Capitulo 56

11.7K 444 133
                                    

"¿Sabes que te pones muy mona cuando te enfadas?"


Hay veces en las que parecemos fuertes. Lo somos por un momento, pero llega un instante en el que algo en tu pecho te hace débil. La nostalgia se apodera totalmente de ti y te controla. Y es entonces cuando sientes ganas de abrir tu móvil y enviarle un mensaje. Miras su perfil durante bastante rato... escribes y escribes y borras todo... vuelves a escribir. "Soy idiota por preocuparme por él." Piensas suspirando, y tensas tu mandíbula. Te da rabia preocuparte por él y saber que a él ni siquiera le importas una mierda.

Borras todo y tiras el móvil en la cama. Te alejas lo más posible de él e intentas distraerte con lo mínimo para no escribirle y cagarla de nuevo. No quieres parecer débil. No quieres que piense que le necesitas, que quieres saber como le va, que todavía tienes una mínima esperanza... la conservas en una urna de cristal en tu pecho, para que nadie la rompa. Porque sabes que si rompen tu esperanza, todo se va a la mierda y ahí sabrás que se ha acabado todo.

Pero no quieres que acabe, aún sabiendo que todo está hecho y el final ya estaba escrito desde hace tiempo.

Y te odias cada día más al pensar que te preocupas y sientes todavía por una persona que en realidad no vale la pena. Porque cuando le das todo de ti a alguien, y recibes palos a cambio, sabes que no vale la pena. Que te tienes que alejar. Pero no sé por qué somos tan tontos de sentirnos tan atraídos a lo que nos rechaza o no podemos tener.

El corazón es un caprichoso y un jodido idiota a veces.

A veces desearía que mi cabeza se apoderara de él y lo condujera. Desearía que lograra hacerle entrar en razón y que comprendiese de una vez por todas que hay gente que es mejor dejar ir, porque nos hacen infelices, nos hacen sentirnos insuficientes, nos hacen daño... y nos hacen añicos.

Y nadie se merece a una persona que le haga añicos.

Nos merecemos a alguien que recoja esos pedacitos de nosotros y los junte.

Y si no hay nadie que los junte. Ya los recogeremos nosotros y los uniremos.

Suspiré profundamente y no pude evitar mostrar una sonrisa leve al recordar la noche anterior. Me sorprendí al ver que no estábamos en el sofá, y estábamos en la cama, arropados con las sábanas y con sus piernas entrelazadas con las mías.

Sonreí por ello. Me di la vuelta levemente para mirarle a través de la poca luz que entraba por las cortinas de la habitación. Estaba durmiendo profundamente y no parecía enterarse de nada. Suspiré como una idiota al verle tan dormido. Se veía cómo un niño.

Pasé mi mano por su cuello y me quedé observándole unos segundos antes de que se diera la vuelta y me clavase sus ojos mieles en los míos. Aquello me dejó con los ojos abiertos como platos.

"B-buenos días." Comenté nerviosa y tímida de que me hubiera pillado observándole como una idiota mientras dormía.

Él sonrió. "Buenos días." Lamió sus labios y su voz salió ronca. Tanto que sentí algo dentro de mi estremecerse. Se veía tan jodidamente caliente cuando hablaba así. Su pelo estaba totalmente revuelto. Se pasó la mano por su pelo y yo rodé en la cama tapándome. "¿Me estabas viendo mientras dormía?" Preguntó arqueando su ceja con curiosidad.

Fruncí mi ceño haciéndome la loca. "¿Yo? No." Lamí mis labios con nerviosismo.

"Mentira."

Arqueé mi ceja. "Verdad."

Él rió despreocupadamente. "Me estabas mirando."

Negué de nuevo. "Oh, vamos, déjalo ya." Agité mi mano con desdén dándome la vuelta intentando aguantarme la vergüenza y la risa. Él se acercó a mi espalda debajo de las sábanas y pasó su mano por el hueco que había en mi cadera.

ImPossible ღ [3º Temporada] - [נusтιи вιeвeя&тu]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ