Capítulo 54

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Apenas me suelta la mano de esa forma tan brusca, presiento que algo no anda bien con Nat, me giro para mirarla y preguntarle qué está ocurriendo, pero entonces el salón se llena, el comité de la fiesta de graduación nos rodea. Hannah entra y le sonríe a Natalie, quien deja mi costado para unirse a Han al frente.

El remordimiento vuelve a recorrerme, desde el día que estuvimos solos en mi habitación, ella se puso de lo más extraña. Por no mencionar que salió corriendo después de que le dije que la amaba, al principio pensé que era por el impacto y la vergüenza, ahora no lo sé. ¿Y si arruiné las cosas? Quizá me apresuré, fui muy rápido. No quería asustarla, solo estar con ella, perdí el control y ahora estoy pagando las consecuencias.

No me gusta la expresión de su rostro, algo está mal, algo ocurre pues ella jamás actúa de esa manera. Se ve nerviosa, no con la típica alegría y tranquilidad que siempre siento cuando estamos juntos.

La ansiedad me carcome hasta que empieza a hablar con esa voz tan dulce, no puedo despegar los ojos de su boca, de sus ojos, de su perfecta mata de cabello rubio. Mi corazón se acelera, trago saliva porque los recuerdos de aquella tarde se apoderan de mi mente. Intento sacudirlos, hacerlos a un lado, sin embargo, son más fuertes. Ella debajo de mí, la sensación de su piel en mis dedos, su lengua tocando con timidez la mía, sus respiraciones entrecortadas y el sonrojo de sus mejillas. Su discurso me trae de vuelta a la realidad:

—Estamos a punto de terminar el capítulo final de esta historia para empezar el libro que sigue, creo que es buena idea que hagamos de esta experiencia un libro. Todo libro tiene personajes diferentes, son esenciales ya que cada uno hace un papel distinto para que la trama cobre sentido. Nosotros somos los personajes de este libro, cada uno de ustedes, cada alumno que está sentado en los pupitres de la escuela. Estoy harta de ver siempre lo mismo: Hollywood, el tema del carnaval, las estrellas doradas. Por eso les propongo que los únicos protagonistas de nuestra fiesta seamos nosotros, que seamos el tema principal.

—No sé si soy capaz de entender, Nat —dice Hannah con la cabeza ladeada. Los demás se quedan en silencio, yo tampoco comprendo muy bien lo que Natalie quiere expresar.

La mencionada se quita la mochila del hombro para buscar en el interior, saca su libreta de dibujos, se la tiene Hannah después de que encuentra la hoja correcta. Han observa con mucha atención, luego sus comisuras ascienden con lentitud hasta formar una sonrisa extensa.

—¿Se supone que esta soy yo? —cuestiona divertida. Sus párpados se abren debido al asombro—. ¡Oh! ¡Este es Shawn! ¡Esto es genial! ¡Muy genial!

Antes de darme cuenta estoy caminando hacia ellas, quiero ver de qué habla. Le quito el objeto a pesar de sus quejas. Es una hoja dividida en cuatro, en cada cuadro hay una caricatura, la primera es una mini Nat que me hace sonreír, lleva en la mano un pincel, tiene la cara manchada de pintura y viste un suéter con unicornios. Mi caricatura se parece tanto a mí que asusta, tiene zapatos deportivos y un montón de medallas colgadas en el cuello, hay una nube que sale de mi cabeza, en ella hay un avión y números al azar.

Miradas azucaradas © ✔️ (AA #1) [EN LIBRERÍAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora