Capítulo 03.

59.5K 1.9K 53
                                    

— Estaba un poco pasado de sus tragos —continué. Lía rió al otro lado de la línea—. No me habías dicho nada sobre él, creí que el tipo era más viejo...

— Lo sé, nena.... —se disculpó ella—. Debí darte un poco de información...

— Bueno, Li, sólo llamo a decirte que tengo que ir de compras —dije alegre. Hace mucho, para ser exactos, más de un año, que no compraba nada para mí. Todo lo que conseguía iba a casa, compraba comida o cosas que mis hermanas necesitarán—. Me han dado el primer pago, debo decir que bastante bueno... Es más como un incentivo por haber sido elegida, pero...

— Claro que te acompañare a escoger la mejor ropa.

— Gracias —sonreí alegre—. Debo irme, mis hermanas me necesitan.

— Uhm, otra cosa, Victoire —dijo ella antes de que se cortará la llamada—. ¿Quién estará a cargo de las niñas mientras tú no estás?

— En realidad no lo sé....tal vez mi madre.

— ¿Estás loca?

— No tanto como tú... —bromeé un poco con ella. En realidad yo estaba bastante feliz por haber conseguido un nuevo trabajo. Con buena paga, y además, un jefe demasiado guapo. Lo único malo era estar expuesta al peligro al que correría después de hacer mi primer trabajo—. Ya miraré que pasará con mis hermanas —di un pequeño suspiro—. Lo más probable es que vayan a Canadá con su abuela paterna.

— Vale, vale...recuerda que aquí estoy yo para lo que necesites.

— Vale, te quiero.

— Yo te quiero más —colgó la llamada.

[...]

— Este es perfecto —dijo Lía con una enorme sonrisa en su cara, mostrándome un vestido color rosa pálido sencillo—. Se verá realmente bien con el color de tu piel —continuó ella dando algunas clases de cómo vestir según el color de mi cabello y mi piel, esta chica se apasionaba demasiado por la moda—. Y con unos tacones realmente no muy altos...te verás fantástica, Vic.

— Si, ya lo creo —sonreí con ella y continué buscando ropa un poco más sencilla. Por suerte, ella me había dejado llevar unos cuantos jeans que, según ella, me quedaban de maravilla—. Quiero comprar unas cuantas cosas más y nos vamos ¿vale?

Ella asintió sin decir nada más y desapareció hasta la sección de zapatos.

Seguí mirando con cautela las miles de prendas hermosas que había en esa tienda. Nunca había logrado venir por los altos precios de cada una de las tiendas pero ahora, podía permitir un poco de ropa nueva para mí.

Recordé las palabras de Bieber al decir que era una chica realmente valiente al aceptar su propuesta de "trabajo"

"Él rió por lo bajo al ver que había aceptado sin decir nada más.

— Eres una chica valiente —volvió a reír. Los cinco whiskys que se había tomado ya empezaban a cobrar un gran efecto en él, pero aún así seguía siendo guapo. Sonreí por lo bajo—. Si fueras otra chica simplemente hubieras dicho que no...

— Hubiera dicho que no si no tuviera la necesidad que tengo ahora.

Él asintió y me dio explicaciones de todo lo que tenía que hacer ahora. La mayor parte de mi tiempo la iba a pasar con él. Para que nadie sospechara nada iba a "seguir viviendo" en mi casa, cuando en realidad iba a estar siempre, cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día, toda la semana en la suya en entrenamiento y más."

Tendría que tener un entrenamiento con armas de todo tipo y más.

Me había obsequiado mi primer "juguete", como lo había llamado él. Era simple, según él, tenía que tener una muy buena confianza con ellas, porque prácticamente, las armas serían mis mejores amigas a partir de ahora.

Lía volvió con cinco pares de zapatos ya empacados y pagos.

— Esto es un regalo que yo te haré —sonrió y me entregó las dos bolsas que los contenían sin decir nada más—. Espero que te gusten, ¿vale?

Traté de negarme a su... Enorme regalo. Había visto el precio de la mayoría y sabía que a mi mejor amiga no le sobraba el dinero exactamente. Ella se resistió y consiguió callarme la boca.

— ¿Quieres ir a ver algo más? —pregunté. Ella negó con la cabeza. Se hacía notorio su cansancio, habíamos estado toda la tarde caminando de tienda en tienda buscando ropa decente—. Está bien, entonces la lencería tendré que comprarla yo sola...

Sonreí. Algo de lo que más le gustaba a ella era ir en busca de lencería y decir que alguna de ella era perfecta para una buena noche de locura con un hombre guapo.

Ella se echo a reír y tiró de mí para que pagará lo que traía en la mano y unas cuantas cosas más.

[...]

— Mhh, mira esto. Es perfecto —mostró un par de baby dolls que seguramente dejarían ver más de lo que yo quería, ¿obvio, no?—. Esto lo puedes usar cuando quieras follar duro con el Sr. Bieber.

Me eche a reír con ella.

— Iré a trabajar, no a follar duro.

— Pero puedes hacer los dos. A Bieber le encantará tener a una chica joven, que además de trabajar duro, también quiera follar duro con él...lo conozco lo bastante bien.

— ¿Lo conoces?

— No mucho, pero se bastante de él.... —dijo demasiado rápido, como si quisiera evitar el tema.

— Ya —dije sin tener ánimos de continuar la conversación sobre él. Ya otro día le preguntaría porque lo conocía tan bien—. Los llevaré.

— ¿Te acostarías con él, Vic?

— Quién sabe, tal vez al cosas sucedan... —sonreí victoriosa mientras ella abría lo ojos por su sorpresa. Era demasiado obvio que estaba bromeando con ella. No me acostaría con Bieber jamás...

Princess of the mafia. [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora