Capítulo 20.

45K 1.3K 49
                                    

- Él está tratando de conseguir más información, pero empieza a sospechar. – Ryan se sienta y espera la respuesta de Justin que aún sigue dudando en su asiento. Él asiente con la cabeza insinuando que no hay nada más de que hablar, pero lo hay. - ¿Sabes que estamos haciendo esto mal?

- No. – contesto él frío. Claro que no lo estaba haciendo mal. No. Estaba tratando de proteger una vez más a aquella mujer...y a su familia. – Lo hago porque no podemos tener traidores aquí, ¿entiendes?

- Si, cabrón. Eso no te lo cree nadie. – Ryan soltó una risita burlona que hizo que Justin riera también. – Sabes que lo haces por ella.

- Por ella y porque no queremos que el negocio se acabe ¿verdad?

Ryan asiente aceptando lo que Justin acaba de decir y cambia de tema radicalmente.

(*)

- No creo que a Justin le de rabia que te tenga aquí. – dice él con una enorme sonrisa en su cara, pero no entiendo su comentario. – Digo, no creo que se ponga celoso.

- ¿Perdón? – pregunto sin entender porque está hablando de él. ¿Acaso sabía que...?

- No te hagas la tonta ______________. – dice y toma la copa llena de vino que se encuentra en nuestra mesa y le da un gran sorbo dejándola casi vacía. – Me molesta cuando las mujeres se hacen las mosquitas muertas. – deja la copa en su lugar y me mira a los ojos.

- No entiendo nada de lo que estás diciendo, Joseph. – agrego. Sé que él está tratando de que yo pierda la cordura, ¿pero por qué? Miro su mano con cuidado que está llevando el ritmo de la música de fondo.

- Por favor, ______________. Todo mundo sabe que tú y Justin se acuestan cada noche, ¿de verdad crees que somos tan estúpidos como para no notarlo? – subió un poco su voz haciendo que se me erizara la piel. - ¿Por qué no me haces a mí lo que le haces a Justin? Digo, lo que le haces ha de ser realmente bueno. Lo tienes realmente hipnotizado.

Estaba tratando de llamarme puta. Yo no lo podía permitir, menos de un extraño que había salido conmigo en dos ocasiones, siendo esta la segunda.

Me paré rápidamente de mi asiento y caminé demasiado rápido hacía la salida de aquel restaurante de lujo, cinco estrellas al que me había traído nada más para armar un escándalo. Él no me conocía y yo lo sabía quién le había contado de lo que pasaba entre Justin y yo. Pero la verdad era que entre él y yo no pasaba nada, absolutamente nada.

Sentí que alguien caminaba al mismo paso que yo detrás de mí, en un momento aceleró su caminada y pudo alcanzarme.

Joseph me tomó bruscamente por el brazo dejándome inmovilizada.

- Me estás lastimando. – rogué para que me soltara pero no lo hizo. Me apretó con mucha más fuerza. Sabía que allí quedaría un enorme morado por máximo una semana. - ¡Suéltame! – ahora estaba gritando.

- Shh. No hagas demasiado ruido. – me advirtió acercándose lo bastante a mí como para sentir su aliento chocar contra mi boca. – Tendré que castigarte por ser una niña mala, _______________.

- ¡Que me sueltes! – grite de nuevo intentado que me dejará pero lo que logré fue solo una apretada más fuerte. Me cogió también del otro brazo haciendo que el dolor llegará a todo mi cuerpo. Estaba tomando demasiado fuerte mi mano lastimada. - ¡Ahgggggg! – grite de dolor.

- ¡No hagas ruido maldita sea!

Dejó que mi mano lastimada escapara de su agarré para hacer algo peor. Él posó su mano tapando mi boca y mi nariz impidiéndome respirar. Sentí como mi cuerpo comenzaba a necesitar el aire y de un momento a otro todo de volvió negro para mí.

Princess of the mafia. [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora