52. El cuaderno de Dulce

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Las chicas metieron los barriles potables a la cocina y los no potables en el baño. Se dirigieron caminando al pueblo para comprar más fruta, harían una deliciosa tarta de fresa para comer y fruta picada acompañándola. Regresaron en un ioster a la casa para poder comer y continuar. 

Arreglaron la mesita para la terraza, la pintaron, tanto a ésta como a las sillas, color chocolate. Ese espacio quedó precioso, se podía admirar la belleza de aquel lugar cómodamente desde una de las preciosas sillas.

No tardó en llegar la noche y las muchachas habían acordado escribir a sus familias, ya que ahora el correo no estaba restringido, como en la escuela. Tomaron unas hojas y comenzaron a escribir, Kimiosea y Shinzo a su familia, Nereida a Iniesto y Esmeralda a su madre.

Querida madre:

Me encuentro muy bien aquí en la casa de mi amiga, te extraño muchísimo. Espero pronto tener mi propia casa, esta es muy hermosa, es pequeña, pero es muy hogareña. Nereida se encuentra muy contenta aquí, al fin un lugar en el que puede estar tranquila.

¿Sabías que en Noif los niños están automáticamente inscritos a un colegio en cuanto una propiedad se registra? Yo no lo sabía, me hubiera gustado estudiar en una escuela antes de ingresar al Coralli, aún así muchas gracias por todo lo que me diste. Esta región es maravillosa, el rey Hibresto parece ser bastante justo con el pueblo. 

Te escribiré después madre, acabamos de terminar de ordenar todo por acá. ¡Nos quedó estupendo!

Te mando un abrazo enorme.

Con amor, Esmeralda.

La chica dobló la hoja y la metió en el sobre, el resto de sus amigas también habían terminado. Las muchachas caminaron juntas al pueblo para llevar sus cartas al servicio postal. Nereida se sintió un poco triste, pues no tenía familia a la cual escribirle, pero esperaba que Iniesto se sintiera contento de ver que ella le escribía en las vacaciones.

Al fin habían terminado de organizar la casa de Nereida, la muchacha subió a su nueva habitación, preparó unas sábanas para que sus amigas durmieran junto a ella y se quedaron dormidas en cuanto cerraron los ojos. Fue una gran experiencia ayudar a su amiga con su mudanza, pero ahora era tiempo de descansar.

Cuando el sol se levantó todas se sentían mucho mejor. Nereida decidió tomar un relajante baño, tenía que racionar mucho el agua, pues no se contaban las visitas para su repartición.

 Kimiosea se encontraba en la terraza estrenando su precioso broche mensajero que compró a inicios del curso, mandándole notitas a Naudur; Shinzo y Esmeralda preparaban el desayuno, un poco de fruta picada, como ya se les había hecho costumbre, era lo más económico y nutritivo que se podía comprar en cualquier región. Usualmente se comían frutillas, que era lo más común de encontrar, pero variaba según la temporada, por ejemplo, en invierno se daba una fruta muy extraña; tenía la apariencia de una esfera de cristal, era fría, crujiente y muy jugosa, se les llamaba "flinfto", lo más común era su consumo exclusivo de las personas de la realeza.

Desayunaron juntas, decidieron quedarse en casa aquel día, ya habían tenido suficiente ajetreo los días anteriores. Nereida recordó todas las cosas que habían puesto en la bodega y les propuso a sus amigas ir a ver qué tipo de objetos podían encontrar. Las muchachas se quedaron un momento dudando si era correcto husmear en las pertenencias ajenas, pero no tenían nada más que hacer, así que todas se dirigieron al jardín de atrás para entrar a la bodega.

El lugar estaba totalmente abarrotado, apenas podían pasar entre el montón de cosas que habían guardado para acomodar la casa como Nereida la quería. Revisaban las cajas buscando algo interesante. Estaban muy aburridas, cuando de repente, Shinzo notó que había un cuaderno enorme cubierto de piel lleno de papeles dentro, la chica lo tomó y se lo mostró a las demás.

Imperia: Corazón de Esmeralda  | Primer libro ✨Where stories live. Discover now