Capítulo Extra | Ethan.

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— Bien, te propongo algo. Dejaré que me hagas cambiar de ideal, sólo si tú me dejas cambiar el tuyo— levanto mi mano, específicamente mi meñique, para que lo enganchara como signo de promesa.

Ella mira mi rostro y luego mi meñique, e imita esa acción varias veces.

— De acuerdo, Lauce— habla finalmente ensanchando nuestros meñiques—. Pero ten en cuenta que soy persistente.

— Yo podría decir lo mismo— repetí una de sus frases anteriores.

Me apetecía una soda en ese instante, así que rompí nuestro ensanche de meñiques, agarro la que estaba al lado de mi plato de lasaña y la destapo.

— Y ya que estamos hablando de esto... hay otra cosa que quiero opinar— comenta ella mientras le doy un sorbo a la soda.

— Si es sobre mi política de estar desnudo en mi cuarto, créeme que lo he intentado. Pero simplemente no lo puedo evitar— dije cuando la soda pasó por mi garganta.

— No, no es eso— dice con los ojos en blanco—. Es sobre tu trabajo.

— ¿Qué hay de malo? ¿La chica con la que trabajo te pone celosa?— pregunté en broma.

— La chica con la que trabajas es mi amiga, idiota.

— ¿Me mantienes vigilado, Danexa? No creí que tuvieras ese lado— dije un poco sorprendido.

— No, sólo es Rebeca. Una chica que conocí en una fiesta— aclaró.

— Pues admito que no está nada mal— le lancé una sonrisa egocéntrica para luego beber otro sorbo de soda.

— Esa chica tiene novio, y es Erick Nowell.

Al escuchar ese nombre, casi escupo la soda que me bebía.

— No lo invoques, eso es malo— advertí, no tan en broma.

Erick es un mastodonte que me jode la paciencia desde que tengo memoria, primero lo hacía en el instituto, ahora— después de salir de esa cárcel— lo hace cada vez que me ve en la calle. Por ende he desarrollado un cierto trauma hacia él y todo lo allegado a su persona, a pesar de que soy mayor en edad. Es mejor mantenerlo lo más alejado posible.

— Descuida, Peter no se meterá más contigo mientras yo sea tu novia— trata de reconfortarme.

— Generalmente es el chico el que protege a la chica— opiné—. Pero, en este caso, creo que me agrada. De todas formas... ¿Qué querías decir acerca de mi trabajo?

— Que no debes de hacerlo.

— ¿Qué?— pregunté confundido y con una ceja arqueada.

— Tu padre es un millonario empresario. No tienes por qué trabajar de farmacéutico si no lo necesitas— explica.

— Veo más el trabajo como un pasatiempo.

— No mientras, Ethan— entrecierra sus ojos mientras le doy otro sorbo a la soda que siento que es infinita—. Ese trabajo te hace olvidar el hecho de que tienes que tomar una decisión. Eres un Lauce, y por ende tienes que prepararte para agarrar las riendas de la empresa, así no quieras.

— Pero sí me he preparado... con cursos— murmuré lo último. Aunque tengo en cuenta el hecho de que ella me escuchó con su súper oído.

— Eso no bastará, y lo sabes— me lanza una mirada que irradia alivio—. Sé que quieres ser médico y te apoyo. Pero no le has dicho a tu padre, incluso le mentiste con un año de descanso antes de comenzar con la carrera que él cree que agarrarás; administración de empresas. Y eso sólo porque querías tiempo para decirle la verdad, y ahora creo que es el momento.

Prometo encontrarme © (Completa)Where stories live. Discover now