Capítulo XXXIII

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-Narra Amy-

Espasmos y escalofríos son lo que siento, no lo entiendo...¡Agh! Me siento enojada, demasiado. Por este tiempo, la tremenda satisfacción y la culpabilidad se habían ido por lo ocurrido aquél día en la plaza de Möbius, pero ella... ¿Qué hace ella allí? Recordé hace segundos en la cocina esos días en los que Sonic estuvo muy triste por su marcha, y ahora que me he ido yo, ¿volvió? ¿tenía que ser justo cuando yo me marché? Esto es indignante...me hierve la sangre...

Abro la puerta que está antes de la salida al jardín, a un lado de las escaleras y entro cerrando la puerta con fuerza, el Gym de ese lugar es el que suelo usar en las mañanas para entrenar y calentar, pero nunca había querido utilizarlo para momentos como estos...descargar mi coraje en la noche... ¡Estoy muy enojada y no sé exactamente por qué!

Entro al tatami, el costal se encuentra en medio y ni siquiera sé dónde puse mis guantes para no lastimarme ¡Agh, eso no importa! No importa nada, esto es por tu culpa, Fiona —¡Todo esto es para ti, zorra!

Su cara, su rostro, la situación de haberla visto junto a Sonic en la entrevista...estoy tan concentrada en mis pensamientos que no me di cuenta en la exactitud de estar ya golpeando el costal —¡Ahh! —Estoy gritando, alterada.

Ni si quiera puse atención a la noticia, estuve todo el tiempo viendo la alegría de los dos, más la de Fiona por tenerlo del brazo...

Me detengo con la respiración agitada y parezco toro al soltar bramidos de mi boca, aprieto los puños con fuerza mientras sigo gritándole a la nada. Inicio a soltar golpes de lleno por intervalos; el costal se balancea y lo esquivo para evitar que me golpeé. Vuelvo a quedar de pie mientras grito con todas mis fuerzas, no entiendo por qué estoy enojada, no entiendo que me enfurece y frustra tanto... ¿¡Qué mierda es esto!?

Una mano se posa en mi hombro y su tacto repentino y frío me hace quedar paralizada, pero mi reacción es de susto: giro brusco para mirar a quién sea que se atreve a interrumpirme en este momento y, pese a seguir tensa...todo mi cuerpo está erizado, mi pelaje. No aflojo mis músculos y puños, solo inclino levemente mi cabeza para ver el brazo de...

—Tu cambio...me impresiona, bastante en realidad... —Baja su mano con calma, pareciese que mi estado le conturba la mirada rojiza que pose.

Me giro por completo sin dejar de resoplar, la ira que continua en cada una de mis fibras del cuerpo solo me llevan a sentirme extremadamente ansiosa; nos miramos sólo unos segundos para que, después, él diera media vuelta y yo siguiera con mi desahogo.

Otra vez pego una exhalación fuerte, mirando, una vez más, el costal. No pasa mucho para sentir como mis ojos se empiezan a llenar de agua...ese llanto, la maldita sensación de llorar me es...

Una canción suena en la habitación y no puedo evitar sentirme impresionada, más por no entender quién o por qué la han puesto.

—Sé que esto te va a funcionar —nclina su cabeza hacia un lado, dejando ver una mueca ¿jubilosa? yo sonrío de manera amarga con el llanto escurrir por mis mejillas-—. Me da gusto saber que desahogues tus sentimientos tal y como te lo propuse —No puedo dejar de mirarlo mientras contengo las ganas de gritar con más fuerza —...Esta música a la que le llamas ruido, puede ayudarte a sentirte más motivada, así qué...sólo siéntela.

Vuelvo a mi posición sin decir nada, oigo el eco de sus pasos y la música sigue sonando, el volumen no es tan alto como en la tarde, pero por alguna razón preferiría que lo estuviera, para que mis gritos de ira se confundan y mezclen con las guitarras.


"I'll never be controlled no...never ever"

No sé quién canta o qué es lo que estaré oyendo, pero ahora siento que la música realmente me motiva a seguir golpeando y golpeando el costal sin importar que me rompa los nudillos.

My Name is Amy •|REEDITANDO|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora