ImPossible ღ [3º Temporada] - [נusтιи вιeвeя&тu]

Capitulo 91

"Aquí empezó todo."

24 de Diciembre

Hacía apenas un día que había llegado a Toronto, ya que la mayor parte de mi familia estaba reunida allí para pasar la Navidad juntos. Justin se había quedado en Los Ángeles para pasar un par de días con John y parte de sus amigos, y justo al día siguiente cogería un avión a primera hora para volver a Canadá y pasar aquella fecha tan señalada con sus seres queridos.

"¿A qué hora llegas?" Pregunté curiosa pasando mi mano por mi pelo mientras miraba al techo con mirada perdida.

"Creo que a la una de la tarde... no lo sé seguro." Suspiró con resignación. "Te aviso cuando llegue, ¿vale?"

Asentí con mi cabeza. "Vale." Sonreí contenta. "He estado ayudando a mi abuela y a los demás a hacer la cena de Nochebuena."

"Habría que verte cocinar." Bromeo haciendo que mi ceño se frunciera.

"Oye, pues cuando te cocino no te veo quejarte." Alcé mi ceja mientras se escuchaba su risa al otro lado del teléfono.

"Pero si sabes que lo digo para meterme contigo, cariño. Es broma." Rió de nuevo mientras yo sonreía intentando controlar mi risa. "Además, estoy deseando de que me cocines otra vez... ¿sabes que te ves genial cuando lo haces?" Comentó con una voz ronca que me hizo estremecer.

"Ummm, habrá que esperar un poco para eso porque vamos a pasar las navidades rodeados de gente." Alcé mis cejas sabiendo a qué se refería. Había otras intenciones detrás de esas palabras. "Y bueno de momento te va a cocinar mi abuela." Respondí riendo poco después.

"_______..." Soltó una carcajada divertido.

Reí de nuevo. "Pero si es verdad... la comida siempre se empeña en hacerla ella. Además, no sabes las ganas que tiene mi familia de conocerte y verte otra vez." Solté pillándole algo desprevenido.

"Y yo... aunque estoy algo nervioso." Confesó finalmente.

"Tranquilo, ya verás cómo todo va bien." Sonreí hablándole de una manera tranquilizadora. Sabía lo mucho que le preocupaba la impresión que el resto de mi familia se pudiera llevar de él... aunque lo peor había pasado, ya se había ganado a mis padres y mis hermanos.

Suspiró profundamente. "Eso espero." Le imaginé pasando su mano con frustración por su pelo y tuve ganas de ir a Los Ángeles y hacerlo yo por él. Me encantaba hacer eso. "Oh, por cierto, ¿sabes quien me ha preguntado por ti?"

"Creo que tu padre no." Comentó haciendo que yo riera.

"Qué tonto eres. Pero si ya le caes bien." Lamí mis labios incorporándome ligeramente en la cama y apoyando mi espalda contra el respaldo de ésta.

"Ya, pero todavía me cuesta un poco hablar con él." Ladeé mi cabeza con ternura.

"Bueno, poco a poco. Roma no se construyó en dos días, ¿no?" Pregunté con cariño mientras él reía en voz baja.

"Lo sé." Suspiró profundamente.

"Liam me ha preguntado por cuándo venías." Dije rápidamente para cambiar la conversación.

"Qué mono es." Sonrió divertido. "Dile que iré con Esther."

"Oh, también me ha preguntado por ella." Apunté rápidamente. Justo entonces, antes de que Justin tuviera la oportunidad de responderme, la puerta se abrió rápidamente y apareció mi madre tras ella.

"Vaya, ¿interrumpo algo? No sabía que estabas hablando por teléfono." Dijo suavemente.

Negué con mi cabeza. "Es Justin." Sonreí.