Capítulo 04.

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Miré de nuevo detenidamente mi objetivo. Sabía que era fácil dar en el blanco después de tanta práctica, pero aún no me sentía confiada teniendo un arma en la mano. Era demasiado extraño para mí hacer estas cosas de un día para otro.

Mi mano temblaba ligeramente y hacia demasiado notable mis nervios. Al redor mío, exactamente diez hombres vestidos de negro, como en las otras ocasiones esperaban a que terminara mi entrenamiento del día jueves.

Había tenido al rededor de dos semanas de entrenamiento, para después practicar verdaderamente con el jefe Bieber.

Suspiré profundamente un par de veces antes de tomar un poco más fuerte la pistola. Sentía como mi corazón palpitaba cada vez más rápido a causa de los nervios. Mi tiro tenía que ser exactamente perfecto. No podía haber fallas de ningún tipo. Tenía que darle en el blanco. Me había esforzado demasiado últimamente para que mi entrenamiento básico no fuera demasiado largo, y aquí estaba mi última prueba básica.

Solté el aire que tenía, miré por última vez el blanco de entrenamiento. Para después apretar el gatillo de la pistola que cargaba en mis manos. La bala llego directamente a su cabeza. Justo en el blanco.

Un suspiro de alivio salió de mi boca y una gran sonrisa se dibujo en mi cara. Unos aplausos se escucharon en toda la sala de entrenamiento.

Él estaba aquí.

— Demasiado bien —aplaudió unos cuantos segundos más y después sonrío. Todos los hombres que también entrenaban dejaron su trabajo unos segundos para prestar atención a lo que ahora pasaba, para luego volver a concentrarse—. Estoy verdaderamente sorprendido con tu trabajo, Victoire.

— Muchas gracias —sonreí al igual que él. Quitándome el equipo de seguridad me acerque hacia él—. He trabajado duro para ser la mejor.

— Supe desde el primer momento en que te vi que iba a ser la mejor en esto —halagó mi trabajo de nuevo mientras yo sonreía gracias a sus palabras— Tú verdadero trabajo empieza en una semana.

Asentí sin decir nada más. Mis nervios al peligro crecían cada vez más y más dentro de mi cabeza. Sabía muy bien que si algo salía mal la que cargaría con todos los problemas sería yo, y nada más que yo. Tenía que actuar demasiado bien para esto, tenía que lograrlo si no quería acabar muerta.

Suspiré tratando de evadir todos los nervios y sonreí amargamente delante de él.

— Si entrenas todo saldrá bien —trato él de tranquilizarme mientras yo solo pensaba en lo peor—. Hoy te estaré esperando para darte los primeros datos.

— Bien —asentí y volví a ponerme el equipo de seguridad. Caminé hasta donde había estado hace unos minutos. El entrenamiento iba subiendo de dificultad cada vez que se lograba el objetivo. Entrené sin parar un par de horas antes siendo observada detenidamente por Justin Bieber.

[...]

Había entrenado sin parar más de dos horas y media. Había terminado rendida, pero con una gran satisfacción por mi trabajo hecho. Había empezado a adquirir valentía con cada logro acertado. Con cada disparo hecho perfectamente en el blanco.

Era de maravilla sentir esa sensación de poder y de valentía, pero era extremadamente asqueroso el peligro con el que correría desde ahora.

— Escucha —su voz llamó mi atención por primera vez. Sonaba cansado y nervioso al igual que yo. ¿Nervioso?—. A ese hijo de mil putas le encanta las mujeres como tú —sonrió—. Jóvenes, bonitas, que le puedan dar un buen polvo.... —entendía perfectamente su intención. Pero verdaderamente eso no era lo más duro que tendría que hacer—. Lo único que te hace falta es ser un poco más extravagante. Un poco más... —buscó las palabras perfectas para explicarme como actuar—. Más puta.

Bien. Tendría que actuar como una prostituta profesional.

— Mhh, solo tengo una sencilla pregunta —di un pequeño trago al vaso lleno de Vodka que tenía ahora en mis manos llenándome de valor—. ¿Cómo haremos para que sea yo la puta que el escoja?

— No tienes que preocuparte por eso, tengo todo listo y sé que él te escogerá a ti, muñeca —asentí. Estaba segura de que no quería proporcionarme demasiada información—. Necesito confiar demasiado en ti —entrecerré mis ojos desviando mi mirada para tener que darle la cara—. Necesito saber que no me traicionarás.

— No lo haré —aseguré mirando detenidamente sus ojos color miel que me hipnotizaron desde el primer momento en que los vi de cerca— Puedes confiar en mí totalmente —le sonreí, proporcionándole una parte de la confianza que necesitaba.

— Espero eso —sonrió con amargura para después dar un trago al whisky que él tenía en la mesa que nos separaba a ambos—. Porque si llegas a traicionarme, te mataré.

Mi piel se puso pálida con sus palabras, había sentido que mi sangre había dejado de circular por un momento. Lo había dicho sin vacilar, y no parecía una advertencia, parecía algo más. Solo tonterías.

— Lo entiendo.

— Sería realmente desagradable —acabó todo el whisky que contenía y sirvió un poco más en su vaso—. Ése día tendrás una cámara con la que podré ver todo ¿entiendes? —continuó explicando todo lo que tenía que hacer—. Todo saldrá perfecto si sabes actuar bien, tienes que hacerlo sin miedo. No te dejes intimidar por nada ni por nadie. En verdad tienes que hacerlo como una experta.

[...]

"— Ahhh —gemí de nuevo mientras en me follaba rápidamente. Cambiamos de posiciones en un instante. Ahora yo estaba encima de él, ahora yo llevaba las riendas de este trabajo. Empecé a mover mis caderas suavemente.

— Nena, hazlo más rápido, joder —ordenó él. Estaba agitado y una ligera capa de sudor cubría su frente. Posó sus manos en mis caderas para ayudarme con la faena. Gemí por última vez antes de ver que como él cierra los ojos y no los abre de nuevo.

Bajo de encima de él para después empezar a preocuparme verdaderamente.

— ¡Justin! —gritó moviendo suavemente su cabeza para que despierte, pero no lo hace—. Justin... —pronuncio de nuevo su nombre. Me agacho para buscar su pulso, no lo encuentro y decido posar mi mano en su pecho para sentir su corazón. No late.

Las lágrimas empiezan a salir rápidamente de mis ojos, no puedo hacer nada más que llorar y llorar sentada al lado del cuerpo, que ahora no tiene vida."

Despierto de un profundo sueño exaltada.

Ha sido una aterradora pesadilla, de la que no he podido escapar en tres días seguidos.

He tenido el mismo sueño erótico con el unas tres veces, pero siempre él acaba muerto y yo, llorando al lado de su cuerpo sin vida.

Varias preguntas adornan mi mente después de soñar cada noche lo mismo.

¿Qué relación tengo con él en el maldito sueño de mierda? ¿Por qué el siempre termina muerto? Lloro desconsoladamente por el al final del sueño como si fuera una persona realmente importante para mí, y siempre estamos haciendo el amor antes de que su cuerpo se quede sin vida.

Recuesto mi cabeza de nuevo en mi cama pensado que la respuesta tal vez la obtenga muy pronto.

Princess of the mafia. [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora