67. La gran sorpresa

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Comenzó un hermoso día en Cristaló, todas se levantaron llenas de ánimo. Se pusieron sus uniformes, se arreglaron el cabello y fueron hacia la escuela. Después de despedirse de Shinzo, caminaron hacia su nuevo salón de Contabilidad. Iban entrando poco a poco las alumnas, la profesora Acárada ya estaba ahí. Esmeralda, Kimiosea y Nereida se dirigían hacia sus lugares cuando ésta última se recargó en Esmeralda.

—¿Qué pasa, Nereida? —preguntó la chica preocupada.

—Me siento muy mal —confesó ella y la profesora se acercó.

—¿Sucede algo, señoritas? —dijo la mujer al ver que no tomaban asiento.

—Me siento mal, profesora yo... —Nereida se desvaneció, afortunadamente entre todas evitaron su caída, de inmediato abrió los ojos—. Lo siento, no estoy para nada bien, es el estrés.

—La llevaré de inmediato con la señora Nerzo para que la lleven al médico, no puede estar aquí en estas condiciones —expresó la profesora y ayudó a la muchacha a llegar a la oficina de la coordinadora de la escuela.

Después de la clase de Contabilidad, siguió una hora de Historia. Esmeralda aprendió la lección a regañadientes. Entregó los ejercicios, resúmenes y cuestionarios con una calidad que no solía tener en esa materia.

Las amigas estaban muy preocupadas por Nereida, pues se ausentó tanto para Historia como para Estrategia Económica y Redacción, le contaron todo a Shinzo mientras preparaban algo para comer; cuando terminaron, se dirigieron a su clásico kiosco blanco en el que se juntaban a comer. Al llegar, notaron que ahí estaba Nereida, con una cara extraña, expresaba entre felicidad y preocupación. Todas corrieron hacia ella en cuanto la vieron.

—¡Nereida! —gritó Kimiosea y la abrazó—. ¿Qué pasó? ¿Estás bien? —Su amiga solamente asintió.

—Pero dinos qué te dijeron, te veías muy mal en la mañana —comentó Esmeralda con rostro preocupado.

—¡Dinos algo, Nereida! No nos dejes así —pidió Shinzo ansiosa.

—Estoy embarazada —soltó la muchacha causando asombro entre sus amigas.

—¿Qué? —dijo sonriente Esmeralda.

—La señora Nerzo me llevó al médico y me dijeron que estoy embarazada, tengo cinco semanas de embarazo... ¡voy a ser mamá! —explicó la chica sonriendo al final.

—¡Felicidades, amiga! —dijo emocionada Kimiosea abrazando a Nereida, de nuevo.

—¡Felicidades! —expresaron eufóricas Esmeralda y Shinzo uniéndose al abrazo.

—¿Cómo se lo dirás a Iniesto? —preguntó sonriente Kimiosea.

—No lo sé —rió la chica—. Tendré que enviarle una carta urgente, la señorita Donur me dijo que me darán un permiso especial para que pueda recibir más de una carta de él durante todo el curso.

—¿Hablaste con ella? —preguntó Shinzo.

—Sí, por eso tardé tanto, debo regresar a clases con ustedes en el segundo periodo... Chicas, estoy tan nerviosa —confesó la joven.

—No te preocupes, Nereida, nosotras te acompañaremos en todo esto y verás que al final estarás tan contenta de ser mamá —animó Kimiosea sonriente.

—Gracias —dijo Nereida soltando una lágrima y sonriendo.

Después de recibir semejante noticia partieron a su clase de Lengua, curiosamente la última del día; pero eso no significaba que el trabajo aminorara, al contrario, las materias que quedaron para ese último año dejaban casi el triple de tarea. Por esa razón, regresando de dicha clase se la pasaron en sus habitaciones realizando las toneladas de tareas que les habían encargado para el siguiente día.

Cuando por fin terminaron, Nereida se dispuso a dormir. Esmeralda, en cambio, decidió escribirle a su madre, la chica tomó una hoja y se sentó en su fino escritorio con la tranquilidad rodeándola y una sonrisa en su rostro. Aún tenía esa fresca sensación que nos da cuando tenemos todos los deberes hechos y no hay ninguna idea que nos preocupe para el siguiente día.

Querida madre:

Ha comenzado este último curso, me resulta extraño, a veces, recordar el primer día en el que te dije que mi gran sueño era venir aquí, gracias por ayudarme a cumplirlo. 

También viene a mi memoria el día en el que me despedía de ti a lo lejos mientras aquel cileo me acercaba cada vez más y más a mi destino. Aquí conocí gente increíble, hice más de un amigo y comprendí lo que realmente es tener un grupo de personas con las cuales contar en todas las situaciones. Nereida, Kimiosea, Shinzo, Dimitri, Iniesto, Naudur, todos mis profesores y mis compañeros, inclusive Jamié, me han dejado una huella imborrable, algo que no aprendí en las clases pero sí en la convivencia diaria con ellos. Estoy tan emocionada por terminar, madre, esta experiencia se ha convertido en una de las más gratas de mi vida, te quiero muchísimo y de nuevo mil gracias por todo.

Cambiando bruscamente de tema, a que no sabes la buena nueva.... ¡Nereida está embarazada! Ahora comenzará a armar a su nueva familia con Iniesto. Me agrada tanto saber que ambos crearán su propio mundo.

Bueno madre, espero poder recibir pronto tu respuesta y te esperaré con ansias en el verano a que vengas a mi graduación.

¡Te quiero mucho, mamá!

Con amor, Esmeralda.

La muchacha guardó el papel y se acurrucó en su cama. Las estrellas comenzaron a brillar a lo lejos, esos pequeños puntillos brillantes eran espectadores de cada historia que cubría aquel mundo. Un día más había terminado y estaba ansiosa por enviar esa carta a su madre al siguiente, cerró los ojos y sin más se quedó dormida.

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-Sweethazelnut.

Imperia: Corazón de Esmeralda  | Primer libro ✨Where stories live. Discover now