19. Vete

368 12 0
                                    

I'm so young and you're so old 
This, my darling, I've been told 
I don't care just what they say 
'Cause forever I will pray 
You and I will be as free 
As the birds up in the trees 
Oh, please stay by me, Diana 

Thrills I get when you hold me close 
Oh, my darling, you're the most 
I love you but do you love me 
Oh, Diana, can't you see 
I love you with all my heart 
And I hope we will never part 
Oh, please stay with me, Diana 

Oh, my darlin', oh, my lover 
Tell me that there is no other 
I love you with my heart 
Oh-oh, oh-oh, oh-oh 
Only you can take my heart 
Only you can tear it apart 
When you hold me in your loving arms 
I can feel you giving all your charms 
Hold me, darling, ho-ho hold me tight 
Squeeze me baby with-a all your might 
Oh, please stay with me, Diana 
Oh, please, Diana 
Oh, please, Diana 
Oh, please, Diana

Diana. La misma letra. La misma melodía. Los mismos acordes. El mismo bar. Todos los días. Así es mi vida en Barcelona.

Cada día siento menos ganas de cambiar ese Diana por su nombre. Quizás la esté olvidando o quizás no pero intento convencerme de ello.

A la gente le gusta el tema, lo canta, lo baila o lo tararea conmigo porque no tienen ni idea de inglés. Ni siquiera saben lo que quiere decir. Ojalá yo tampoco lo supiera. Significaría que no me identifico con ella. Pero es inevitable, debo sentir algo de mi vida en esa canción. Algo de ella está dentro de ese "Diana".

—¡Max! Maravilloso como siempre.

—Gracias...

Siempre que termino me acerco a la barra. Siempre pido una cerveza y siempre alguien me felicita. La rutina.

—¿Has leído esto?

Diego, mi amigo y barman, siempre me mantiene al tanto de las noticias. Lo sabe todo antes, lo sabe todo de todos. Dice que no le interesa la política pero ningún movimiento escapa de sus manos. Acusa a la barra del bar, "que aquí se entera uno de muchas cosas".

—¿Qué es? No tengo ganas de leer.

—Las Galerías Velvet de Madrid, que van a abrir aquí en Barcelona. Dice que es como una especie de Velvet pero algo más pequeño. Te lo cuento porque tú trabajaste allí, no por otra cosa.

Mientras habla me sirve un vaso de whisky. Lo acerca a mí.

—No es una cerveza. Pero supongo que hoy te vendrá bien.

Levanto la vista de la barra al vaso. Sonrío a medias. Tiene razón, lo necesito. Algo dentro de mí me dice que por mucho que hayan llevado Velvet a Barcelona ella no va a estar, ella no sale de Madrid. Cojo el vaso y lo apuro de un trago.

—Gracias, Diego.

—Una cosa te digo. Si ella está aquí ni se te ocurra ir a buscarla, no te servirá de nada. Bueno, para una cosa sí, para volver a recordarla y volver a estar como hace unos años cuando te conocí, hecho una auténtica mierda.

—¿Recordarla? ¿Es que alguna vez la he olvidado?

—Definitivamente, tienes que apartar ese Diana del repertorio.

Sonrío. Diego siempre lo intenta. En mis horas bajas es él el que consigue animarme, o por lo menos, hace que consiga emborracharme tanto como para olvidar quien soy. Creo que hoy iba a ser uno de esos.

—Ponme otro.

—Vale, pero este me lo pagas. Ser el músico del bar no te servirá ya nunca más para beber a mi costa.

One shots!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora