Capítulo 38.

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Justin seguía mirándome con sus ojos abiertos como platos. Él aún no podía creer que yo estuviera en frente de él, tampoco que casi le hubiera salvado el culo del policía que había quedado vivo.

Daniela, al contrario, sonreía divertida mientras miraba a Justin. Ella sabía perfectamente lo que yo había planeado hacer. Era ella quien me había dicho que la muerte de mis hermanas había sido una completa farsa y que Justin sólo me había mentido sabiendo que todo no dejaría a mis hermanas y me iría así como asó. Según ella, había hecho lo necesario, pero para mí, él había ido demasiado lejos esta vez para yo perdonarlo fácilmente.

Me había mentido y había sido capaz de seguir mintiéndome aún cuando me vio sufriendo al borde de caer al vacío. Había mantenido su mentira aún cuando yo le había dicho que mataría a uno de sus mejores amigos, había actuado demasiado bien. Me había mentido con algo totalmente innecesario.

Estaba más que cabreada con él.

El ojimiel seguía mirándome fríamente mientras la sorpresa aún lo dominaba. Le demostré una sonrisa de victoria, esa que él veía cada vez que una misión salía bien, y esta, estaba claro que me había salido más que perfecta.

- ¿Cómo me ha salido? – le pregunté divertida. Él alzó sus cejas mientras negaba con la cabeza. Retuve las ganas de echarme a reír por su reacción. - ¿Qué?

- No puedo creer que no te hayas ido.

- No puedo creer que me hayas mentido. –alcé las cejas y Justin cambió la expresión de su cara. Él sabía que la había cagado. – Además, ¿qué querías que hiciera cuando me di cuenta de que me habías mentido con algo tan delicado como lo es la maldita muerte de mis hermanas, Justin? ¿En serio creíste que Daniela no me lo iba a contar? ¿Creíste que después de darme cuenta iba a dejar todo tirado e iba a seguir con el plan de mierda que tenías? No tenías que haberme mentido por nada.

- Lo hice por protegerte a ti y a ellas.

- Lo hubieras hecho de una manera diferente.

Él tomó un poco de aire y lo exhaló lentamente.

- Me he equivocado. – susurró. Yo asentí con mi cabeza. Por lo menos lo estaba reconociendo. – Lo siento.

- Si, la has cagado hasta el fondo.

- Perdóname. – rogo él. Se acercó a mí lentamente, esperando a que alguna reacción mía le diera alguna pista de cuan enojada estaba con él. Siguió acercándose cuando vio que yo no hice nada para detenerlo.

Estuvo parado un momento frente a mí.

Me di cuenta de que nosotros estábamos discutiendo frente a tres personas que disimulaban frente a nosotros. Estaban escuchando toda nuestra discusión. Sentí como mis mejillas se pusieron de un leve rojo.

Justin se dio cuenta también de que ellos seguían allí, y que su presencia me incomodaba un poco. Él les dio una mirada de "Ya pueden irse" la cual ellos entendieron perfectamente, porque salieron todo juntos dejándonos solos a Justin y a mí.

Ahora solo estábamos Justin y yo...y claro, los cuerpos sin vida de los policías que seguían tirados en el piso.

El ojimiel seguía mirándome esperando a que le dijera algo.

No dije absolutamente nada, dándole a entender que estaba esperando que me explicara el verdadero porque de la gran mentira que me había hecho creer. El dio un suspiro mientras pasaba una de sus manos por su cabello.

- Lo siento de verdad, _______________. – Yo lo miraba en silencio mientras el trataba de acercarse más a mí y tras pasar esa barrea que había entre él y yo en esos momentos. – Todo se me vino encima; el asunto de la policía, lo que haríamos para que ni tu ni tus hermanas estuvieran en peligro...y esa....esa fue la primera solución que se me vino a la cabeza. Estaba tan estresado que tomé esa opción sin pensarlo dos veces, sin analizarlo, y me equivoqué.

Princess of the mafia. [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora