Volvió a sonreír mientras yo dejaba de amenazarlo con mi arma, mi mano volvió a su lugar y afloje el agarre a mi arma.

- Sin embargo...todavía te afecta el amor que sientes por ellas. – cerré mis ojos por un segundo para evitar que las lágrimas empezaran a salir. Volví a mirarlo ahora más relajada. – Me has traído un gran regalo. – él se dirigió a Ryan que se encontraba en silencio a mí lado. – Me has traído lo que quería. Lo que necesito.

- ¿Qué quieres decir con eso? – interrumpí sus palabras. Él no me prestó atención, sólo se alejó un poco más hasta llegar al lado de sus hombres.

- Bueno, Princess...

- ¡Maldita sea! ¡No me llames así! – el negó con su cabeza al escuchar mis palabras. A pesar de todo seguía con mucha paciencia.

- Shh, no quieres morir antes de poder despedirte de ellas ¿o sí?

Me quedé en silencio. Sentí que Ryan no quitaba su mirada de encima de mí.

- Es sencillo. – comenzó a hablar de nuevo. – Lo que quiero a cambio de tus mocosas hermanas es que te unas a mí. – fruncí el ceño. Ryan bufó por lo bajo. Mi corazón empezó a latir rápido de nuevo. – Quiero que trabajes para mí. – habló mientras me miraba frío, él estaba disfrutando de todo esto. – De esa forma le devolveré la libertad a tus pequeñitas, las enviaré a un orfanato lejos de aquí.

- Ni de coña. – una voz se escuchó por el pasillo. No había sido la de Ryan, había sido una que logró tranquilizarme. Di la vuelta para mirar a Justin que se encontraba detrás de Ryan y yo. Una sonrisa apareció en mi rostro, pero él no me miró, actuó como si yo no estuviera allí. - ¿Quieres una tan buena como ella que sea capaz de hacer tu maldito trabajo que está tirado en el piso? – en su mirada había odio e impaciencia. Justin comenzó a caminar hacía el hombre que estaba al otro extremo del pasillo. - ¿No te has dado cuenta de que en este maldito negocio no eres nadie?

- Será mejor que te quedes en silencio.

- No me esperabas aquí. – Justin bufó. Estaba tan cerca de ese hombre que en cualquier momento podía agarrarlo a golpes y desahogarse de la rabia que tenía.

- No. – aceptó el hombre. – Pero me harás las cosas más fascinantes aún.

Él hombre posó su mirada en mí.

- Querida ______________...como te iba diciendo. – sentí que ahora todos en la habitación me miraban a mí. Todos estaban prestada atención a la conversación que mantenía el hombre conmigo. – Sólo recuperarás a tus hermanas si decides trabajar para mí, de lo contrarío las mataré a las dos, en tu presencia. – Sus palabras frías hicieron que todo mi cuerpo se estremeciera. No podía dejar que mis hermanas murieran por mi culpa. Yo la había puesto en peligro junto con mi madre desde el día que había empezado a trabajar con Justin. – Y para hacer las cosas más importantes...para mostrarme fidelidad...tendrás que matar a éste hombre que se encuentra aquí. – habló queriendo referirse a Justin. – Sé que para ti es importante...nunca le fallarías ¿no? – él permaneció en silencio por un momento. Quería hablar, quería decirle que tan cabrón estaba siendo. Quería decirle que aceptaba sólo si dejaba a mis hermanas. Pero no podía, no quería traicionar a Justin de esa manera. – Veamos que tan importante eres cuando ella tenga que escoger entre sus hermanas y tú.

- Maldito cabrón. – la voz de Justin se escucho por todo el lugar. Tenía ira, una ira que yo sabía que no se podía controlar. En cualquier momento Justin tomaría sus medidas y mataría al hijo de puta que se encontraba al frente suyo, lo sabía.

- ¿Qué? ¿Estás nervioso por su decisión? Vaya, nunca te había visto así, debe ser realmente buena en la cama... - dijo sabiendo que esas palabras harían que Justin se pusiera más furioso aún. Estaba jugando con fuego. - ¿Crees que tú y yo podamos tener una relación así cuando decidas trabajar conmigo? Digo, me encantaría tener en mi cama a una chica como tú, joder.

Miré con odio mientras el reía.

- Tráeme a las hermanas... - le habló a uno de sus hombre que de inmediato se puso en marcha y desapareció del pasillo y minutos después con mis hermanas. Ellas estaban con la misma ropa que tenían unos días atrás. Ellas sonrieron al verme, pero el hombre las tenía inmovilizadas, no dejaba que se movieran de su lado. – Ahora, ______________. Tienes que hacer tu elección.

- Me quedaré contigo. – dije lo suficientemente fuerte para que todos pudieran escuchar. El hombre sonrió al escuchar mis palabras. – Pero por favor no me pidas que mate a Justin...

El hombre dirigió su mirada hacia Justin quien estaba de espaldas a mí, con su cabeza agachada, tal vez aguardando al momento perfecto. Estaba confiando demasiado en que él haría algo, pero no lo sabía a ciencia cierta, en el momento solo tenía que confiar en que yo haría algo...

- Está pidiendo que no haga que te mate... ¿escuchas eso? – se burló de él. Justin metió sus manos en los bolsillos de su pantalón esperando a que algo pasara. Él no iba a ser nada contra eso. – Vaya, esto parece una novela... ¡No lo puedo creer!

- Haré lo que me pidas por mis hermanas. – dije mientras lo escuchaba reír. – Si quieres que lo mate, lo haré, pero no me pidas que lo haga al frente de mis hermanas. – hablé fríamente. Ryan que se encontraba a mí lado había intentado entender que tenía en mente, yo sólo había hecho que se callara diciéndole que no tenía nada en mente...que sólo me tocaría matarle. El me había dicho que eso no iba a lograrlo, pero la verdad era que yo lo haría todo por mis hermanas. Sin importar qué, y eso era lo que más claro tenía en esos momentos.

- ¿Jamás pensaste que te traicionaría de esa manera? – le dijo a Justin quién permanecía inmóvil. No me había mirado desde el momento en el que había llegado. – Estás sufriendo por una mujer, Justin. – le había llamado Justin, como si antes hubieran sido unos muy buenos amigos. - ¿Recuerdas cuando dijiste que vivirías sin enamorarte? ¡Joder! ¿Qué pasó con eso? ¡Eres un maldito hombre, no la necesitas para vivir! En serio creí que serías más inteligente y sabrías como mantenerla sólo en tú cama.

Por primera vez, Justin volteo su mirada hacia a mí. En sus ojos había un dolor que jamás había visto. Aparte mi mirada incapaz de mirarlo a los ojos, el se volvió hacía el hombre.

- Te puedes ir con tus hermanas. – me dijo. De inmediato el hombre que las sostenía las soltó y ellas corrieron hacia mí. -  Y lárgate cuando antes de aquí antes de que me arrepienta. Oh, y creo que tendrás que permanecer lejos de este hombre también. – miró a Justin que se encontraba mirándome. – Porque creo que el querrá matarte después de que sabe cuán traidora serías capaz de ser.

 En un momento inesperado, Justin tomó su arma y con un movimiento ágil le disparó al hombre que se encontraba detrás de él. Tres de sus hombres de inmediato reaccionaron, pero ya era demasiado tarde. Justin les disparó sin más dejándolos en el piso muertos. 

Princess of the mafia. [EDITANDO]Where stories live. Discover now