My Name is Amy •|REEDITANDO|•

Capítulo LXIV

—Todo era poco...yo quería que las cosas fueran... ¡YO NO QUERÍA QUE ESTO PASARA!

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—¿¡AMELIA!?

otro silencio que mata y rebana cada partícula de mi exhalación en el aire...mi corazón se comprime al oír esa voz, una voz tan cálida y que sólo significaba una cosa...

Mentira piadosa...

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-Narra Rouge-

No hubo objeción para que me quedara a dormir ese día, después de la platica nocturna y el desastre que hubo por todas las circunstancias no tuve la necesidad de seguir reprochando o seguir enojada con Shadow...

De cierta manera me siento mal por él, jamás creí que lo haría porque siendo un ser despiadado y que nada le importa de pronto tomar un carácter de esfuerzo y de individuo protector...; diga lo que diga y niegue lo que niegue él tiene sentimientos hacia mi querida Rosita ¿quién no? Es una dulce y hermosa eriza que también está, ahora más que nunca, siendo golpeada y apuñalada por detrás.

Me propuse también contarle todo si era necesario y defender tanto el nombre del azabache como el mio porque no se me hace del todo justo, pero él está con la actitud contraria así que...sólo dejaré que todo continúe y siga su curso.

Esta mañana no noto movimiento alguno pero me siento extraña...es como si algo...anduviera mal o no lo sé... Deben ser los nervios por regresar, pero las palabras del azabache, sus deducciones a medias que de ninguna manera me explicó...

¿Qué va a suceder hoy?

—Rouge, ¿estás allí? ¿estás lista? —Mi querida rosita ha bajado de las escaleras, llamándome, y cuando volteo y la observo noto que está completamente lista en comparación del día de ayer...

—Querida, si, ¿y tú? ¿estás...lista?

—Si, pero... —Mira hacia otros cuartos con cautela, susurra—, ¿Hablaste con Shadow de esto?

—No tienes nada de que preocuparte o esconderte, él aceptó —Eso le sorprende, posiblemente creyó que lo tomaría con celos o ganas innecesarias, pero...ahhh ya, no tiene caso si aquí, al menos los tres, sabemos la situación.

Busca con la mirada entre los cuartos y no me sorprende saber que lo busca a él, para mi es inevitable no cuestionar—. ¿Quieres despedirte o algo así?

—No se si...es que, Rouge, no sé si quiero volver aquí o...quedarme allá una vez más, definitivamente volver a mi casa.

—Posiblemente no estés lista, querida, entiendo que vayas pero...bueno, tú decides. —Ahora que lo sobrepienso... ¿Donde está ese erizo? Dudo que esté dormido o descansando, lo más seguro es que se haya ido temprano a hacer sus cosas raras para comprobar no sé qué teorías pero...¿Qué trae realmente entre manos?