Capítulo 25.

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Vale, después de aquel día— tres, para ser exactos—, Gaston me dio otro libro para leer y adivinen, si, es otro libro erótico.

Para mí es muy extraño leer este tipo de textos. Cuando tenía la tierna edad de nueve años me leí mi primer libro erótico... Me pareció raro leer aquello y más aún cuando los protagonistas decían una y otra vez que tendrían que ponerse un condón o tomar pastillas anticonceptivas para evitar tener hijos, sí, era raro para mí porque aún pensaba que a los bebés los hacían en un bonito jardín lleno de rosas... Y los pueden hacer en un lugar asi si te gusta tener sexo en público. A la edad de once años mi hermana Elizabeth se enteró que cada libro que había pasado por mis manos de alguna u otra manera tenía contenido adulto. Ella enloqueció, al igual que Connor al enterarse, Sophie por el contrario se burló de ellos diciendo que yo era más experimentada sexualmente que ellos dos juntos. Lo que es cierto, se muchísimo sobre la teoría... ¿La práctica? La única práctica que he tenido fue cuando tenía dieciséis y con el primo lejano de Liana. Aunque no me puedo quejar, las únicas tres noches que pasé con él se comportó a la altura.

Con el último libro leído presionado fuertemente en mi pecho me acerco hacia el árbol del patio trasero de la casa. Afortunadamente Sophie, Daisy y Eli me dejaron pasar esta vez luego de que les dijera que me sentía mal. Ellas fueron a reservar algunas flores que estarían en el viñedo en donde contraerian matrimonio Sophie y Tristan.

Gaston ya se encuentra ahí, no lo oí llegar asi que debe tener un buen rato en la casa. Levanta la mirada de su teléfono y puedo ver el muy marcado ceño fruncido en su rostro. Esta molesto... Furioso.

—¿Estás bien?

—Hubo un problema con el libro que estoy traduciendo —dice él luego de que yo tomara asiento a su lado—. Al parecer el autor no esta complacido con mi trabajo, lo cual es estúpido. El imbécil ni siquiera sabe decir hola en francés.

Gaston es traductor en una editorial española la cual ha tenido auge en los últimos años... O eso me ha comentado él. Hace traducciones  de libros de diferentes autores a nivel mundial, no solo al francés sino también al ingles y también al español. Si, me imagino cuales son sus caras, ¿quien iba imaginar que Gaston Bonnet habla tres idiomas?

—¿Y entonces que sucederá?

—Debo reescribir ocho capítulos con los que el cabrón no está complacido— masculla la última palabra con burla—. Complacido mis bolas.

Río por aquel comentario y eso hace que su ceño fruncido se disperse. Sus ojos brillan al mirarme y sé que es el momento de decir algo cuando mis mejillas ya se empiezan a sentir calientes.

—¿Quién es ese autor cabrón que no esta complacido con tú trabajo?

—Michael Bravo.

Oh. Dios. Mio. Ohdiosmio. ¡Oh Dios mio!

—¡¿Michael Bravo?! Oh Dios, oh Dios, oh Dios—balbuceo sin aire.

La mirada exasperada de Gaston me dice que debo callarme y tranquilizarle pero... ¡Gaston está haciendo la traducción de un libro de Michael Bravo! Puede que ame a Ann Phillips pero sin duda alguna Michael Bravo es mi segundo autor favorito en el planeta. Siempre debo esperar un poco más por sus libros ya que él solo escribe en español, es un autor colombiano y está caliente. O al menos en las veces que lo he visto en fotos.

—Por favor, dime que no te gusta su trabajo.

—¡Jodidamente me encanta! ¿Por qué no me dijiste que hacías sus traducciones?

—Porque Bravo es la persona más irritante que conozco y créeme que no es gratificante trabajar con él. ¿Te olvidaste la parte en donde me  mando a reescribir ocho capítulos de su libro?

—¡Pues más te vale que te queden perfectos! ¡Dios mío, es Michael Bravo!

Gaston rueda sus ojos y trata de cambiar de conversación pero en mi mente solo esta el nombre de Michael.

—Dios Hanna, deja de pensar en él.

—En serio eres bueno. ¿A quién más le haces traducciones?—pregunto interesada.

—A muchas personas.

—¿Conocidas?

Él asiente—: Y no muy conocidas también, Hanna. Trabajo en una editorial, traduzco lo que me piden.

—¡Que genial! Pero no te perdono que no me contaras sobre Bravo. Ahora lo que falta es que digas que has traducido algún libro de Ann Phillips.

—Pues...

Él solo suelta la palabra y me mira con ojitos arrepentidos.

—Oh no. ¡Gaston!

Un capítulo adicional no tan interesante pero

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Un capítulo adicional no tan interesante pero... Hemos descubierto en que trabaja Gaston. ¿Genial, no?

Cabe destacar que los nombres de los autores y libros que siempre coloco aquí son creados por mi cabecita, lo digo para que no los estén buscando en internet XD

Espero que les haya gustado este mini maratón. Hoy realmente no me sentía con ánimos pero cuando abrí la app y vi todos esos mensajes, las personas nuevas que me seguían y el ver como han crecido mis historias tuve instantáneamente una sonrisa de oreja a oreja. Son geniales, intocables, ¡Gracias por todo el apoyo que me están dando!

Este capitulo al igual que los otros los dedicaré este jueves, iré a un cyber café para poder actualizar #EAA xD Y asi aprovecharé de dedicar los últimos capítulos que he subido aqui. (Y como estoy en el cyber, este capítulo es para anto-rugas c:)

Sin mas que decir, nos leemos.

Sin mas que decir, nos leemos

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Entre campanas de boda| Los Intocables #8Donde viven las historias. Descúbrelo ahora