My Name is Amy •|REEDITANDO|•

LXX: Epílogo

-Narra Amy-

—Por cierto, Amelía, ¿estuviste..."bien" todo este tiempo?

—Mejor de lo que tu crees, Sonic. —respondo sin mirarlo por continuar lavando la ropa de días atrás.

—Bueno, al menos algo es algo.

—Dejando de lado todas las tragedias y mentiras...nunca me había sentido tan viva antes, en serio, fue...una experiencia muy gratificante el estar en la tierra y el estar con... —Aguardo segundos de memoria, porque después de todo su recuerdo...

—Lo siento, no quería que te pusieras nostálgica. —interrumpe brindándome un abrazo amistoso, y muy reconfortante, como sólo él sabe hacerlo.

—No te preocupes, está bien, después de todo, me siento excelente sin importar qué.

Puedo decir con gusto que 328 días después de esa explosión han pasado, que 328 días he disfrutado y vivido en una paz que por leves segundos más de uno del equipo sintió que ya no existiría. 328 días conservando y usando en los entrenamientos esos brazaletes que me dejó...¿por qué me pidió que los guardara?

—Voy a ir a ver a Tails, parece que está haciendo unos robots domésticos para la gente. —habla Sonic y le pongo atención de inmediato, ha estado viniendo a visitarme todos los días sin pasar por alto esos chocolates envinados que suele traerme, ¡sumamente ricos!

—De algo se tiene que vivir, y lejos de andar protegiendo el mundo yo tampoco quiero perder la figura que gané con sudor —Dejo de restregar la ropa para mirarme de pies a abdomen, Sonic ríe burlón por lo que digo—, en serio, mirame, estoy perdiendo figura y eso que he acomodado mi desván como gimnasio.

—Estás bien, Amy, no digas tonterías.

—¡En serio! —Juego un poco empujándolo, ambos reímos y él solo alborota mis púas, ¡ay, que desgraciado!

—Cuidate, Amy, vendré mañana —Da un suspiro para dejar de reír—. Y si vas a entrenar hacerlo pero no te me vayas a deshidratar o algo.

—Eso no pasará, tranquilo. —Lo acompaño a la puerta y se despide de beso, se marcha a toda velocidad y yo regreso a terminar de lavar mis prendas.

En cuanto término, me dirijo a mi cuarto; ya había desempolvado un radio que tenia y que de vez en cuando utilizaba en fiestas o celebraciones, sin embargo, cada dos semanas he terminado un nuevo álbum, sí, álbumes que "misteriosamente" aparecen en el sofá.

He escuchado en estos meses a Amaranthe, Nightwish, Sabaton, Tierra Santa...en fin, bandas más de Heavy metal y que una es tan distinta de otra y me han dado un buen sabor de boca.

Me sorprende tomar ahora uno nuevo que tiene buena pinta: Parkway Drive, el álbum Deep Blue...jum, ¿por qué esto me suena?

Abro el disco y una pequeña hoja se desliza, es inevitable no sonreír cada vez que me hallo con estas sorpresas...

—Bien, hora de mi entrenamiento.