Prometo encontrarme © (Completa)

Capítulo 4 | El dibujo.

— Dibujar es una actividad que favorece la comunicación interpersonal, ayuda a la exteriorización de emociones y gustos, así como también fomenta la creatividad. Ya desde una edad muy temprana, como a eso de un año y pocos meses de nacimiento, las personas comienzan a realizar primitivos garabatos como forma de expresión, antes incluso de la aparición del lenguaje— expone la profesora Luz, aquella profesora que imparte la materia de artística—. Más adelante, en las siguientes etapas de crecimiento, se produce un desarrollo progresivo de las habilidades psicomotrices que permiten la creación de líneas rectas, círculos, cuadrados, rombos y, finalmente, dibujos complejos y escenas concretas. Muchas personas dicen que en ellos esta habilidad no se les ha desarrollado muy bien, pero en realidad todos la poseen; simplemente se podría decir que unos son más detallistas que otros. Inclusive pueden dibujar aquello que el ojo humano no ve completamente, algo así como lo que se quiere transmitir a través de él. Un ejemplo sería que estuvieran dibujando una persona querida por ustedes y le agreguen detalles en forma de corazón para demostrar el simbólicamente el aprecio que le tienen.

Llevaba una hora en este plan, el cual incluía a mi trasero pegado en el incómodo sillón del pupitre. Todavía no me he dormido a pesar de que esta profesora habla demasiado, digamos que es como una nueva meta que estoy cumpliendo. Mi amigo Thomas, sin embargo, hace como quince minutos bajó su cabeza para pegarla a la mesa. Así que no sé si está dormido, o pasó a mejor vida, o simplemente está descansando su mente para que no haga cortocircuito.

Considerando que no está roncando, lo más probable es que sea la última opción.

Esta es mi última clase y lo agradezco de verdad, no creo que mi cerebro pueda seguir con tanto después de las vacaciones.

Desde la clase de química he conocido más al chico rubio que está a mi lado al tener casi todas las clases compartidas. Thomas tiene una figura parecida a la mía, quizás un poco más musculosa, pero apuesto que puedo con él. Tiene una gran sonrisa que últimamente le ha gustado usar mucho y es un poco menos torpe que yo. Juntos creo que podríamos provocar un gran desastre, algo que no quiero hacer ahora.

Completamente aburrido, recorro mi vista hacia cada uno de los alumnos— la mayoría estaba como Thomas— hasta que la detengo a la chica de cabello castaño que está colocando toda su atención hacia la profesora.

Daniela.

Todos los Sprause se encuentran aquí, incluida la chica Susan que aparentemente no es hermana de ellos y sólo es una amiga que los sigue hacia todos lados, lo cual explicaría su diferente tono de piel. Al parecer es la única en el instituto que tiene contacto cercano hacia ellos.

La castaña eventualmente se da cuenta de que la estoy mirando y me observa. Le sonrío sin nada más qué hacer y ella me la devuelve para seguir en lo suyo. Todavía no entiendo cómo es posible que mi ilusión se haya materializado, la única forma que encuentro para que eso pasara es que yo la haya visto antes.

Lo cual es imposible, creo que recordaría a alguien tan perfectamente delicada y bonita como lo es Daniela.

— Muchos autores dicen que el dibujo es un medio a través del que expresamos nuestros sentimientos, una herramienta que utilizamos en muchos casos de manera inconsciente para que aflore nuestro mundo más personal, emocional y efectivo.

— Eso también dependería del nivel de madurez de la persona; no es lo mismo lo que dibuja un niño que lo que dibuja una persona mayor— interviene Daniela.

— Por supuesto— afirma la profesora—, ha de ser un especialista el encargado de analizar e interpretar el dibujo y sacar las conclusiones pertinentes en función de su personalidad y conocimientos. En el caso de los pequeños, los psicólogos dicen que proyectan en el dibujo emociones a las cuales no pueden poner palabras o través de ellos expresan su personalidad, y este es el punto al que quiero llegar— destaca mientras se siente en el escritorio—. Quiero conocerlos más a fondo. Pero llamar a cada uno para que exponga su personalidad me parece algo tétrico de realizar, así que se me ocurrió en transformar el tema en algo que pueda ser del agrado de todos; además de que resolveremos dos actividades en una. La idea es la siguiente: dibujar en una hoja lo primero que se les venga de su agrado, aquello que represente algo para ustedes o que le tengan un gran aprecio. Eso a veces puede decir mucho de una persona, incluso más que una evaluación oral—se encoje de hombros—. La clase termina en una hora, lo cual les da tiempo de realizarlos. Les doy la libertad de salir del salón y buscar su lugar creativo en el instituto, luego lo traerán y tendrán su primera nota del año.