Capítulo XVII

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-Narra Amy-

Caminar no me hace nada bien, estoy segura que si tuviera la supervelocidad de Sonic me sería divertido, incluso si fuera a la velocidad de Shadow...ni siquiera se tomó la molestia de ir a mi ritmo, iba deslizándose entre los arbustos y por intervalos se subía a los árboles del bosque sin siquiera verme o esperar...¡ah, Pero eso si! No perdía el tiempo al decirme "muevete, Rose" o "eres un caracol, ¡mueve tu trasero!" ¡puuf! Esto va a ser complicado...aunque tal vez pueda con el tiempo mejorar mi agilidad y velocidad.

—¡oye! ¿Falta mucho? —Espero y me escuche, está algo alejado entre las copas de los árboles y dudo que...

—No, y ya deja de quejarte, eres muy fastidiosa—¿Qué? Me pudo escuchar...genial, será mejor que no hable mal de él a sus espaldas, seguramente me pilla diciendo estupefactos de él.

—¿No puedes ir más lento? En serio que... Ya me cansé... —lo estoy y demasiado, no he podido detenerme porque me da miedo a que me pierda; en serio, os juro que va muy rápido para mí, ni siquiera el entrenamiento con Sonic cuando lo perseguía me hace quedar en condición... ¡A quién engaño! Claro que tengo condición pero este Emo tiene mucha energía y nada de que se detiene, además, ya recorrimos mucho... Puedo asegurar que ya llevamos más de una hora "corriendo".

Mientras me quejo entre murmuros él aparece enfrente de mí cayendo desde un árbol, me he asustado y caí hacia atrás por su culpa de pura cola. —¡Oye! No era necesario...

—En serio, callate, haces que me arrepienta de mí decisión de traerte conmigo...

—¿en serio?—Me levanto del suelo—. ¿Crees que soy una mascota? Si sabéis que soy algo lenta, ¿por qué me traes tan a prisa? No puedo igualarte.

—Es una lástima, porque creí que podrías, pero si no pones de tu parte no lograrás nada.

—¿¡qué!? ¿Quieres que me mate? En serio, EN SERIO, no puedo igualarte, necesito más entrenamiento y aprender a agilizar mi cuerpo. —Me fastidio, no tiene consideración hacia mí, no tiene paciencia sobre mi y...

Shadow baja su cabeza y la agita de forma negativa, no lo entiendo, ¿¡Qué quiere que haga!? Es como si todo lo que hago y digo le molestara muchísimo, siempre le molesta lo que digo, SIEMPRE. ¡agh! Me siento fastidiada...

—Tendrás que dar no sólo el 100% sino un 200%, quieras o no, deberás hacerlo en estos días.

Suelto un resoplido y el me da la espalda. —si no quieres entonces vuelve a tu patético mundo de rosas. —suelta aquello mientras vuelve a tomar impulso y se sube a los árboles, ya que, volveré a seguirle.

Es increíble como este erizo es tan diferente cada día e incluso, cada parte del día; de repente se le ve motivado y burlón, a veces parece que tienes un sentimiento oculto y no lo suelta por nada de mobius y otras veces ni siquiera se te ocurra rosarle porque te llevarás cantidad de palabras despreciables de parte de él, definitivamente parece un bipolar, se desquita con cualquiera y eso...pienso mucho en lo que me dijo en la mañana con respecto al entrenamiento y a mi forma de ser y que debo de cambiar en combate, me siento muy tonta en el momento en que reprende mis actos con rigor pero me siento a la vez tan bien porque...siento sus palabras tan sinceras y con aire de que realmente desea ayudarme...pero aún así, me es complicado entender sus comportamiento.

*EN LA TARDE...*

Al menos la caminata me dio más hambre de la esperada, estábamos en el restaurante "Crow's", bastante bonito a pesar de verse sencillo, y con todo el servicio bueno...estaba muy a gusto. Había pedido un plato de carne con papas y arroz, algo de ensalada y un agua, esta vez quise mantener la línea a aquél día que me comí esa torta, dios, estaba muy buena.

—¿Comeras nada más eso? —Me sorprende que no come más que arroz, no carne; ni bebida dulce, sólo agua.

—¿Te importa? No es mi culpa que tú comas como cerdo.

—¡Pelado! ¡Desgraciado! ¿No habrá momento en que te pueda preguntar algo y me respondas bien? Siempre lo hago de buena manera y encuentras la forma de ofenderme por todo.

—...No sé que decirte, sólo come y no hagas preguntas.

Ahora está algo serio, tal y como creo que se comporta cuando tiene un sentimiento que no puede explicar, ¿Qué sera? Pero dejaré mi curiosidad...comeré y no le diré nada, ni siquiera lo veré.

Pasado la comida quise postre, algo...pequeño, no se trata de quedar gorda, es por puro antojo.

Shadow limpia su boca con una servilleta—. ¿Piensas comer más? Por eso estás gorda.

—veo la carta y alzo la mano llamando al mesero—¡oye! Ya no te dije nada en el resto de la comida, así que no le molestes.

—Pero ni creas que pagaré tus antojos.

—No esperaba que lo hicieras. —le saco la lengua.

...¿Así estaremos todos los días?, ¿casa minuto discutiendo? Es como si disfrutara sacarme de mis casillas; no importa, aprenderéis a que yo también puedo comportarme como el Emo este...

Mientras termino de comer mi postre (una rebanada de flan napolitano) él no me quita la mirada de encima, me siento tan incomoda con su mirada carmesí sobre mí... Siento que sus ojos son tan peligrosos y examinan lo suficiente como para que sepa mi vida y la de cualquiera en segundos.

Alejo mi plato y me limpio la boca para dar un suspiro—. ¿Por qué me miras tanto?

—¿te impor...-?

—Si, si, si, si, "¿te importa?" —Lo interrumpo e imito de forma olímpica. Él sonríe de soslayo y me mira directamente—; claro que me importa, tu mirada es tan pesada e incomoda...es como si me estuvieras examinando todo el tiempo.

—Tienes razón, en realidad mis ojos ven más que eso... pero no importa, tú no lo entenderías.

¡Bien! Ahora se siente (otra vez) el sabelo todo, en fin, este erizo me da mucho miedo y esa pregunta extraña y mórbida aparece de vez en cuando en mi cabeza: ¿estoy haciendo lo correcto?.

—Anda ya, levanta tu trasero y vámonos. —Vuelve a dejar dinero sobre la mesa sin siquiera preguntar por una cuenta o algo, es tan extraño y a la vez, se ha de sentir adinerado.

Cuando salimos siento la necesidad de querer pagarle, pero no quiero que me regañe de nuevo.

—¡oye! Te debo la comida.

Shadow no voltea a verme—. Me debes muchas cosas, no sólo eso.

—Bien, bien, ya lo sé pero Ahorita sólo puedo pagarte eso...

—No quiero que me pagues —interrumpe—, no necesito el dinero, en cambio, tu si, así que dejarlo.

No voy a insistir, ¡que le den! Ni me mira y solo se mueve a prisa y yo tengo que dar pequeños saltos mientras esquivo cosas y a personas. Hora de regresar a la cabaña e irnos a no sé donde...

My Name is Amy •|REEDITANDO|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora