ImPossible ღ [3º Temporada] - [נusтιи вιeвeя&тu]

Capitulo 55

"¿Estás dispuesta a... mantener esto en secreto?"

¿Cómo podemos decir "adiós" a una persona que lo ha significado todo para nosotros?

Hay veces que lo pensamos. Cuando nos aburrimos y nos da por pensar y rayarnos la cabeza, aunque todo esté bien con esa persona. Nos martirizamos cuando no debemos, y así nos va. Vivimos más tiempo tristes que felices. Somos masoquistas y luego nos quejamos de no ser felices, si nosotros somos los primeros en hacernos infelices.

Lo curioso es que nunca pensamos que ese momento de decir adiós a esa persona va a llegar. Lo sospechamos, lo pensamos, pero no creemos en que llegue. Porque pensamos que todo es eterno, y nos equivocamos. Todo tiene fecha de caducidad, tarde o temprano, pero la tiene.

Nada es para siempre. Y el "felices para siempre" es una burda y jodida mentira que nos hacen creer en las películas románticas. Lo cierto es que las películas y los libros sólo nos muestran una parte de la relación... cuando todo va bien. El libro acaba con un final feliz, pero la vida sigue... y seguramente si siguiesen escribiendo el libro o grabando la película, tendría un final no muy bonito. Porque la realidad no es tan bonita como la pintan y nos la hacen ver. Por eso pasamos toda la vida buscando un cuento de ensueño, un príncipe azul, o un colegio a lo High School Musical donde ser la protagonista y que Zac Efron se enamore de nosotras.

Nos engañan como a tontos. Y lo peor es que nos lo creemos.

Y hay veces que hay que decir adiós... aunque no estemos preparados, por mucho que nos duela. Pero lo más jodido de todo es decir adiós cuando a nosotros ya nos lo han dicho, se han despedido de nosotros hace tiempo y nosotros seguimos aferrados a la idea de seguir con esa persona en nuestra cabeza y nuestro corazón.

A veces hay que dejar ir a una persona, no sólo físicamente, si no, de nuestro corazón. No podemos martirizarnos toda la vida con algo que no merecemos.

Si alguien no te quiere en su vida, se va a ir, por mucho que tu llores o lo intentes impedir, no va a hacer que cambien de opinión. Y es más, mejor no hacerles cambiar de opinión. Si alguien se quiere ir, que se vaya. Si los convences de que se queden y se quedan, sólo estas retrasando más su salida y tu sufrimiento, pero al fin y al cabo... se van a ir. Pierdes tu tiempo cuando lo podrías aprovechar.

Porque nadie merece en su vida a alguien que no quiere estar en ella.

Volví a mirar mi iPhone y negué con mi cabeza. Llevaba esperando algo... una señal, un mensaje, una llamada (aunque fuese perdida) de Justin. Y no había recibido absolutamente nada. Parecía que estaba enfadado, y ni siquiera me atrevía a preguntarle el qué había hecho mal.

Quizás necesitaba tiempo... Para asimilar todo lo que había pasado.

Pero yo no quería alejarme de él... quería protegerle.

Tampoco me estaba alejando. Pero a veces, era demasiado cabezota y se le metía algo en la cabeza y no había Dios que se la sacase.

"Cómo tú."

Sacudí mi cabeza. Mi mente volvía a jugármela, aunque no le faltaba razón. Y lo reconocía. Era una jodida cabezona.

Cerré los ojos sentada en la silla de mi cuarto mientras me maquillaban y ondulaban mi pelo largo. "Actúas en mitad de la gala." Dijo Jason poniéndose a mi lado.

Asentí con mi cabeza abriendo un ojo. "Ciérralo."

Yo hice una mueca y mi maquilladora rió. "Lo siento." Dije divertida.