Capítulo 08.

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Capítulo 08.

Cuando entre a casa Paula, mi hermana estaba sentada comiendo sándwiches con mi hermana más pequeña, Susan. Las dos se alegran al verme llegar.

- ¡Victoire! – grita la más pequeña y corre a abrazarme fuerte tomándome por la cintura. Yo me agacho un poco para saludarla con un beso en la frente y ella me sonríe. Paula también se para a saludarme.

- ¿Cómo han estado? – pregunto por ellas, pero solo sonríen, Paula me abraza un buen tiempo sin dejarme ir. - ¿Qué tienes, pequeña?

Ella niega con la cabeza al ver que yo me he preocupado.

- ¿Y mamá?

- No está. – contesta Paula. – Se ha ido.

- ¿Se ha ido? – pregunto más que sorprendida. - ¿Quién les ha preparado los sándwiches?

Y de repente, veo como mi mejor amiga Daniela sale de la cocina, con una sonrisa en la cara me saluda como si no me hubiera visto en mucho tiempo.

- ¿Pero qué haces aquí? – pregunto sorprendida. Me hace feliz que ella esté aquí acompañando a mis hermanas cuando la madre que tendría que estar sirviéndoles de comer, se ha ido y las ha dejado sola. – Pensaba pasar por tu casa antes de volver...

- Sí. – sonríe ella al entender. – Sólo he pasado por aquí a ver cómo han estado tus hermanas y me encuentro con que tu madre las ha dejado solas desde la noche anterior. – hace una pausa para mirarlas y les sonríe, ellas hacen lo mismo con Daniela. – Y estaban muertas de hambre...pensé en cocinarles algo rico mientras se comían esos sándwiches.

Asiento a modo de agradecimiento. Daniela me sonríe y va hasta la cocina, porque al parecer se le quema lo que está preparando para ellas dos.

- ¿Mamá no dijo para donde iba? – le pregunto a Paula que niega con su cabeza. Mi madre las ha dejado de nuevo solas después de que me ha pedido perdón casi arrodillándose. Es una total porquería. – Les traje unos regalos... ¿quieren abrirlos? – las niñas asienten con felicidad mientras yo les entrego a cada una la bolsa correspondiente. Se ponen felices al ver que es ropa, de los colores que más les gustan y los estilos.

Daniela sonríe conmigo al ver la felicidad de las niñas.

- Ese es el vestido que me habías pedido, ¿recuerdas? – le pregunto a Paula. Hace días ella me había pedido un vestido idéntico a ese. Ella corre a abrazarme con la prenda en la mano.

- Gracias, gracias, ____________.

- No hay de qué.  – respondo y ella sale disparada a donde está su hermana para seguir destapando todo lo que les traje.

Daniela se sienta justo en frente de mí y comienza a hablar, me pregunta sobre mi nuevo trabajo y yo le contesto lo más sinceramente posible.

- Es difícil. – le digo. – Pero me gusta la sensación que siento, es completamente inexplicable....

-Sabía que te gustaría...

Asiento y sonrío junto a ella.

(*)

- Será demasiado difícil para ella. – dice Justin negando cualquier posibilidad de en la siguiente operación enviar a ____________ como infiltrada y hacerse pasar como una de las chicas de seguridad. – Correrá demasiado peligro. No.

- Justin. – Ryan trata de convencerle, pero Justin vuelve a negar con su cabeza. – Para eso ella se está entrenando de la forma en la que lo está haciendo, ella es buena, podrá con esto, estoy seguro.

- Ryan, entiende, no quiero perder a alguien tan valioso. – le dice Justin. – No encontraremos a una chica igual, te lo aseguro, ____________ en su primera vez lo ha hecho de maravilla. Ninguna otra chica lo hubiera hecho así de bien, ¿entiendes?

- Entiendo que tal vez no quieras perder a la puta que te estás follando.

- ¡Maldita sea! – grita Justin exasperado por las palabras de Ryan. – Joder, ¿Cuántas veces te tengo que repetir que no es por esa maldita razón?

- Pues eso es lo que parece, hermano.

- Sólo me la estoy follando, cabrón. – continua a su defensa. Ryan sonríe al ver que se sigue negando a aceptar la verdad. Es un jodido hombre que le gusta cerrarse en sus pensamientos. – No quiero perder a esa chica, sé que ella nos ayudará a acabar con todos esos malditos cabrones que nos han montado la guerra ¿vale?

- Entonces entiende que esta es la única forma en la que _______________ puede entrar a esa casa. – repite Ryan. – Esté plan seguirá así, hasta que encuentres otra manera de meterla a esa casa para matar al cabrón Snade. – Ryan sirve dos tragos y le entrega uno a Justin. – Entiende, ellos han reforzado su seguridad desde que se enteraron de lo que pasó con Erick, no podemos arriesgarnos, las prostitutas que contraten van a ser supremamente requisadas antes de poder entrar a esa casa, no tenemos otra forma.

- ¿Y si ponemos una maldita bomba que acabe con todo y listo?

- Sabrán que has sido tú. – dice Ryan. Justin asiente. Él siempre ha tenido razón, por eso Ryan ha sido su mano derecha por mucho tiempo, toda su vida para ser más exactos. – Y si se enteran de que has sido tú, estamos perdidos, porque todos, absolutamente todos esos cabrones se nos vendrán encima.

- ¿Qué es lo que han conseguido? – los dos sienten una voz femenina presente en la sala. Los dos miran la puerta y se encuentran a _____________ caminando hacía ellos. Ryan la mira por última vez y le sonríe. Vaya mujer más hermosa, lastima ser tan joven joder, pero eso no le importa. Posa su mirada de nuevo en ella y esta vez la mira de arriba hacia abajo. Notando cada una de las partes de su cuerpo. Está como quiere, joder. - ¿Entonces?

- Tenemos acceso a todas las cámaras de seguridad que hay. – dice Justin antes de que Ryan empiece a explicar lo que ella tiene que hacer. – Te vestirás como una chica de las que él tiene para que monte guardia ¿de acuerdo? - _____________ asiente. – Ryan te irá guiando el día del operativo para que puedas llegar y matar a ese cabrón de mierda.

- Está "operación" será mucho más difícil. – dice Ryan. – Vas a tener que matar a más de una persona.

- Haré lo necesario para que salga perfecta y ustedes obtengan lo que quieren. 

Princess of the mafia. [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora