12. Jazz

419 9 1
                                    

Siempre antes de salir de casa Blanca seguía el mismo ritual. No lo hacía de un modo consciente, era tan solo una manía, una de las pocas que tenía. Se miraba al espejo, ahuecaba su pelo, que, ¿por qué no decirlo?, había pasado toda la noche envuelto en unos rulos enormes de color rosa, y se sonreía a sí misma. Desde hacía unos años había aprendido a quererse como nunca antes lo había hecho. "El hecho de vivir sola ayuda" se repetía para convencerse.

Que poco sabía ella que esa mañana iba a ser distinta. Que poco sabía que iba a cambiar su vida en una sola mañana. Salió de casa a toda prisa, su despertador había decidido declararse en huelga y no sonar a su hora. Ella nunca se había dormido, ella siempre llegaba a hora, no podía permitirse llegar tarde al trabajo. "Una jefa no puede llegar tarde".

-Buenos días, Fernando...

Fernando, su chófer durante los últimos 15 años, asintió y sonrió a través del retrovisor mientras colocaba sus manos en el volante negro. Blanca arregló su falda y reposó su pequeño bolso parisino en sus rodillas.

-¿Se le han pegado hoy las sábanas?
-Para nada, el despertador me ha jugado una mala pasada
-Ya era hora que ese viejo reloj dejara de funcionar...
-No pienso deshacerme de él, sabes que era de mi padre
-Lo sé...Hemos llegado, suerte hoy con la reunión

Blanca le sonrió. Aquel hombre siempre se preocupaba por ella, era el único que la conocía de verdad, el que la había visto triunfar y el que la había visto en sus horas más bajas. Bajó del coche. En el momento en que sus stilettos rozaron el suelo, su secretaria la esperaba con una carpeta en las manos.

-Buenos días, doña Blanca, como veía que no llegaba he hecho pasar a toda la comisión a su despacho para ir haciendo tiempo
-Bien, que esperen un poco más. Necesito un café.

Mientras hablaba avanzaba a paso rápido. Sus pasos siempre eran decididos, pisaba el suelo con fuerza, porque sabía que nada se le resistía, que tenía el mundo a sus pies. Su forma de andar no pasaba a nadie desapercibida, allí por donde pasaba todos la observaban, su movimiento de caderas en perfecta sintonía con el cruce de sus piernas creaba un espectáculo digno de admiración.

-Doña Blanca, buenos días, aquí tiene su café.
-Gracias, cielo.

Respiró profundo frente a la puerta de su despacho. Le esperaba un día duro. Abrió con decisión mientras arrojaba su bolso a su secretaria, que siempre la seguía algo desconcertada.

-Buenos días, señores.

Los cinco hombres presentes en el despacho se giraron a observarla, a analizarla al detalle. Blanca sabía que todos los hombres la encontraban atractiva, no había uno que se le resistiera pero ninguno de aquellos "viejos acartonados" con los que trataba le decían nada. Fijó sus ojos verde aceituna en ellos y fingió la mejor de sus sonrisas. Se acercó a la mesa y se sentó.

-Buenos días, Blanca. Bueno, como sabes estamos aquí para tratar...
-Voy a ser clara-le cortó-y no lo voy a repetir, no pienso vender este negocio.
-Pero Blanca...no podemos hacer frente a los gastos que supone la revista...nos arriesgamos mucho con cada número
-Además sabes que el régimen nos tiene entre ceja y ceja
-Pues mejor, eso quiere decir que estamos en el centro del país, más en el centro imposible.
-¡No podemos seguir con esto! Constantemente nos estamos enfrentando a la censura.
-¿Y quién no?

Se puso de pie, haciendo que todos la siguieran con la mirada. Se acercó a su mesa y cogió un cigarrillo. Quería dejarlo pero esas reuniones que no iban a ningún sitio la ponían nerviosa. Lo prendió y dió una breve calada.

-Blanca, debes vender.
-¡No pienso hacerlo! Voy a seguir con la revista, voy a seguir demostrando a través de ella que las mujeres pueden vivir otra vida, la que merecen y que no está entre las cuatro paredes de su casa.
-¡Es de locos! ¿Cuántas mujeres pueden vivir esa vida? Solo las de buena família y ni eso
-Decís eso porque sois hombres, debería formar una comisión de mujeres...-planteó mientras cruzaba sus brazos y lanzaba el humo gris de su última calada
-Será mejor que dejemos esto por hoy...Piénsalo, Blanca, piénsalo...

One shots!!Where stories live. Discover now