posible. ¿Por qué de pronto no entiendo nada de lo que está sucediendo?—. Dejen el drama que es muy obvio.

—¿Cómo te enteraste? —La sorpresa es tan notoria en las facciones de papá a pesar de que intenta disimularla.

—Pasas más tiempo aquí que en tu casa, estás hablando de todos nosotros como una familia, vi las miraditas de complicidad que se mandaron en el hospital, y sí, vi la prueba de embarazo en el bolso de mamá.

Mi mandíbula se desencaja.

—¡¿Qué?! —Frank y yo gritamos al unísono. Me pongo de pie con agitación, ¿pero qué carajos? ¿Prueba de embarazo en el bolso de mamá? Debe haber una explicación lógica para eso, ¿cierto?

—¡Cecile Abigail! —exclama mamá, luego se lleva las palmas al rostro y lo talla.

—¿Cuándo se te va a quitar lo listilla? —Papá, lejos de verse angustiado, luce divertido, sus pupilas brillan al mirar a mi hermana, quien sonríe de lado.

—Disculpen, estamos esperando una explicación. —Mi dedo índice va de mi hermano a mí para señalarnos. Mi espalda está envarada, siento que el corazón se me va a salir del pecho. Escucho suspiros, Nicholas da pasos largos y se planta frente a nosotros, tiene los ojos vidriosos, cosa que hace que me relaje; él está feliz.

Después escucho el traqueteo de los zapatos de mamá, una de sus manos agarra el antebrazo de mi padre, se sitúa a su costado y recarga la cabeza en su hombro, inmediatamente él la abraza. Un nudo se forma en mi garganta al contemplar dicha escena, he extrañado mucho verlos juntos, justo así, siendo una pareja unida; la pareja que solían ser.

—Jamás he dejado de amar a Lauren, es el amor de mi vida y siempre lo será, no lo planeamos, pasó como todas las otras veces. —Mis comisuras tiemblan, no entiendo por qué de pronto me siento calmada, en paz. Papá deja un beso en la frente de mamá, agacho la cabeza pues no quiero que vean la emoción que estoy sintiendo, me siento como una chiquilla a punto de llorar de la felicidad.

Miradas azucaradas © ✔️ (AA #1) [EN LIBRERÍAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora