ImPossible ღ [3º Temporada] - [נusтιи вιeвeя&тu]

Capitulo 76

"Quiero ver cómo ese hijo de puta se retuerce... quiero verlo sufrir."

Tan sólo soy una persona que está deseando que la quieran para dar todo que tiene dentro. Porque demasiado ha dado a las personas equivocadas... y demasiado lo ha pasado mal cómo para estar así tanto tiempo atascada. Y demasiadas noches en vela llorando ha pasado preguntándose por qué no la quieren... cómo para pasar todavía más noches en vela llorando, cuando me merezco pasarlas riendo con gente que merece la pena.

Y tú no eres una de ellas.

Todavía me pregunto, cómo una persona puede quererte tanto, y darte todo y tú ser tan idiota cómo para darte la vuelta y caminar en otra dirección, dejándole con el corazón hecho añicos en sus manos.

Me da pena cuando pienso en alguien en esa situación, pero me da más pena cuando me doy cuenta de que esa persona soy yo. Y sólo estoy describiendo mi situación una vez más.

Todo el mundo a mi alrededor me dice que te deje ir, que no te merezco, que no me merezco pasar por esto, que soy demasiado buena cómo para estar con una persona tan egoísta cómo tú.

Puedes empezar a rezar por que el día en el que me de cuenta de que me merezco mucho más de lo que tú me das no llegue, porque si salgo de tu vida, sé que no voy a volver.

Me das pena... porque acabas de destrozar la vida de una persona que hubiera dado todo por quererte una vez más. Y esas personas me dan pena.

Y duele. Pero algún día dejará de hacerlo.

Me di la vuelta en la cama mientras las sábanas se quedaban envueltas entre mis piernas y mi cintura y suspiré profundamente abriendo los ojos poco a poco, acostumbrándome a la luz que entraba por las rendijas de las cortinas de la habitación.

Justo entonces sentí cómo la puerta de la gran suite en la que nos alojamos en aquel hotel de New York se abría y una silueta entraba en la habitación. Restregué con mi mano mis ojos y los abrí mejor. "Buenos días cielo." Sonrió contento mientras se acercaba hacia mi, su pelo estaba alborotado y sólo llevaba unos pantalones cortos con una camiseta de tirantes ajustada a su cuerpo.

"Buenos días cariño." Sonreí desperezándome en la cama sonriendo sin parar. Acomodé las sábanas contra mi pecho, ya que estaba completamente desnuda y me incorporé levemente en la cama cuando él se acercó hacia mi.

"No he querido despertarte, porque anoche dormiste poco." Sonrió de medio lado mientras su mirada me hacía sentir escalofríos en mi cuerpo. Sabía a lo que se refería en cuanto miré sus ojos y vi aquella sonrisa de malicia sobre su boca.

Lamí mis labios. "Me pregunto por qué dormí poco." Ladeé mi cabeza. "A lo mejor alguien no me dejó." Alcé mi ceja con sarcasmo y él rió contento sentándose en el borde de la cama justo a mi lado.

"Te daría un abrazo, pero estoy sudado."

Hice una mueca pasando mi mano por su espalda y comprobé que había estado haciendo algo de ejercicio, porque iba algo sudado. "¿Has ido a correr?"

Él negó con su cabeza mientras me daba un casto beso con sus labios. "No." Suspiró cansado. "He ido a un gimnasio a boxear un rato." Sonrió contento mientras me miraba atentamente a los ojos de cerca.

"¿A boxear?" Pregunté curiosa.

Él asintió con su cabeza decidido. "Me apetecía."

Lamí mis labios. "Ummm tú boxeando, tengo que ver eso."