Capítulo 30.

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Ryan se paró detrás de mí luego de haber matado a un hombre que se había cruzado por nuestro camino. Él le había disparado antes de que yo pudiera decir algo, le había disparado con una puntería infalible en el centro de la cabeza y segundos después el sujeto había caído en el suelo muerto haciendo una gran mancha de sangre en el pasillo.

Miré a Ryan quién andaba concentrado con la pistola en sus manos. Di un suspiro casi inaudible, Ryan bufó ante mi reacción y me miró después. Su mirada quemaba encima de mí.

- Si no te gusta matar gente, ¿por qué estás en este trabajo?

- No es sencillo. – susurre y seguí caminando al paso de Ryan. Un hombre apareció en el pasillo y no tuve más remedio que dispararle en el pecho. El hombre gimió de dolor y yo me acerqué a él. Aún seguía vivo. Le disparé en la cabeza y de inmediato este dejó de respirar. La sangre empezó a correr. Me volví para mirar a Ryan y los dos comenzamos a caminar de nuevo. – Al principio lo hice por una falta de dinero que afectaba demasiado a mi familia, todo era por culpa de mi madre...pero ahora siento que no soy capaz de dejar a Justin...

- Si el supiera que sufres al matar gente nada más por estar con él, _______________...

- Él nunca lo sabrá.

Ryan asintió con su cabeza. Sus ojos se abrieron al ver tres hombres juntos el pasillo, él de inmediato agarró fuerte su arma y empezó a disparar a los hombres, mientras ellos caían a los suelos muertos, aparecían más hombres vestidos de negro en el pasillo. Ryan dejó de disparar al ver un hombre mayor que se paraba delante de sus hombres vestidos de negro, el señor sonrió al reconocer a Ryan.

- Así que...matando a mis hombres de nuevo. – Ryan sonrió a éste como si lo hubiera vencido. Con un orgullo notable en su mirada. Me quedé callada esperando la respuesta de Ryan. – Un gran maldito error de tu parte, Killer boy.

Ryan apretó su mandíbula. Apretó el agarre a su arma que se encontraba baja, sólo lo hacía por si acaso...

- Veo que trajiste compañía. – El hombre sonrió mientras posaba su mirada en mí. Me miró a los ojos unos segundos y yo desvié mi mirada a otro lugar. Lo que menos quería era sentirme incomoda en una situación como estas. Tenía que actuar con serenidad y como si nada ni nadie me afectaran, aunque era mentira, tenía que actuar como lo estaba haciendo Ryan. – Eres más hermosa de lo que creía...Princess of the mafia. – "Princess of the mafia" había estado escuchando que desde días atrás todos los medios de comunicación me habían empezado a llamar de esa manera.

El hombre empezó a acercarse a mí con una sonrisa maliciosa en su rostro.

- Veo que al fin has venido por tus hermanas. – mi corazón se detuvo por un momento al escuchar sus palabras, luego éste comenzó a latir violentamente en mi pecho. Tragué en seco mientras él me miraba. Se rió por lo bajo al ver mi reacción. De inmediato tomé de nuevo una buena compostura, nada me importaba, nada me afectaba. Tenía que ser dura. – Eres una joven demasiado valiente, Princess...

- No me llames así. – le dije. Ryan de inmediato me miró. Él sabía que había cometido un gran error al ordenarle algo, pero a mí me importaba poco.

El hombre volvió a reír y se acercó lo bastante a mí para yo poder escuchar su respiración. Su mano derecha se alzo y en un movimiento muy ágil me tomó por el pelo agarrándome de éste, haciendo que tomará una medida, le apunté con mi arma en la cabeza.

- Más valiente de lo que creía. – susurro él. Soltó mi cabello y se alejó un poco de mí. – Adelante, dispara. Ni siquiera sabrás donde se encuentran tus hermanas antes de que tu cabeza vuele en pedazos.

Princess of the mafia. [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora